Dimite el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens
El economista deja el banco central de México tras siete años en el cargo
Y el capitán abandonó el timón en plena tormenta. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ha anunciado que a partir del 1 de julio deja el cargo para incorporarse como gerente al Banco de Pagos Internacionales. La renuncia supone un nuevo golpe a la ya precaria estabilidad financiera mexicana. El triunfo de Donald Trump, la crisis del crudo y la atonía global han sumido a México en un túnel de incierta salida. El peso ha tocado mínimos históricos y en el horizonte asoma la amenaza de una recisión. Carstens, convertido en símbolo de la estabilidad, se había destacado por su rigor y sus medidas para anclar la inflación . Con su salida, México pierde un baluarte ante el vendaval que se avecina.
La salida de Carstens fue vista por el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, como un ascenso y una consecuencia del prestigio alcanzado por la gestión del gobernador. Meade, que anunció una “transición ordenada”, insistió en que la elección de Carstens para el nuevo puesto refleja la fiabilidad que generan las finanzas públicas mexicanas. “Es un orgullo para el país y una muestra del talento de Carstens”, señaló Meade.
El presidente del BBVA-Bancomer, Luis Robles, el mayor banco de México, se expresó en un sentido parecido y se mostró "muy tranquilo" con la sucesión. “Hay muchos candidatos que pueden ocupar el puesto”, dijo en un foro organizado por Bloomberg sobre el futuro de la economía.
Carstens se ha encargado en los últimos años de la política monetaria del país con una divisa emergente que entra en convulsión ante los cambios económicos globales. El economista graduado de la Universidad de Chicago ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el banco central mexicano. En 2009 fue nombrado secretario de Hacienda por el presidente Felipe Calderón, pero un año más tarde volvió al Banco de México como gobernador.
En 2011, Carstens se postuló como director del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una contienda en la que finalmente la francesa Christine Lagarde obtuvo el puesto. El economista mexicano ha dado estabilidad a la economía del país y se va en un momento complejo donde la turbulencia financiera tras las elecciones de Estados Unidos ha comenzado a impactar a México. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha aceptado la dimisión de Carstens, que seguirá los próximos siete meses a la cabeza del banco central para conseguir “la estabilidad del valor adquisitivo de la moneda”, según ha manifestado el Banco de México en un comunicado. http://economia.elpais.com/economia/2016/12/01/actualidad/1480607905_509274.html
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