Martes, 28 de julio del 2015
Turquía inicia su lucha contra el 'EI', pero su verdadera guerra es contra los kurdos
Han tenido que pasar varios meses para que al final Turquía decidiese unirse a la coalición que lucha contra el Estado Islámico. Sin embargo, el papel que Ankara ha desempeñado antes y después de aliarse contra aquellos que combaten el tan ansiado califato del grupo terrorista, podría responder más a una cuestión de maquillaje internacional que a un repentino cambio en sus prioridades.
Hasta la fecha, el Gobierno de Tayyip Erdogan se ha destacado más por su represión contra el pueblo kurdo que combate al Estado Islámico en la fronteriza región siria de Kobane, que en su lucha contra los fundamentalistas del grupo terrorista.
De hecho, varios medios de comunicación internacionales se han hecho eco de las facilidades con las que se encuentran los yihadistas a la hora de cruzar la frontera turca con Siria.
El canal de televisión francés M6 emitió un reportaje en el que se observaba como jóvenes franceses reclutados por el Estado Islámico se asentaban en la frontera turca con Siria y en la prensa suiza se publicó que las autoridades de Ankara habrían permitido el paso de 10.000 yihadistas hacia Siria e Irak.
Incluso en los medios de comunicación turcos se llegó a publicar una fotografía del comandante del 'EI', Abu Muhammad, siendo atendido en un hospital de la provincia de Hatay, en el sur de Turquía.
La oposición turca apunta también en este sentido e incluso llegan a acusar al Estado de connivencia con los yihadistas, a los que habrían prestado apoyo logístico, armamento y entrenamiento.
El diario británico 'The Guardian' asegura que existe una estrecha relación entre Ankara y la organización terrorista, la cual le habría vendido el petróleo que usurpa de los terrenos que controla, según documentación encontrada en la residencia de Abu Sayyaf, un alto mando del 'EI' asesinado por las tropas estadounidenses a mediados de mayo.
Turquía aprovecha para acabar con la tregua
Tayyip Erdogan ha decidido mostrar todas sus cartas y ha puesto punto y final a la tregua que mantenía con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), más allá de algunos choques esporádicos, desde el año 2013.
El primer ministro turco ha anunciado que seguirá con los ataques sobre el norte de Irak y Siria y espera que la OTAN dé el visto bueno a las operaciones.
Turquía pasa así de apoyar en la sombra al Estado Islámico a permitir que Estados Unidos utilice una de sus bases militares en el país para atacar el grupo terrorista y de paso aprovecha para declararle la guerra al PKK, que al mismo tiempo que lucha contra los yihadistas reivindica su independencia de Turquía.
El 'sultanato' de Erdogan bajo peligro
La presencia turca en el conflicto responde a intereses geoestratégicos e imperialistas. Además de los excesos sufridos históricamente por el apátrida pueblo turco a manos de los Estados en los que se asientan, Ankara observa con preocupación cómo los combatientes del PKK se han convertido en una fuerza muy a tener en cuenta después de haber mantenido a raya a los terroristas del Estado Islámico durante varios meses de ataques.
Tayyip Erdogan teme que el cada vez más debilitado Gobierno de su rival Bashar al-Asad no pueda detener el avance del pueblo kurdo que actualmente se asienta en Kobane y en las áreas de alrededor, todas ellas colindantes con territorio otamáno, gestionadas bajo un autogobierno del pueblo.
Las pasadas elecciones de junio significaron un duro golpe para el 'sultanato' que hasta entonces regentaba el primer ministro turco. Los resultados no fueron como él esperaba. Tras trece años obteniendo mayorías absolutas, en los pasados comicios, aunque su conservador Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) fue el más votado, su influencia en el Parlamento decayó.
La pírrica victoria vino acompañada además de la irrupción por primera vez en en el hemiciclo de la izquierda kurda. El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se convirtió en la cuarta fuerza más votada, obteniendo 78 diputados (12,5%).
Por ello, Erdogan habría recrudecido todavía más sus políticas contra los kurdos en busca de ese apoyo de los nacionalistas que tanto echó de menos en las pasadas elecciones.
Detenciones
Precisamente, después de los comicios en los que Erdogan perdió por primera vez la mayoría absoluta en trece años, su Gobierno ha iniciado una dura represión sobre las numerosas protestas que se han producido en todo el país.
Coincidiendo con el acuerdo entre Turquía y Estados Unidos para su implicación en la lucha contra el Estado Islámico, unas 900 personas han sido detenidas por su supuesta implicación con los yihadistas del 'EI'.
Sin embargo, la mayoría de los detenidos pertenecían al Frente-Partido de Liberación Popular Revolucionario (DHKP-C), y al PKK. Los arrestos se produjeron, según las autoridades de Anakara, como respuesta a la muerte de dos policías turcos a manos del PKK, quienes explicaron como ambos agentes colaboraron con el 'EI' en el devastador ataque que hace una semana acabó con la vida de más de 30 activistas en la región de Suruc, en el sureste de Turquía.
Una tesis compartida por el opositor Partido Republicano del Pueblo, el cual ha denunciado ante la opinión pública que los Servicios de Inteligencia turcos estaban al tanto de dicho atentado, acusándoles de no haber hecho nada para evitarlo.
La cuestión kurda
El pueblo kurdo está repartido por Tuquía, Irak, Irán y Siria, además de un pequéo enclave en Armenia y está conformado por alrededor de 50 millones de personas. La cuestión kurda data de finales de la PrimeraGuerra Mundial, cuando las potencias vencedoras se repartieron OrienteMedio.
Los kurdos son en su mayoría musulmanes suníes. No obstante, todavía una parte importante profesa el yazidismo, una antigua religión con influencias islámicas y considerada por el 'EI' como una derivación de creencias diabólicas, de ahí el antagonismo que ambos actores representan en el conflicto.
Actualmente, quince millones de kurdos viven en Turquía y el ejemplo de su pueblo, luchando y frenando al Estado Islámico, puede resultar tentador para ellos, que ansían la autogestión, y peligroso para Ankara, que no solo lucha con el cuchillo entre los dientes para evitar esa independencia, sino que demás mantiene sus viejas pretensiones de anexionarse la región kurda del norte de Siria, rica en petróleo.
http://noticias.lainformacion.com/disturbios-conflictos-y-guerra/guerra/turquia-inicia-su-lucha-contra-el-ei-pero-su-verdadera-guerra-es-contra-los-kurdos_g6jmvBNYWeLD3DvhnlgOn6/
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