¿Qué pasaría con Corea del Norte si China le retirara su apoyo?
- 7 enero 2016
"China cree firmemente en que la península de Corea debería estar desnuclearizada y en que se debería evitar la proliferación nuclear para mantener la paz y la estabilidad en el noreste de Asia".
Son palabras de Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Exteriores de la República Popular de China.
La funcionaria habló para la prensa este miércoles, después de que Corea del Norte asegurara que probó con éxito su primera bomba de hidrógeno.
Así, Pekín condenó "con firmeza" la prueba que hasta el momento no ha sido confirmada de forma independiente y que ha sido objeto del rechazo casi unánime de la comunidad internacional, inluyendo el del Consejo de Seguridad de la ONU, que podría adoptar nuevas sanciones contra la nación asiática.
"Urgimos a la República Popular Democrática de Corea -Corea del Norte- que honre su compromiso para la desnuclearización y que cese cualquier acción que podría deteriorar la situación", dijo Hua Chunying.
Estas declaraciones refuerzan, según varios expertos e institutos especializados en estudios geopolíticos, la teoría de que China está perdiendo la paciencia con su aliado histórico.
Pero, ¿qué otras señales existen de ello?
Y ¿por qué sigue Pekín apoyando a Corea del Norte, un paria en el escenario internacional?
Aliados históricos
China es el único aliado importante de Corea del Norte.
Su relación se remonta a la Guerra de Corea (1950-1953), cuando Pekín envió tropas a la península para ayudar a Pyongyang a combatir a Corea del Sur, quien contaba con la ayuda de Estados Unidos y Naciones Unidas.
Desde entonces, China ha apoyado política y económicamente a los líderes norcoreanos: Kim Il-sung (1912-1994), Kim Jong-il (1941-2011) y Kim Jong-un (1983-).
"Hoy lo sigue apoyando para evitar el colapso de su régimen y las consecuencias que esto tendría para China", subraya Temtsel Hao, del servicio chino de la BBC.
"Y es que si eso ocurriera, Pekín tendría que lidiar con miles de refugiados que llegarían a su territorio", explica.
En vista de ello, el Centro de Estudios James Martin para la No Proliferación, con sede en California (Estados Unidos), asegura que ya en 2006 China empezó a construir una alambrada en su frontera común en 2006.
"Además, una parte de la sociedad china -aquellos de ideología de izquierda y nacionalista- sigue simpatizando con el régimen norcoreano", añade.
Aunque una encuesta llevada a cabo por la BBC en 2014 señala que el 20% de la población china considera positiva la influencia de Corea del Norte, mientras el 46% la cree negativa.
"Y sobre todo Corea del Norte dejaría de ser la zona de amortiguación que es ahora", señala el periodista.
Se refiere a que su territorio se interpone entre los 30.000 militares de EE.UU. asentados en Corea del Sur y China.
"Pekín no quiere tener tropas estadounidenses tan cerca".
Discrepancia nuclear
Sin embargo, el presidente chino Xi Jinping discrepa de la política nuclear de su aliado y su país participa en las conversaciones a seis bandas para que Corea del Norte se desnuclearice.
De acuerdo con el Centro para los Estudios Estratégicos (Washington, EE.UU.), Xi teme que una proliferación nuclear de Corea del Norte lleve a hacer lo propio a Corea del Sur, Japón e incluso Taiwán.
Así, Pekín ha reaccionado con contundencia ante las pruebas y los lanzamientos de proyectiles de largo alcance de Pyongyang de los últimos años.
Por ejemplo, después de una prueba nuclear en 2006, China dio su visto bueno a la resolución 1718 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que endurecía las sanciones económicas al régimen de Kim Jong-un.
Actuó de forma similar cuando Pyongyang lanzó proyectiles de largo alcance en 2009.
