Wikipolítica, un caballo de Troya que irrumpe en las elecciones mexicanas
La organización posiciona a 17 aspirantes independientes a cargos legislativos sin partidos políticos, sin recursos y con movilizaciones en las calles
México
Son jóvenes, han salido a hacer política a pie de calle y lo que dicen tiene sentido para muchos ciudadanos. Wikipolítica, una organización que promueve la participación ciudadana, ha conseguido en las últimas semanas las firmas necesarias para llevar a la boleta electoral a 17 aspirantes independientes a cargos legislativos en cinco estados de México. Con la bandera de la democracia participativa y alejados del sistema de partidos políticos han aprovechado los resquicios del modelo electoral para promover las agendas de los ciudadanos. En el peor momento de los políticos, este pequeño grupo busca reivindicar el significado de la política en el país.
El momento cumbre de Wikipolítica llegó en junio de 2015 cuando uno de los suyos, el jalisciense Pedro Kumamoto, ganó un lugar en el Congreso de Jalisco.La clave fue una campaña austera donde cientos de voluntarios transmitieron a los votantes un programa electoral con objetivos claros, congruentes y viables. Al lado de Kumamoto ha estado la organización y juntos han logrado, por ejemplo, reducir la financiación de los partidos políticos en Jalisco. Pero la semilla de la organización se incubó en 2012 tras las elecciones presidenciales y como resultado del movimiento Yo Soy 132. “Una de las demandas en esos días era que la política era muy corrupta y vertical. Wikipolítica es el esfuerzo de crear un espacio de organización política en el que el mayor número de personas posibles participen”, explica Rodrigo Cornejo, miembro de la organización y aspirante a diputado federal por Jalisco.
La movilización ciudadana estuvo orientada, en un principio, a formar un nuevo partido político. Inspirados en la idea de un wikipartido —donde la participación fuese a través de tecnologías— y los modelos de los partidos piratas de Europa, dos grupos en Jalisco y Ciudad de México comenzaron a organizarse. Pronto descubrieron que el esquema partidario requería un financiamiento excesivo y un sistema clientelar como base para impulsar una estructura vertical. “No valía la pena”, recuerda Cornejo. La reforma política de 2013 con sus candidaturas independientes abrió una puerta que los jóvenes aprovecharon para colarse en el sistema dos años después.
Tras el triunfo de Kumamoto, la organización creció en Jalisco y cientos de personas se acercaron a sus fundadores para descifrar las claves de su éxito. Los miembros de Wikipolítica coinciden en que la coyuntura política en el Estado de Jalisco —con alternancia política y la reconfiguración de sus tradicionales partidos— creó un momento propicio para el desarrollo de su propuesta. “Jalisco es uno de los estados más representativos de México y ha habido un semillero para que todo esto pueda suceder. Hay un clima político en el que hay pesos y contrapesos. Es cierto que hay violencia pero tu vida no corre peligro por hacer política”, cuenta Susana Ochoa, integrante de la plataforma y aspirante a diputada local en Jalisco.
La fórmula de Wikipolítica ha conseguido posicionarse en 10 estados mexicanos. En 2018, la organización ha doblado la apuesta al postular a Kumamoto al Senado y al multiplicar las candidaturas: tres candidatos a la Cámara de Diputados y 13 aspirantes a congresos locales en Jalisco, Ciudad de México, Yucatán, San Luis Potosí y Nuevo León. Con el lema “Vamos a reemplazarles”, los jóvenes decepcionados en el 2012 regresan seis años después con propuestas para mejorar las vidas de sus vecinos y también para frenar los excesos de los partidos. “Es una fuerza política que trabaja alrededor de impulsar ciertas agendas ciudadanas. Los temas se deciden en procesos asamblearios para construir otra política”, explica Ochoa.
El centro de la organización, señalan sus integrantes, son las personas y fortalecer la idea de que el servicio público es una herramienta para el beneficio común. La plazas públicas y parques han sido los escenarios ideales para compartir con los ciudadanos sus propuestas. Además, han echado mano de la comunicación digital para difundir su mensaje, enfocado a encontrar soluciones a los problemas de sus comunidades. “La gente está desencantada con la política. Hay una indignación y molestia con la clase política, pero aún así nos ha costado trabajo. Por eso necesitamos encontrarnos con las personas que están indignadas y compartir los anhelos y las oportunidades de cambio”, apunta Adrián Gorocica, miembro de Wikipolítica y aspirante a diputado local en Yucatán.
¿Podría Wikipolítica ser un partido? Sus fundadores insisten en que no. En los últimos tres meses reunieron más de 200.000 firmas para impulsar a sus aspirantes, una cifra suficiente para registrarse como un partido. Sin embargo, la organización trabaja en todo momento para diferenciarse de las formaciones políticas. “No somos miembros de la clase política. No venimos de una carrera política como se entiende en México, ni de una dinastía. Me parezco y hago lo mismo que la gente de mi edad”, dice Cornejo. Entre sus candidatos hay un artesano, una diseñadora, dos emprendedores agrícolas, una psicóloga, un profesor universitario, una ingeniera, varios activistas. Su trabajo con bases comunitarias recuerda más a la organización de los caracoles zapatistas, los indignados del 15M u Occupy Wall Street que a un PRI, PAN, Morena o PRD. “Es pertinente que existan movimientos como Wikipolítica porque ya era hora de que alguien reivindicara la política en México”, señala Frank Aguirre, aspirante independiente a diputado en Baja California Sur y antiguo miembro de la plataforma.
Los letreros de cartón hechos a mano delatan la austeridad del grupo. Lo que comenzó como una carencia, se ha convertido en una de las bazas de Wikipolítica: política que es posible con financiación mínima. “Estamos abriendo una grieta en un muro de la partidocracia y estamos apostando a convencer conciencias y no a comprar votos”, describe Roberto Castillo, miembro del colectivo en Ciudad de México y aspirante a diputado local. Más allá de las elecciones, la organización pugna por transmitir que el valor de la política no se encuentra solo en los procesos electorales sino en la participación de los ciudadanos en sus comunidades de cara al futuro. “Si no llegamos a sacar los resultados que quisiéramos en 2018, nos van a ver en el 2021, en el 2024. No nos preocupa porque estamos hackeando el sistema de partidos y esto va a tomar años, no se va a ganar simplemente por la elección de este año. Nos van a seguir viendo”, apunta Castillo.
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