martes, 13 de diciembre de 2016

Radiaciones en medicina / Antonio Almonte

Radiaciones en medicina

Antonio Almonte - 13 de diciembre de 2016
aalmonteEl mundo médico dominicano se va llenando rápidamente de fuentes de radiaciones; radiaciones que se utilizan tanto para procedimientos de diagnóstico, como para tratamientos de pacientes.
También en la industria, en la minería, en los servicios, y en la seguridad o inspección de mercancías, de embalajes y hasta de pasajeros en aeropuertos y puertos del país se utilizan -cada día en mayor proporción – fuentes emisoras de radiaciones ionizantes.
Las radiaciones ionizantes son, por ejemplo, los rayos X, los rayos gamma, y los haces integrados por partículas como electrones, protones y partículas alfa, todas de amplio uso en la práctica clínica internacional. En nuestro país se aplican haces de electrones todos los días en tratamientos de radioterapia de cáncer. Las partículas alfa no se utilizan aquí pero serian de gran ayuda para tratamiento de cáncer ocular, en el rostro y otros lugares superficiales. Los haces de protones en radioterapia esta en extensión en el mundo, pero, como veremos otro día, requieren desarrollos técnicos y de economía todavía muy lejos de nuestra realidad.
Las radiaciones emitidas por las antenas de telefonía celular, de televisión y ondas de radio, así como las que emanan de las líneas de transmisión de electricidad a alta tensión son de otro tipo, y se definen como radiaciones no ionizantes. No ionizantes significa que no ionizan, no dividen o fracturan células o componentes principales de las mismas y, consecuentemente, tienen muy poco impacto evidente en la población celular y los tejidos del cuerpo humano. Sin embargo, las investigaciones científicas experimentales advierten que la absorción de gran cantidad de ese tipo de radiaciones podría relacionarse con el desarrollo de patologías peligrosas, incluyendo cáncer, en el largo plazo. Por esa razón, en la mayoría de los países, organismos como INDOTEL, no solo regulan las telecomunicaciones en su dinámica comercial, sino también en lo relativo a los perjuicios potenciales a la salud de los ciudadanos por causa de las radiaciones no ionizantes (ondas electromagnéticas de baja frecuencia) generadas por las miles de antenas y cables. Sobre ese punto volveremos en un próximo artículo.
En lo que va de siglo 21 la medicina diagnostica y terapéutica dominicana ha cambiado sustancialmente su faz y su esencia. Antes, por décadas ese mundo era monótono y atrasado, ahora los nuevos instrumentos son sofisticados: aceleradores lineales, tomografía por emisión de positrones (PET), gammagrafía, ciclotrón, radiocirugía, braquiterapia intracavitaria ginecologica, y las tomografías con rayos X y por resonancia magnética nuclear.
Todas son técnicas altamente eficaces, basadas en la emisión y aplicación de radiaciones ionizantes – excepto la resonancia magnética nuclear – que inciden sobre los pacientes y, posiblemente, sobre médicos y personal paramédico. Esta interacción puede ser extremadamente beneficiosa para los pacientes y para la sociedad, pero también comporta graves riesgos que es preciso conocerlos y controlarlos. Seguiremos con el tema.
http://acento.com.do/2016/opinion/8410056-radiaciones-en-medicina/
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Antonio Almonte

Detalles

Actual Director Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía del PRM. Graduado en física y en ingeniería nuclear (Madrid y Londres).

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