Y ante la prueba nuclear que llevó a cabo Corea del Norte en febrero de 2013, China convocó al embajador norcoreano para que diera explicaciones, apoyó más sanciones económicas, limitó los suministros energéticos para su aliado y pidió un nuevo diálogo para la desnuclearización.
"China ve a Corea del Norte más como un riesgo que como un aliado", aseguró Shen Dingli, decano asociado de la Universidad Fundan de Shanghái al medio digital International Business Times.
Además, según los expertos hay otras señales del deterioro de la relación de ambos países.
Señales del deterioro
Por ejemplo, Pekín mostró su enfado cuando Kim Jong-un ejecutó a su tío, Jang Song-thaek, una figura muy cercana a China, tras acusarlo de querer dar un golpe de estado.
"Por su parte, Pyongyang se molestó cuando en julio de 2014 el presidente chino Xi Jingping visitó Corea del Sur antes que Corea del Norte", señala Temtsel Hao, del servicio chino de la BBC.
Ya un mes antes Pekín y Seúl habían firmado un tratado de libre comercio, estrechando así sus lazos.
Pero "la República Popular Democrática de Corea está acostumbrada a estar diplomáticamente rodeada, así que no es precisa la idea de que Kim Jong-un está aterrorizado por la relación de Corea del Sur con Xi Jinping", aclara a BBC Mundo Adam Cathcart, profesor de historia de China en la Universidad de Leeds (Reino Unido) y editor jefe de la página web Sino-NK, especializada en la relación entre ambas naciones.
Los expertos también vieron signos de "crisis" entre China y Corea del Norte en el desfile militar celebrado en Pekín el 3 de septiembre del año pasado para conmemorar el fin de la Segunda Guerra Mundial.
En él, la presidenta surcoreana Park Geun-hye se mantuvo constantemente cerca de su homólogo chino Xi Jinping, mientras el líder norcoreano Kim Jong-un fue colocado en uno de los últimos lugares destinados a los dignatarios invitados al evento.
Esa fue la razón para que el régimen de Pyongyang no invitara a las autoridades chinas a los actos del 70 aniversario del Partido de los Trabajadores el 10 de octubre pasado, añaden los expertos.
"Colapso"
Pero ¿qué ocurriría si la relación se deteriorara del todo y China dejara de apoyar a Corea del Norte?
"La situación sería similar a cuando la Unión Soviética de Nikita Kruschev retiró su apoyo a Pekín, después de que éste probara su primera bomba nuclear en 1964", dice Temtsel Hao, del servicio chino de la BBC.
"China tuvo que devolver todos los préstamos económicos y sufrió una hambruna", recuerda.
Así que cree que a Corea del Norte le esperaría un destino similar.
Y es que Pekín proporciona a Pyongyang el 90% de su combustible.
Además, el 57% de las importaciones de Corea del Norte provienen de su aliado histórico y a él destina el 42% de sus exportaciones.
Los expertos creen que Corea del Norte hace frente a su déficit comercial de miles de millones de dólares con los subsidios chinos.
"Así que si eso terminara supondría un desastre para Pyongyang", asegura.
Sin embargo, expertos consultados por BBC Mundo y otros investigadores de centros de estudios ven esa posibilidad muy remota.
"La idea de que los chinos darán la espalda a los norcoreanos es claramente incorrecta", dice Adam Segal, del Consejo de Relaciones Exteriores, una organización independiente de investigación geopolítica.
Primero, tienen un acuerdo militar vigente hasta 2021, que ya han renovado dos veces.
Además, el 1 de septiembre del año pasado Pekín inauguró una nueva línea de trenes de alta velocidad con el objetivo de aumentar la capacidad de transporte entre China y Corea del Norte.
"Pekín claramente no va a abandonar su hermética defensa de Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad(de la ONU) cuando se trate de refugiados o de violaciones de derechos humanos", asegura a BBC Mundo Adam Cathcart, editor jefe de la página web Sino-NK.
Es una noción inflada por la ilusión de Occidente, dicen los expertos.
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