Feria del Libro es abierta con una diversidad de propuestas
El presidente Danilo Medina inauguró anoche en el Teatro Nacional la Vigésima Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD) 2017, dedicada al escritor René del Risco Bermúdez y Paraguay como país invitado.
El evento, en el que participan más de 200 casas editoriales, es celebrado en la Plaza de la Cultura bajo el lema “Hay un libro para cada quien”, y estará abierto hasta el primero de mayo,
El discurso central estuvo a cargo del ministro de Cultura, Pedro Vergés, quien destacó que durante la celebración de la presente Feria llegó la hora de devolver al libro el primer plano y volver a los orígenes de ese importante evento.
Vergés citó algunas de las innovaciones introducidas en esta vigésima edición, en la cual se hace énfasis en el libro y el fomento de la lectura.
En su intervención sostuvo que se ha trabajado, consciente de que la política cultural del Estado necesita colocarse a la altura de la complejidad alcanzada por la sociedad dominicana en las últimas décadas.
“Nuestro país ha experimentado una transformación en cierto modo inesperada, o imprevisible; una transformación que nos ha convertido en algo muy distinto de lo que muchos alguna vez pensamos qué sería a estas alturas”, dijo.
Estimó, además, que la celebración de esta Feria no es un hecho cualquiera, sino una oportunidad de renovar la fe “en nuestro destino, de reafirmar nuestra permanencia a un ámbito cultural del que no deseamos separarnos, y de dar testimonio de una dominicanidad”.
Vergés dejó claro que al devolver la Feria a sus orígenes, de rescatarla de una evolución que la había distanciado de su propósito inicial de acercarse al libro, no se desconocen los aportes de quienes trabajaron antes.
Explicó que reunir en un mismo espacio diversas manifestaciones artísticas tendía a desvirtuar la esencia del asunto, y se convertía en un acontecimiento en el que el libro perdía presencia y significación.
Indicó que el libro quedaba en un plano secundario, “para nada acorde con su importancia y con su jerarquía”.
En el acto habló, además, el ministro de Cultura de Paraguay, Fernando Griffith, quien agradeció a las autoridades dominicanas la distinción de concederle a su nación ser la invitada de honor en la actividad literaria.
Expresó su agradecimiento a la República Dominicana, en especial al Presidente, a Vergés y al embajador dominicano en Paraguay, Marino Berigüete.
“Este es, sin duda, un gesto, que mi país, el Paraguay, ciertamente no olvidará”, dijo Griffith.
Expresó que es un portador del cariño, afecto sincero y el agradecimiento del presidente paraguayo, Horacio Cartes, para la República Dominicana.
El acto. La apertura se inició con los himnos nacionales de la República Dominicana y del Paraguay, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Nacional, dirigido por Elionai Medina.
Previo, el jefe de Estado junto a la vicepresidenta, Margarita Cedeño, procedió a desvelizar un óleo en honor a René del Risco Bermúdez, a quien se dedica la Vigésima Feria Internacional del Libro.
También fue proyectado un audiovisual alusivo a la vigésima edición ferial, para luego cortar la cinta.
El discurso central estuvo a cargo del ministro de Cultura, Pedro Vergés, quien destacó que durante la celebración de la presente Feria llegó la hora de devolver al libro el primer plano y volver a los orígenes de ese importante evento.
Vergés citó algunas de las innovaciones introducidas en esta vigésima edición, en la cual se hace énfasis en el libro y el fomento de la lectura.
En su intervención sostuvo que se ha trabajado, consciente de que la política cultural del Estado necesita colocarse a la altura de la complejidad alcanzada por la sociedad dominicana en las últimas décadas.
“Nuestro país ha experimentado una transformación en cierto modo inesperada, o imprevisible; una transformación que nos ha convertido en algo muy distinto de lo que muchos alguna vez pensamos qué sería a estas alturas”, dijo.
Estimó, además, que la celebración de esta Feria no es un hecho cualquiera, sino una oportunidad de renovar la fe “en nuestro destino, de reafirmar nuestra permanencia a un ámbito cultural del que no deseamos separarnos, y de dar testimonio de una dominicanidad”.
Vergés dejó claro que al devolver la Feria a sus orígenes, de rescatarla de una evolución que la había distanciado de su propósito inicial de acercarse al libro, no se desconocen los aportes de quienes trabajaron antes.
Explicó que reunir en un mismo espacio diversas manifestaciones artísticas tendía a desvirtuar la esencia del asunto, y se convertía en un acontecimiento en el que el libro perdía presencia y significación.
Indicó que el libro quedaba en un plano secundario, “para nada acorde con su importancia y con su jerarquía”.
En el acto habló, además, el ministro de Cultura de Paraguay, Fernando Griffith, quien agradeció a las autoridades dominicanas la distinción de concederle a su nación ser la invitada de honor en la actividad literaria.
Expresó su agradecimiento a la República Dominicana, en especial al Presidente, a Vergés y al embajador dominicano en Paraguay, Marino Berigüete.
“Este es, sin duda, un gesto, que mi país, el Paraguay, ciertamente no olvidará”, dijo Griffith.
Expresó que es un portador del cariño, afecto sincero y el agradecimiento del presidente paraguayo, Horacio Cartes, para la República Dominicana.
El acto. La apertura se inició con los himnos nacionales de la República Dominicana y del Paraguay, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Nacional, dirigido por Elionai Medina.
Previo, el jefe de Estado junto a la vicepresidenta, Margarita Cedeño, procedió a desvelizar un óleo en honor a René del Risco Bermúdez, a quien se dedica la Vigésima Feria Internacional del Libro.
También fue proyectado un audiovisual alusivo a la vigésima edición ferial, para luego cortar la cinta.
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