Encuentro de Jon Sobrino con el Papa, refleja rescate de la ‘Iglesia de los pobres’ por el Vaticano
El Papa aborda las diferentes formas de sufrimiento: los migrantes, la cuestión ambiental, el hambre, los conflictos religiosos, la depresión que se instala en la sociedad, las familias que se ven dilaceradas y con las relaciones rotas.
Cristina Fontenele. SERVICIO DE ADITAL. En la celebración de los 50 años del Pacto de las Catacumbas, el Vaticano realizó el último sábado 14 de noviembre, un seminario en Roma para tratar sobre la actualidad de la propuesta firmada por 42 padres conciliares, en las Catacumbas de Domitilla, en 1965. En la ocasión, el teólogo español Jon Sobrino disertó sobre el impacto de este acuerdo en la Iglesia de hoy y sobre la urgencia de volver a la “Iglesia de los pobres”. El lunes 16, fue celebrada una Eucaristía en las Catacumbas, con la presencia del Papa Francisco, cuando entonces el renombrado teólogo de la liberación, ya censurado anteriormente por el Vaticano, se encontró con el Papa, que le recomendó: “continúe escribiendo”.
En su homilía durante el seminario, Sobrino resaltó que el Pacto de las Catacumbas se convirtió en el legado “secreto” del Concilio Vaticano II. Y citó los aspectos que más ayudaron a crear una corriente episcopal, como el hecho de que el Pacto fue reconocido en la Conferencia de Medellín [1968], donde los obispos llevaron en firme el clamor de los pobres. Sobrino se refirió al monseñor salvadoreño Oscar Romero, como “fiel a los pobres hasta el martirio”, y recordó a los mártires de laUniversidad Centroamericana (UCA), que por su vida y muerte, todavía generan esperanza. “Que su paz nos transmita a los vivos la esperanza, y que su recuerdo no nos deje descansar en paz”, destacó.
En su discurso, Sobrino agradeció también al Papa Francisco que, para él, a su modo, con humor y simplicidad, con dureza y con cariño, quiere reformar la Iglesia. “Ayudémosle, no sólo aplaudamos”, instó.
Jon Sobrino es sacerdote jesuita y desde 1957 reside en El Salvador, donde actúa como profesor de la UCA. Considerado una de las mayores referencia de la Teología de la Liberación latinoamericana, el teólogo es sobreviviente de la matanza de la UCA, que victimó a ocho personas, el 16 de noviembre de 1989, en un ataque realizado por las fuerzas militares de la dictadura salvadoreña. De acuerdo con Leonardo Boff, Sobrino escapó de la masacre por estar en Asia, dando un curso sobre Jesucristo, en el cual substituía al brasilero.
“Juntos nos formamos en Alemania y juntos hemos trabajado en la Teología, y fuimos compañeros también de tribulaciones, por causa de nuestro compromiso por la liberación de los oprimidos, a partir de la práctica de Jesús. Aunque distante está siempre cerca de mi corazón.”, revela Boff en su blog.
Francisco de Aquino Júnior, presbítero de la Diócesis de Limoeiro do Norte (Ceará) y doctor en Teología por la Universidad de Münster (Alemania), comenta a Adital la importancia del encuentro entre Jon Sobrino y el Papa Francisco. Según Aquino Júnior, el momento reunió a dos de las figuras más representativas de la Iglesia de los Pobres. “Sobrino es una de las referencias más importantes de ese movimiento, el teólogo más fiel a la causa de los pobres, un testimonio de la caminata de los mártires y una de las memorias más vivas de Oscar Romero”.
No significa decir que el Papa Francisco sea un adepto de la Teología de la Liberación, explica el padre Júnior, pero hay una sintonía evangélica grande entre el Papa y la Iglesia de América Latina, relacionada con el proyecto de la “Iglesia hacia afuera”, hacia las periferias. “Una Iglesia pobre y para los pobres, un proyecto de una Iglesia misericordiosa, que tiene en el corazón a los miserables del mundo. Iglesia que sale al mundo y enfrenta los problemas de la humanidad sufridora”.
El Padre Júnior observa que el encuentro entre el Papa y los teólogos de la liberación, como el ocurrido con Gustavo Gutiérrez, en mayo de este año, durante la 20ª Asamblea General de Cáritas Internacional, en Roma, implica el fortalecimiento de la Iglesia latinoamericana y la ampliación de los horizontes de la Teología de la Liberación. El Papa aborda las diferentes formas de sufrimiento: los migrantes, la cuestión ambiental, el hambre, los conflictos religiosos, la depresión que se instala en la sociedad, las familias que se ven dilaceradas y con las relaciones rotas. “Un conjunto de cuestiones, que obliga a la Iglesia a ensanchar los horizontes”, destaca.
El teólogo comenta que Francisco ha ayudado a la Iglesia a recuperar su compromiso con los pobres y ya no es tan extraño en las iglesias que se hable sobre esta temática, aunque haya una especie de “Cisma blanco” contra el Papa, en la Curia Romana. Significa decir que las propuestas del Papa son escuchadas, pero algunos sectores todavía no se vinculan totalmente con sus ideas.
El Padre Júnior señala también que estamos viviendo un Kairós, un tiempo privilegiado, con Francisco representando una señal del Espíritu Santo en la Iglesia y en el mundo. Puntualiza que el Papa tiene la tarea de imponer los procesos de renovación de la Iglesia, pero advierte que tal conducta es una tarea de todos. “Debemos movilizar a las parroquias y hacer resonar el grito de Francisco, comprometiéndonos con el sufrimiento humano y con las luchas de la sociedad. No sólo admirarlo, sino también asumir el compromiso, sin miedo de enlodarnos, de caernos y de accidentarnos en el camino”. Éste es el desafío actual, destaca Aquino Júnior, actualizar el Pacto de las Catacumbas y asumir a partir de los contextos sociales que, “donde quiera que alguien sufra, ningún cristiano puede dormir en paz”.
http://acento.com.do/2015/actualidad/8301493-encuentro-de-jon-sobrino-con-el-papa-refleja-rescate-de-la-iglesia-de-los-pobres-por-el-vaticano/
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