domingo, 23 de agosto de 2015

Nominilla y exenciones | Tomás Aquino Méndez

EXPRESIONES

Nominilla y exenciones

  • Nominilla y exenciones
Tomás Aquino Méndez
No quiero que me interpreten mal. Lo que voy a plantear no va contra nadie, ni tiene propósito de polemizar. Aunque el tema es recurrente, especialmente en víspera electoral, me ha llamado la atención esta semana porque lo han puesto en el tapete “analistas” de radio y televisión.
También lo han aireado algunos candidatos presidenciales.
Ambos sectores, políticos y comunicadores, lanzaron duras críticas a la existencia de las denominadas “nóminas de ayuda” o nominillas en la administración pública, que siempre han existido.
La han defendido reformistas, perredeístas, y ahora peledeístas.
No voy a justificar que el estado pague un salario a quien no ofrezca un servicio. Sin embargo, deseo poner en una balanza el hecho de que el Estado subsidie a unos miles de ciudadanos en esas nominillas y del otro, que se entreguen miles de millones a empresarios industriales, del transporte, de la minería y la industria, en combustibles y en exenciones fiscales. Con distintos nombres, las “nominillas” existen en casi todos los países a favor de ciudadanos humildes.
Al escuchar los cuestionamientos, por las alegadas nominas abultadas, particularmente de políticos que ya han pasado por el poder, me puse a reflexionar sobre el tema. Algunos empresarios del transporte afirman que son más de 200 mil millones que el Estado entrega cada Nominilla y exenciones mes, como subsidio en combustibles, exenciones y otras facilidades a empresarios hoteleros, mineros, industriales y del área energética. Hacia esos sectores van triplicados más recursos que los que destina el gobierno a las “ayudas” dirigidas a unos miles de familias humildes. Uno se pregunta ¿por qué ningún líder político, con posibilidades electorales reales, cuestiona esos subsidios a empresarios, “sindicalistas” y hoteleros, y sí la emprenden contra esas denominadas “nominillas” que favorecen a pobres dominicanos, que encuentran allí el único medio de sostener a sus familias? La respuesta la tenemos todos. Ustedes que me leen y yo que cuestiono.
Por eso no me parece justo que esos “analistas” radiales, de televisión y de prensa escrita, se sumen a esos políticos oportunistas del momento electoral criticando que el gobierno ayude a esas familias pobres y nada digan de esos subsidios a sectores poderosos y que golpean con más fuerza las arcas del Estado.
Esas “ayudas”, “nominillas”, o como se les llame, sirven a esos pobres dominicanos para mandar a sus hijos a la escuela, comer una o dos veces al día y pagar algunos de sus servicios.
Es cuestión de iniquidad e injusticia. Penosamente, en ocasiones, la ambición política “ciega”, a conveniencia, a quienes critican la parte gubernamental. Pero esos críticos de hoy se convierten casi siempre en los principales defensores de esas “nominillas” tan pronto llegan al poder y no pueden satisfacer a quienes lo ayudaron a llegar a la posición que ocupan. Yo creo que ciertamente debe llegar un momento en que se elimine esas nominillas, pero ese momento debe servir también para poner fin a esos multimillonarios subsidios que se van a los sectores de poder en exenciones, donaciones y “facilidades”. Sin politiquería falsa y desleal.   http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2015/08/23/385255/nominilla-y-exenciones Puntos de vista domingo, 23 de agosto de 2015

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