Resultados 20-D | Sánchez aspira a sumar una mayoría alternativa al PP
César Luena recalca que el PSOE “aguanta” frente a la caída “histórica” del PP, destaca la distancia con los partidos emergentes e incide en que son la única "alternativa" a un Gobierno popular
ANABEL DÍEZ / JOSÉ MARCOS Madrid 20 DIC 2015 - 22:35 CET
El PSOE obtendría el 22,3% de los votos y 92 escaños en estas elecciones generales -110 en 2011- con el 82% de sufragios escrutados. El partido que más elecciones generales ha ganado con un 50% de victorias -6 de 12- y el que más años ha gobernado España desde la restauración de la democracia -21, de los que 14 corresponden a la etapa como presidente de Felipe González (1982-1996) y siete a la de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011)- lograría más de seis millones de votos.
Pedro Sánchez, el secretario general del partido y candidato a la presidencia del Gobierno, ha llegado a las 19.40 en coche a la sede del PSOE, sentado en el asiento del copiloto. El aspirante sigue el recuento de los votos en la cuarta planta de Ferraz. Con menos del 50% escrutado, el secretario de Organización del PSOE, César Luena,ha realizado un análisis positivo de las elecciones: "El PP se hunde en votos y escaños de forma histórica mientras el PSOE aguanta y queda mucha noche, estamos ahora mismo a cuatro puntos del PP. Además, marcamos distancias con los demás". La conclusión del número dos de los socialistas es que el Gobierno "está entre el PP y el PSOE, queda claro que nosotros somos la alternativa".
Las elecciones de 2011 marcaron un antes y un después para los socialistas, que perdieron cuatro millones de votos respecto a 2008 en el peor resultado de su historia en unas generales. El candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, se quedó en siete millones de sufragios (28,7%) y 110 escaños frente a los 186 de la legislatura anterior. Un resultado que, dada la coyuntura política cuatro años después, con dos nuevos partidos, "habría sido magnífico", reconocían antes del cierre de las urnas en la Ejecutiva socialista.
Los adversarios políticos del PSOE no han dejado de recordar a Sánchez ni un solo minuto que el tiempo de glorias y victorias de su partido no iba a recuperarse a partir de estas elecciones y que, además, su liderazgo iba a ser cuestionado tras los comicios. El PSOE y su secretario general no necesitaban tan machacón recordatorio toda vez que son conscientes de la trascendencia para ellos de estas elecciones. Durante las últimas semanas el pulso de la organización ha ido de menos a más hasta el punto de albergar en algunos momentos la esperanza de que con tantos cientos de miles de indecisos respecto a votar al PSOE, a Ciudadanos o a Podemos, el resultado final fuera aceptable para que la crisis no se posara de lleno sobre el partido.
El secretario general del PSOE ha superado el acoso sufrido a derecha e izquierda y se ha crecido al final, tras el cara a cara con el presidente del Gobierno, en el que salió el político agresivo que necesitaba ganar el debate para sobrevivir. Y lo ganó, tras acorralar a Mariano Rajoy con la corrupción y la desigualdad. http://politica.elpais.com/politica/2015/12/20/actualidad/1450615376_314978.html
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