4 de febrero de 2021
Tiempo para Cambiar
Por APOLINAR VELOZ
Para nadie es un secreto que la competencia es muy limitada en RD, que las leyes son una referencia, que existe una corrupción generalizada y que las distorsiones de los mercados abundan (exenciones fiscales).
El incremento del endeudamiento público no ha impedido la contracción de las economías desarrolladas, emergentes, así como la de ingresos medianos y bajos impactada por la crisis sanitaria; la crisis económica es global. Si bien el incremento de la deuda se ha dirigido a apoyar la demanda, sus efectos parecieran efímeros, ya que el repago de la deuda pública limita el gasto público interno, la demanda agregada y el crecimiento económico.
De manera que, la pandemia genera incertidumbres alrededor de la recuperación económica, la que se refuerzan con el retraso de la adquisición de la vacuna y la discusión sobre su efectividad; lo que retrasa también la recuperación económica en todo el mundo, sobretodo por la carga financiera que se cierne sobre las familias cuando los gobiernos logren recomponerse financieramente.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el nivel de la deuda (pública y privada) en el mundo aumentó en US$9 trillones durante el 2019 y según estimaciones de Standard and Poor Global (S&P), para el 2020, la deuda mundial llegaría a 265% del PIB, para un aumento de 14 puntos porcentuales respecto del cierre del 2019, equivalente a un aumento de US$277 billones para el 2020, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IFI) (https://www.eleconomista.com.mx/economia/Deuda-mundial-sumara-200-bdd-en-el-2020-SP-Global-20201206-0065.html).
Asimismo, S&P Global proyecta que la recuperación de la economía mundial retornaría a la normalidad cuando el cociente deuda-PIB se estabilice para el 2023, es decir que aún falta camino por recorrer. En este sentido, la calificación de riesgo que calcula S&P Global para los países emergentes y subdesarrollados, indica que la mayoría de los países tiene una calificación de la deuda con perspectivas negativas respecto de su repago, por efecto de la crisis sanitaria.
Muchos países están esperanzados, incluyendo República Dominicana, con el regreso rápido a la normalidad. No obstante, la recesión en los países desarrollados, la incertidumbre sobre el acceso a las vacunas del mundo subdesarrollado y la incertidumbre sobre la duración de los efectos de las vacunas, auguran que la recuperación económica será un proceso lento.
La información que circula internacionalmente es preocupante. Klaus Cichutek presidente del Instituto Paul Ehrlich afirmó que los científicos no saben todavía el tiempo de protección de las vacunas (https://www.dw.com/es/coronavirus-la-inmunidad-de-la-vacuna-puede-durar-ocho-meses-o-más/a-56217461). Asimismo, existe incertidumbre sobre la duración de la creación de anticuerpos de las vacunas y que su efectividad es menor frente a la mutación del virus.
Por otro lado, los países de mayor desarrollo han adquirido una gran cantidad de vacunas, incluso por encima de las necesidades de su población, dejando con pocas oportunidades a los países de ingresos medios y bajos para entrar a ese mercado.
Según la Universidad de Duke, de los 6,800 millones de dosis de vacunas producidas contra el coronavirus, 3,700 millones han sido compradas por los países ricos. El organismo People’s Vaccine denunció “…que los países pobres se quedan atrás porque los países ricos les han aventajado” (https://www.abc.es/sociedad/abci-que-paises-compran-mas-vacunas-coronavirus-nsv-202012141636_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com). Canadá y el Reino Unido son los países mejor preparados, desde la perspectiva de la disponibilidad de las vacunas con 9.5 dosis por habitante. Luego le sigue Australia y Chile con 5.3 y 4.6 dosis por habitante, respectivamente.
Este panorama indica que el camino de la recuperación económica será relativamente prolongado en los países de ingresos bajos y de ingresos medios (grupo al que pertenece RD según los datos oficiales). La recuperación también depende de la estructura de los mercados domésticos (del nivel de competencia entre las firmas, la existencia de monopolios u oligopolios, la fortaleza institucional, el cumplimiento de las leyes, la existencia de una corrupción generalizada, entre otros).
Para nadie es un secreto que la competencia es muy limitada en RD, que las leyes son una referencia, que existe una corrupción generalizada y que las distorsiones de los mercados abundan (exenciones fiscales). A pesar de la recesión de las economías de los socios comerciales del país, el Banco Central, recientemente anunció que la economía dominicana crecerá a una tasa del 6% para el 2021 apoyadas por las política fiscal y monetaria adoptadas por la presente administración (Ver Espacio Pagado del BC en Diario Libre, febrero 1ro, páginas 12, 13 y 14).
Este anuncio es alentador puesto que la economía dominicana se espera que crezca para el 2021, aún cuando la espina dorsal de la economía, conformada por las zonas francas y el turismo, está severamente lastimada. Además, países como Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido, anunciaron su cierre (https://www.20minutos.es/noticia/4541515/0/europa-paises-duras-medidas-tercera-ola-covid-espana/), Francia endureció sus medidas contra el virus y Estados Unidos restringió los viajes provenientes de 26 países, así como de Brasil e Irlanda (https://www.dw.com/es/ee-uu-renovará-prohibición-de-entrada-a-viajeros-de-la-ue/a-56331365). De estos países proviene la mayoría de los turistas que visitan el país, pero aún así la economía crecerá significativamente en el 2021.
Las proyecciones de la tasa de crecimiento económico para el 2021 del FMI, indican que Estados Unidos crecería en 5.1% en el 2021, pero se espera que en el 2022 su crecimiento será de 2.5%. Un comportamiento similar tendrá la Zona Euro que crecerá a un ritmo de 4.2% en el 2021 y para el 2022 su tasa de crecimiento será de 3.6%. De la misma manera ocurrirá con China e India para el 2021-2022. América Latina, en cambio, se proyecta que crezca a un ritmo de 4.1% para el 2021, pero su ritmo de crecimiento se reduce a 2.9% en el 2022 (https://www.imf.org/en/Publications/WEO/Issues/2021/01/26/2021-world-economic-outlook-update).
El FMI proyecta que la recuperación económica será incompleta y desigual. El nivel de actividad global permanecerá bien por debajo del nivel del producto antes de la pandemia. La recuperación depende de la severidad de la crisis sanitaria, la extensión de los daños domésticos ocasionados por el COVID-19, la exposición de los efectos económicos entre países y la efectividad de las políticas para limitar el daño de la pandemia, (FMI, Panorama Económico Mundial, pág. 5, 2020).
Pese a este panorama económico mundial, según las proyecciones de crecimiento del BC la economía dominicana sobrepasará el crecimiento de la región, rompiendo con el dinamismo que exhiben economías con mejor organización de sus mercados e institucionalmente más fuertes como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.
Sin embargo, la presente administración del gobierno podría construir una plataforma para la reanudación de un crecimiento económico real y para lograrlo debe construir coherencia interna en su equipo económico. Esta tarea resulta ardua, al menos por el momento, debido a la diversidad de intereses que se anidan en el gobierno y además por la presión que ejercen algunos sectores sobre el diseño de las políticas públicas. No obstante, todavía hay tiempo para cambiar
https://acento.com.do/opinion/tiempo-para-cambiar-8909081.html
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