miércoles, 8 de junio de 2016

Miedo se renueva: RD vive especie de paranoia nacional - Guarionex Rosa

PANORAMA POLITICO

Miedo se renueva: RD vive especie de paranoia nacional

Guarionex Rosa
Especial para LISTÍN DIARIO
Pese a que hace 55 años que desapareció la dictadura de Trujillo, República Dominicana vive renovados miedos que casi la estrangulan, una paranoia nacional que los especialistas de la conducta no entienden, con una ola de crímenes sin sentido.
Al ver los crímenes modernos, que se atienen mayormente a reconcomios familiares, particulares y al abuso de la autoridad policial, que no ha sido corregida en la época de regímenes democráticos, la gente se pone las manos en la cabeza.
Que tantas cosas malas estén ocurriendo en un país que debe privilegiar el turismo y abrazar a los visitantes por la tradición y por los negocios, es algo difícil de comprender, como que los dominicanos hayan perdido su capacidad de tolerancia y respeto.
El miedo se extiende a todas las actividades de la vida nacional, no obstante los esfuerzos que se hacen desde el gobierno, ahora presidido por Danilo Medina, que no tuvo aprecio entre los votantes de las cárceles, una buena señal a su favor.
Los votantes de las cárceles quizás vieron que se ha sido rígido con ellos al mantenerlos en prisión, porque siempre tienen alegatos para justificar los crímenes no tan bien sancionados por la debilidad de la justicia, y por los abogados bien rentados.
Miedo a EE.UU.
El miedo a los Estados Unidos ha mantenido a los dominicanos con una especie de sentido de mediocridad que no se encuentra en el racimo de islas del Caribe, que salieron del coloniaje inglés en los años de 1960, como también muchos países africanos.
Por eso cuando la gente se refiere aquí a la Embajada, así en mayúscula, habla de la embajada de los Estados Unidos, aunque la dirija ahora un activista gay que pidió a los que no respetaran su causa, entregar las visas, poco menos que un pase a la salvación.
Las intervenciones norteamericanas que han azotado el país, primero en 1916, hace exactamente 100 años y luego en 1965, han curtido la piel dominicana al punto que el miedo a la potencia impide reivindicar el derecho a la autodeterminación.
Por ese sentido de temor histórico, la conmemoración del 100 aniversario de la intervención no tiene lugar, o nadie sabe de eso. Temerían los organizadores que los recuerdos históricos ofendan al gran país y recuerden a los dominicanos sus atrocidades.
Se diría que los haitianos fueron más auténticos con su propio centenario el año pasado. Para la ocasión, se reivindicó a Charlemagne Peralte, el gran “caco”, nacido en la parte dominicana y quizás de familia dominicana Peralta, pero criado en Hinche, Haití.
Cuando los ocupantes norteamericanos llegaron al norte de Haití por donde vivía con su familia, siendo un joven, Charlemagne se levantó en armas con los campesinos que presumían que los americanos, como lo hicieron, aplicarían la llamada ley de prestación.
Esa ley consistía en la entrega de una parte del producto de la tierra al gobierno, para supuestamente, mantener el débil sistema de carreteras y caminos. El “caco” llegó a tener hasta 5,000 hombres bajo las armas, mal calculados por los historiadores.
El más notable y distinguido maestro de la pintura na...ve de Haití, Philomé Obin, le hizo a Charlemagne su homenaje. Lo pintó crucificado como lo exhibieron los marines. Cuando la madre de Charlemagne visitó a Obin, renovó el cuadro con la dolorosa.
En la parte dominicana después de la primera intervención en 1916 no fueron tantos los que se levantaron. Uno de ellos, Olivorio Mateo, fue conocido por los estudiantes de historia tras la caída de Trujillo. La Encarta Africana se ocupó de citarlo.
En 1970 se publicó en el periódico Ultima Hora un artículo sobre el dominicano Gregorio Urbano Gilbert, quien muy joven en San Pedro de Macorís, recibió a tiros a los invasores norteamericanos que llegaron a ese puerto, para la época una gran ciudad.
Contó el hombre todo lo que sufrió tras unirse a César Augusto Sandino en la lucha de los nicaragüenses contra los invasores norteamericanos. De vuelta al país, Trujillo lo respetó, pero no así los jóvenes panaderos, su último trabajo, que lo acosaban por viejo y lento.
Política exterior
En enero de 1979, bajo la presidencia del venerable pastor, Jimmy Carter, los Estados Unidos decidieron reabrir relaciones diplomáticas y consulares con la República Popular de China, a lo que siguieron los países de Europa y muchos de América Latina.
La República Dominicana, con su miedo a cuestas, no obstante que gobernaba el país el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, afiliado a la Internacional Socialista, IS, continuó sus relaciones de todo tipo, dominadas por las dádivas del país chino Taiwán.
Al llegar al poder el doctor Leonel Fernández en 1996 mantuvo el patrón heredado por los gobiernos del doctor Balaguer, en una especie de lealtad póstuma al generalísimo Chan Kai-Shek, líder de Taiwán, aliado de Trujillo, lo que continúa hasta hoy.
En un informe rendido a la Cancillería dominicana, durante los 12 años, en su calidad de embajador ante Naciones Unidas, ONU, el doctor Alfonso Moreno Martínez, quien fuera candidato presidencial del PRSC original, se quejó de las críticas que países amigos hacían a su país.
Moreno Martínez no vio la vergüenza que pasó la diplomacia dominicana cuando trató sin ningún éxito posible, de que la organización mundial revocara la expulsión de Taiwán y la admitiera nuevamente de pleno derecho junto a la República Popular China.
Un diplomático dominicano de alto rango muy versado, comentaba recientemente con amigos que a la República Popular no le interesaba ya tener relaciones formales con la RD. Que se quede todo así: un consulado que hace las veces de embajada, sin categoría.
La reciente declaración del régimen del presidente Medina, acogiendo la mediación de tres ex gobernantes, incluido el doctor Fernández, para tratar de solucionar la crisis de Venezuela, fue vista como un atisbo de independencia respecto al fuego graneado que tiene el país del norte contra el sudamericano.
http://www.listindiario.com/la-republica/2016/06/08/422264/miedo-se-renueva-rd-vive-especie-de-paranoia-nacional

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