Un hombre le echa gasolina a su auto en una gasolinera de Petrobras en Rio de Janeiro en febrero. El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff aprobó un alza en los precios del combustible de 8%, empezando el 1 de febrero. VANDERLEI ALMEIDA/AGENCE FRANCE-PRESSE/GETTY IMAGES
Petróleo Brasileiro SA, PBR +0.59% la mayor empresa de Brasil por ingresos, ha perdido su calificación de grado de inversión de Moody’s MCO +0.20% Investors Service y está en peligro de sufrir rebajas de otras firmas en momentos en que enfrenta las consecuencias financieras de un escándalo de corrupción.
Para algunos inversionistas en bonos, este es el momento de comenzar a comprar. Eso se debe a que las empresas que se tambalean hacia el territorio de bonos chatarra —que en la jerga se denominan ángeles caídos— suelen registrar un aumento en el valor de su deuda luego de la rebaja conforme los inversionistas que buscan valores de altos rendimientos se abalanzan sobre esos bonos.
Si Standard & Poor’s o Fitch Ratings Inc. siguen el mismo camino, la petrolera será considerada un ángel caído pleno. S&P decidió el 23 de marzo mantener su calificación de grado de inversión. Fitch tiene a Petrobras a sólo un peldaño por encima del territorio chatarra.
Petrobras tiene unos US$56.000 millones en bonos en circulación y sería el mayor ángel caído desde al menos 2005, según datos de J.P. Morgan Chase JPM -0.08% & Co.
Eric Fine, que administra US$243 millones del Unconstrained Emerging Markets Bond Fund, de Van Eck Global, afirma que comenzó a comprar los bonos de la empresa “cuando pasaron a cotizar a precios que ya reflejan una rebaja”. Al 28 de febrero, el fondo de Van Eck tenía alrededor de 4% de sus activos en bonos de Petrobras, según documentos presentados ante los reguladores.
Una segunda rebaja de Petrobras también obligaría a los gestores de fondos limitados a deuda de grado de inversión a salir a vender, lo que causaría un reacomodamiento en un índice de J.P. Morgan que sigue el desempeño de bonos corporativos chatarra de mercados emergentes.
Petrobras constituiría casi 12% del índice, lo que llevaría a un pequeño grupo de gestores que siguen su desempeño a vender sus activos existentes para hacer lugar a los bonos de Petrobras.
“Será un emisor tan grande en el índice de altos rendimientos que creará ineficiencia y distorsiones en los mercados”, dice Samy Muaddi, gestor de portafolio de estrategias de bonos empresariales de mercados emergentes de T. Rowe Price Group Inc.TROW +0.20% La firma tiene menos en bonos de Petrobras de lo que estipula el índice.
La mayoría de los gestores de bonos de países en desarrollo sigue un índice más amplio que elabora J.P. Morgan y que incluye empresas de altos rendimientos y grado de inversión. Menos de US$100.000 millones invertidos en fondos están colocados según ese índice, señala el banco.
Otra rebaja está al acecho, mientras Petrobras intenta contener el impacto de una investigación sobre corrupción que llevó a la renuncia de la presidenta ejecutiva, Maria das Graças Silva Foster; el director de finanzas, Guilherme Barbassa; y otros cuatro altos ejecutivos. El enorme escándalo, que ha involucrado a políticos de alto nivel y numerosas empresas brasileñas, amenaza con reducir el crecimiento del país este año.
La empresa, que desde agosto no divulga resultados financieros auditados, ha quedado marginada de los mercados de capitales, por lo que se vio obligada a recortar la producción y desacelerar su expansión debido a sus problemas para generar efectivo.
Una rebaja no significaría necesariamente el beso de la muerte.
Cuando General Motors Co. GM +0.44% fue rebajada a chatarra en 2005, sus bonos subieron durante meses. Este año, los bonos soberanos de Rusia estuvieron entre los de mejor desempeño, a pesar de que el país perdió su calificación de grado de inversión.
