Las escenas inéditas que dejó la jornada de instalación de la Asamblea Nacional en Venezuela
- 6 enero 2016
Muchos venezolanos ingresaron este martes a la Asamblea Nacional como quien entra a un edificio recién construido que, por novedoso, genera asombro.
Pero estaban en la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, un palacio en el centro de Caracas construido hace siglo y medio.
Algunos se tomaban selfies, otros grababan el momento en que entraban y muchos más recorrían los pasillos con cara de asombro y alegría.
Incluso el exdiputado y excandidato presidencial opositor Henrique Capriles publicó en redes sociales un video en el que paseaba por el patio central y decía, emocionado y detrás de dos carteles gigantes de Hugo Chávez, "¡Estamos en la Asamblea! (…) ¡Son nuevos tiempos en Venezuela!".
Habrá que ver si son nuevos tiempos, porque el poder teórico de la AN no le garantiza un poder real, sobre todo cuando el gobierno ejerce una importante influencia en el resto de poderes del Estado venezolano.
Sin embargo, la jornada de instalación del Parlamento, donde la oposición será mayoría por dos tercios, dio pie para una buena cantidad de escenas inéditas en la historia reciente del país.
Palabras inéditas
La expectativa que generó la jornada estuvo a la altura de su condición histórica: muchos se preguntaban si de verdad la inauguración ocurriría, o si habría violencia entre chavistas y opositores en el centro.
Al final, el día transcurrió dentro de una relativa normalidad para el contexto venezolano: la mayoría del parlamento se juramentó e instaló.
Sin embargo, la tensión era inevitable y acabó produciéndose.
La escena más polémica del día se dio cuando opositor Julio Borges tomó el estrado principal para dar un discurso. Decenas de diputados chavistas se acercaron a él, enérgicos. Borges siguió hablando mientras le hablaban en el oído, le quitaban el micrófono. Al final los 54 diputados oficialistas decidieron retirarse del Hemiciclo, alegando que se violó la regulación al darle voz a Borges.
Pero los opositores siguieron hablando, y muchas de sus polémicas palabras se vieron en televisión –salvo en el canal estatal– por primera vez en un par de años.
Hablaron de la supuesta entrega de pasaportes diplomáticos a traficantes de droga, del "saqueo del país" y de los sobrinos de la presente primera dama y diputada Cilia Flores, acusados de narcotráfico en Estados Unidos.
"Puertas abiertas"
Las primeras palabras del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, cuando fue nombrado, fueron "puertas abiertas", en referencia a las decenas de periodistas que por primera vez en años entraron a la Asamblea Nacional.
Le respondieron con aplausos.
"Antes nos ponían frente a un televisor, pero ahora tuvimos acceso a todas las áreas del Hemiciclo", le dice a BBC Mundo la periodista política del diario Quinto Día, Estefanía Díaz.
Desde 2010, la Asamblea les prohibió entrar a los periodistas de medios no oficiales.
"Fue extraño, vimos cómo es la política realmente, cómo había un debate político entre oficialista y opositores, cosa que nunca había visto", dice Díaz.
A pesar de cubrir la fuente, la periodista dice que "nunca había visto el cielo raso de la Asamblea Nacional".
"¡Entrevisté a Diosdado Cabello!", resalta. "Yo no podía creer que estuviera hablando con él con tanta facilidad".
"La AN se volvió una historia que ya no se podía reportar", añade Pedro Pablo Peñaloza, veterano periodista político que dice, entre risas, tener "muchos cuentos desagradables" en su experiencia cubriéndola.
Pero el martes, asegura aliviado, el acceso fue distinto.
"Estar ahí, sin la presión ni el hostigamiento para hacer tu trabajo, fue motivo de alivio para muchos de los colegas".
Alrededores
Las calles aledañas al Palacio Federal están plagadas de paredes pintadas con la frase "este es territorio chavista".
Durante los últimos años, el centro de Caracas –cargado de afiches, consignas y monumentos chavistas– se ha convertido en una zona de tertulia y activismo del partido de gobierno, muchas veces promocionados por los ministerios que tienen sus instalaciones en la zona.
Cada vez que la oposición fue al centro para protestar o acompañar a un político opositor en un juicio o una sesión parlamentaria, los abucheos y a veces ataques de los simpatizantes chavistas eran casi un efecto inmediato.
Durante las protestas antigubernamentales de 2014 la oposición tenía prohibido, por ley, convocar manifestaciones en este lado de la ciudad.
La militancia opositora se refugió en el este de Caracas, la zona acomodada de la capital, que es gobernada por alcaldes opositores.
Pero el martes la situación fue distinta: decenas de simpatizantes opositores vestidos de blanco se reunieron, marcharon y acompañaron a sus diputados mientras entraban a la Asamblea.
Y se sometieron, una vez más, a los comentarios de los peatones chavistas que les decían cosas como "te van a quitar las pensiones" o "vete para el este, escuálido".
El miércoles hay sesión en el Parlamento venezolano. No se espera menos escaramuza.
Está pendiente la juramentación de tres diputados opositores de Amazonas cuya proclamación fue suspendida por el Tribunal Supremo de Justicia.
El miércoles, los símbolos quedarán a un lado; y la política real que le plantea no pocos obstáculos al proyecto opositor será la que domine las nuevas escenas.
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