28 de febrero de 2015 -
Y de paso, ningún tema relacionado con la transparencia fue objeto de mención en el discurso de Danilo Medina. Pudo haberlo hecho, pues en 2012 dijo algunas verdades y prometió fortalecer la transparencia.
La comparecencia del presidente Danilo Medina ante la Asamblea Nacional, para rendir cuentas de su gestión de gobierno del año 2014, fue una pieza memorable. Pocas veces se había realizado tanto en tan poco tiempo, si tomamos en cuenta que la pieza discursiva del mandatario duró casi dos horas y casi todo lo que hizo fue hablar de realizaciones.
El discurso presenta una labor oficial cargada de iniciativas, construidas o realizadas con abundantes recursos provenientes del fisco. El presidente no tuvo limitaciones para las obras en ejecución. Carreteras, acueductos, escuelas, puentes, estancias infantiles, hospitales, clínicas, parques…Todo estaba en el proyecto de trabajo del gobierno en el 2014.
Faltaron sin embargo informaciones de enorme trascendencia. El déficit fiscal heredado por Danilo Medina en 2012 no fue tomado en cuenta. No tenemos información del gobierno del pago de ese déficit. Tampoco tenemos información sobre la reducción del gasto público ni de los resultados del programa de austeridad lanzado por el presidente Danilo Medina.
El país no sabe cuánto se ahorró el gobierno con la reducción de la nómina pública, ni sabe la forma en que se redujo el personal supernumerario en la cancillería y en otras dependencias estatales. No sabemos que ahorró el gobierno con la aplicación de las leyes de transparencia, en particular con la puesta en vigencia de la ley de compras y contrataciones públicas.
El país tampoco sabe nada relacionado con los ingresos del gobierno ni el pacto fiscal en el programa de Danilo Medina. Fue un discurso de realizaciones el que pronunció el presidente, pero las omisiones más significativas fueron las relacionados con la reducción del tráfico de droga, la reducción del lavado de activos, las labores en manos de la Dirección Nacional de Control de Drogas, ni las vinculadas con la cooperación internacional para que la República Dominicana sea menos vulnerable a ese flagelo criminal que representa el narcotráfico y la tolerancia histórica que ha mantenido el Estado con ese monstruo de mil cabezas.
El presidente Medina, que en su discurso de toma de posesión y en la campaña electoral habló tanto de transparencia, de lucha contra la corrupción, de perseguir a los delincuentes que abusaran de los recursos del Estado, omitió de forma absoluta toda mención del trabajo de la Procuraduría General de la República en la persecución de la corrupción. Si no quería valorar el trabajo de los fiscales, por lo menos debió incluir la labor de Francisco Domínguez Brito y su equipo en áreas como la reforma carcelaria. Pero no, el presidente hizo mutis de forma deliberada, porque aparentemente no quiere tocar el tema relacionado con Félix Bautista y sus vinculados. Danilo debió dejar claro su apoyo al Procurador General de la República, quien fuera insultado y ofendido esta semana.
Y de paso, ningún tema relacionado con la transparencia fue objeto de mención en el discurso de Danilo Medina. Pudo haberlo hecho, pues en 2012 dijo algunas verdades y prometió fortalecer la transparencia. Es una cuestión de coherencia.
Veamos lo que dijo en 2012:
Vamos a fortalecer las capacidades del Ministerio Público en todo el territorio, tecnificando la investigación penal y la persecución del delito.
Además, en los próximos días pondremos en marcha la Dirección Nacional de Ética e Integridad Gubernamental, que sustituirá a la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción.
Será el órgano responsable de fomentar los comportamientos éticos e íntegros en la Administración Pública. Tendrá potestad para investigar las denuncias de corrupción por el solo rumor público, citar, interrogar, requerir informaciones a entidades públicas y privadas y aplicar sanciones disciplinarias, sin perjuicio de las que correspondan al Régimen Ético y Disciplinario de la Función Pública y a la Cámara de Cuentas.
Además, esta instancia supervisará que los órganos con competencias en las acciones investigadas actúen con rapidez.
Hoy, quiero hacer especial énfasis en este anuncio, ponemos también en vigencia el Código de Pautas Éticas, que contribuirá a desarrollar y fortalecer el gobierno ético y moral que he prometido.
Un Código de Ética que suscribirán todos los servidores públicos al momento de ser designados en altos cargos, donde cada designado o designada asumirá un compromiso ante mí y ante la Sociedad Dominicana, a través del cual se establecen las normas básicas de comportamiento que aceptarán cumplir por el solo hecho de ser designados.
El primero en suscribir este Código seré yo, como muestra de mi firme compromiso con el pueblo dominicano.
El país está enfrentado a un serio desafío, como dijo esta semana el Procurador Francisco Domínguez Brito, o sancionamos la corrupción y el enriquecimiento con los recursos del pueblo, o abandonamos las esperanzas de una nación gobernada con decencia y respeto. Si el presidente Medina no encontró espacio para dejar esto claro, cometió un error con el olvido o fue deliberadamente responsable de que este asunto no haya sido objeto de mención en su larga pieza discursiva.
http://acento.com.do/2015/opinion/editorial/8226728-las-omisiones-en-el-discurso-de-danilo-medina/
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