Los precios de los bonos de Petrobras ya han caído drásticamente conforme su perfil de crédito empeoró y algunos inversionistas abandonaron el barco. La diferencia en rendimientos entre sus bonos y los del Tesoro de Estados Unidos, que se consideran libres de riesgo porque están respaldados por el gobierno estadounidense, se ha ampliado a niveles registrados sólo entre los bonos chatarra.
Sin embargo, han mostrado algunas señales de vida últimamente. El precio de la deuda de Petrobras que vence en marzo de 2024 ha subido 4% desde la rebaja de Moody’s a fines de febrero, a 96,1 centavos por dólar, según MarketAxess.
Algunos inversionistas apuestan a que el gobierno brasileño ayudará a la empresa de ser necesario. Petrobras tiene hasta fin de mes para divulgar sus resultados auditados. Si no lo hace podría desatar una cesación de pagos técnica sobre sus bonos, y los acreedores tendrán el derecho de reclamar el pago completo después de cierto tiempo.
Como fundamento de su decisión de no rebajar a Petrobras, analistas de S&P citaron “una probabilidad muy alta de un apoyo extraordinario del gobierno en un escenario problemático”. Como empresa independiente, afirmó S&P, la calificación de crédito de Petrobras sería de chatarra.
El miércoles, el Banco de Desarrollo de China le envió un salvavidas a Petrobras con un acuerdo de financiamiento de US$3.500 millones. Los inversionistas, sin embargo, son escépticos respecto de la capacidad de ese tipo de arreglos para cubrir su brecha de financiación en los próximos años.
En HSBC HSBC +0.86% Global Asset Management, los gestores eligieron algunos bonos de Petrobras entre noviembre y enero, tras evitarlos por cerca de un año, dice Guillermo Osses, director de portafolio de deuda de países emergentes. El destino de Petrobras está entrelazado con el de su país, agrega. HSBC gestiona US$149.000 millones en activos de mercados emergentes.
“Nos gusta el crédito”, afirma Jack Deino, director de gestión del portafolio de renta fija de mercados emergentes de Invesco Ltd. IVZ +0.68% , que administra unos US$809.000 millones en activos. Muchos inversionistas que están preocupados por las calificaciones ya vendieron sus activos de Petrobras, y los rendimientos actuales son atractivos para inversionistas que buscan tasas de interés altas.
En los últimos años, Petrobras aprovechó el apetito de los inversionistas por bonos de países en desarrollo y asumió mucha deuda. Desde 2011, ha aumentado su pasivo en 63% a US$135.000 millones hasta el tercer trimestre de 2014. Cerca de 60% de su deuda es en dólares, según Nymia Almeida, analista principal de Petrobras en Moody’s. Con la financiación extranjera, la empresa pudo incrementar la producción y descubrió importantes reservas petroleras.
Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado últimamente. Una desaceleración en China, un gran importador de commodities de Brasil, y el probable aumento de las tasas de interés de EE.UU. han golpeado la economía del país. El real se ha debilitado considerablemente a medida que empeora la balanza de pagos del país. Esto deja a Petrobras en una posición precaria: la cantidad de deuda que les debe a sus acreedores crece cada día que el real se deprecia frente al dólar.
Algunos gestores de inversiones mantienen distancia.
Jack Flaherty, un gestor de portafolio de GAM Unconstrained Bond Strategy, dice que el fondo no ha tenido bonos de Petrobras “de ninguna forma real” desde hace mucho tiempo. “Aún veo mucho riesgo en esta historia”, asegura. GAM administra más de US$124.000 millones en activos.
No obstante, considerando el enorme tamaño de los bonos de Petrobras, los gestores de mercados emergentes afirman que no pueden pasar por alto la compañía.
“La observo a diario, pensando en comprar y tratando de sentirme con confianza”, cuenta Flaherty. “Podría ser una oportunidad en algún momento pero ahora somos cautos”.