lunes, 19 de diciembre de 2016

Izquierda o derecha, el futuro de RD - Eduardo Sanz Lovatón @SanzLovaton

Puntos de vista domingo, 18 de diciembre de 2016
Izquierda o derecha, el futuro de RD
Eduardo Sanz Lovatón
Francis Fukuyama en su libro “El fin de la Historia”, ilustra la visión de la victoria para la democracia liberal y capitalista sobre el comunismo y el control estatal en la economía. Era una forma de evaluar el final de la guerra fría con la caída del muro de Berlín y el descalabro del bloque soviético. Su tesis central era que la versión marxista del materialismo histórico era incorrecta y que el desarrollo normal de la sociedad mundial en el siglo XXI sería la de evolucionar en dirección a una democracia liberal y una hacia economía de mercado.
Esta tesis ha sido desmentida con la irrupción de las economías asiáticas, en especial el prolongado crecimiento económico de la República Popular China, la cual todavía es nominalmente comunista aunque desde el advenimiento de sus famosas reformas económicas, ya funciona de manera muy parecida a las economías capitalistas de occidente. El otro desmentir de la teoría de la primacía inevitable de la democracia liberal ha sido, por un lado, todas las autocracias religiosas que todavía gobiernan grandes regiones del mundo, y por el otro, los movimientos populistas que arropan países como Rusia, Turquía y regiones importantes de nuestra América.
La historia no se detuvo al ganar una ideología sobre las demás. La batalla por la historia continua entre diferentes ideologías. Detengámonos ahora a ver el término ideología, creado por el filósofo francés Destutt de Tracy, plasmado en su libro Idelogié y definámoslo como un conjunto de objetivos y prácticas que se perciben en común para lograr metas en beneficio de un conglomerado.
La República Dominicana no ha estado ausente de los debates ideológicos. Nuestros gobernantes y partidos han sido comunistas, liberales, populistas, dictatoriales, religiosos y anárquicos. Sin embargo, sí debemos admitir que este debate ideológico ha perdido rigor en los últimos 20 años en la política dominicana. Hoy es imposible hacer distinciones ideológicas entre nuestros partidos. Todo ha pasado a ser una mezcla indistinta, primero de las prácticas del neoliberalismo que nos abrazan a los mercados y acreedores que oxigenan nuestra economía con empréstitos; y segundo, de un populismo que permite subvenciones indiscriminadas a sectores de la población con la que se financia una precaria tranquilidad social. Ese populismo se representan en las subvenciones al mercado eléctrico, al cartel de los combustibles, a los empresarios en general y los portadores de las tarjetas de solidaridad por sólo mencionar algunos.
En ese panorama confuso es que debemos, postular por ideas que formen una ideología que motive el comportamiento de quienes aspiren a dirigirnos. Puesto que en lo que sí debemos estar todos de acuerdo es que la persecución del poder sin ideas que implementar es simplemente una carrera por obtener privilegios. Y peor aún, la carrera por el poder con ideas falsas o sostenidas sin convicción, son una estafa. Nos atrevemos a afirmar que las denominaciones de izquierda, derecha y el centro ya son obsoletas. Entendemos que las ideologías del siglo XXI deben tener elementos de cada una de las alas de pensamiento y deben tener otras orientaciones morales e identidad distinta. Por ejemplo, se puede creer del lado izquierdo en un esquema tributario que sea redistributivo al gravar más la riqueza inmóvil que el consumo indiscriminado, y al mismo tiempo del lado derecho, en un esquema migratorio firme que proteja nuestra integridad cultural. Otra circunstancia aparentemente contradictoria sería el creer desde el lado izquierdo que nuestra economía necesita protegerse de los esquemas de libre comercio que permiten indiscriminadas importaciones sin que se posibiliten necesarias exportaciones. Y al mismo tiempo creer desde el lado derecho que debemos lograr que los impuestos que gravan la actividad económica sean los más bajitos posibles para que no impidan el desarrollo.
En conclusión abogamos por las ideas en la política, sin ellas el personalismo la arropa. Estas ideas no deben ser etiquetadas en partidos de izquierda o de derecha, pues eso ya es mentira. Por eso, abogaremos por la ideología de la libertad, por la ideología de los resultados y por la ideología de la humanidad cristiana. No seamos de izquierda, no seamos de derecha, seamos del mañana que juntos debemos construir.
http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2016/12/18/447346/izquierda-o-derecha-el-futuro-de-rd

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