Las seis pequeñas revoluciones que podrían cambiar Corea del Norte
Bárbara Barón
Viernes, 09 de octubre del 2015 - 17:47
Corea del Norte se prepara para celebrar el 70 aniversario de una de las dictaduras más herméticas y atroces del mundo.
Carreteras llenas de BMW, pequeños mercados privados o la apertura de un nuevo aeropuerto eran impensables hace algunos años.
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Corea del Norte se prepara para una lujosa celebración por el 70 aniversario del Partido de los Trabajadores. 70 años de una dictadura que se considera de las más herméticos y feroces del mundo y que ha lastrado el desarrollo de la sociedad.
A pesar de la pobreza y el aislamiento al que viven sometidos en este país asiático, poco a poco se van introduciendo en el régimen pequeños avances impensables hasta hace unos años.
Estas son las seis pequeñas revoluciones que podrían cambiar, al fin, Corea del Norte:
1. Durante el día se ven pequeños paneles solares en algunos balcones. Los ciudadanos puentean los recursos oficiales y toma literalmente el poder de la energía en sus manos.
2. La población cultiva sus propios alimentos y comercia con ellos, es decir, en mercados privados qyue son tácitamente reconocidos por las autoridades.
3. Además, algunas empresas se comportan como organizaciones capitalistas y ofrecen a los directivos la posibilidad de tener beneficios: ellos reciben una porción privada y el Estado recibe su porción pública.
4. La porosa frontera con China en el norte permite que todo tipo de bienes entren en el país. En las tiendas de Pyongyang, hay productos occidentales disponibles para aquellos que se los pueden permitir.
5. El régimen norcoreano invirtió grandes sumas de dinero en un nuevo aeropuerto en Pyongyang. El objetivo es facilitar la llegada de millones de visitantes que dejarán en el país dólares y euros. Sin embargo, las autoridades siguen siendo muy desconfiadas con los extranjeros
6. Han desaparecido las carreteras largas y vacías, completamente libres de tráfico más allá del peculiar carro con un buey. En la actualidad hay atascos en Pyongyang y carreteras obstruidas por vehículos chinos, pero también BMW y Volkswagen.
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