Deficiente sistema sanitario de Haití empuja pacientes hacia RD
Ante la abrumadora presencia de parturientas haitianas que buscan servicios en hospitales de Santo Domingo y de la zona fronteriza, hay sectores que reclaman controles porque esa asistencia gratuita impacta financieramente al Ministerio de Salud Pública, e incide en la tasa de mortalidad materna que registra el país.
En 2017 el gasto en salud por concepto de esa asistencia alcanzó los RD5,000 millones, pero la posibilidad de que esa atención disminuya es casi remota si se toman en cuenta las limitaciones sanitarias del vecino país, además de su extrema pobreza.
Para una población de 10.7 millones de habitantes Haití solo cuenta con 911 médicos, 3,018 enfermeras, 115 hospitales, y 7,375 camas. Alrededor de 125 secciones comunales no disponen de ningún establecimiento de salud.
La carencia de personal de salud es una de las grandes debilidades del sistema sanitario haitiano, pero en adición a esa dificultad también está la distribución desigual de ese recurso humano, según se explica en un Informe Estadístico sobre la Situación Sanitaria de Haití, presentado el año pasado por el Ministerio de la Salud Pública y la Población (MSPP) de ese país.
Sobre ese aspecto se plantea que el 80% del personal de salud ofrece servicios en los centros urbanos, en detrimento de la zona rural, donde vive el 50% de la población.
En cuanto al acceso a los servicios privados, el 80% de la población carece de seguro médico.
Y en términos de inversión pública los recursos que se destinan al MSPP son extremadamente deficientes, y de hecho las mayores partidas proceden de la cooperación internacional que en los últimos años ha disminuido las ayudas.
Del lado dominicano. En contraposición, solo en el sistema público de la República Dominicana hay 15,170 médicos, 1,881 pasantes de ley, 3,698 enfermeras, 10,101 auxiliares de enfermería, 191 hospitales entre municipales, periféricos, provinciales, regionales, especializados y de referimiento nacional, más de 8,000 camas, además de 1,830 Unidades de Atención Primaria.
Y en adición a esos establecimientos hay 122 clínicas que prestan servicios en todo el país y que están adscritas a la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip).
Atraídas por la gratuidad de los servicios públicos que se les ofrece en el país, las haitianas se desplazan hacia las principales maternidades de Santo Domingo y a los hospitales fronterizos. Esos periplos son supuestamente organizados por mafias que les cobran por trasladarlas hasta los hospitales locales.
Según los reportes del Servicio Nacional de Salud (SNS), en la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, son atendidas entre un 25% y 27% de embarazadas haitianas; en Santiago entre un 30% y un 35%, y en los hospitales fronterizos hasta un 80%.
En ese contexto cabe destacar que en el 2016 la tasa de mortalidad materna en Haití fue de 284 por cada 100,000 nacimientos en hospitales; y en el país, en el mismo período, fue de 168 muertes por cada 100,000 nacidos vivos.
Crisis financiera permanente en Haití. Los problemas financieros del vecino país impactan directamente su sistema de salud, que se nutre de tres fuentes: el Gobierno (6%), la cooperación internacional (64%) y los hogares (30%).
En un informe rendido en noviembre de 2017, sobre las Cuentas Nacionales de Salud de Haití, el MSPP deploró el escaso presupuesto que recibe para enfrentar pandemias como el VIH/Sida, la malaria y la tuberculosis, así como enfermedades no transmisibles como la diabetes y la hipertensión arterial.
Solo la incidencia de la tuberculosis en esa nación es de 194 por cada 100,000 habitantes.
La doctora Marie Gréta Roy Clement, ministra de Salud Pública, expresó al rendir el referido informe que la situación sanitaria de su país necesita más recursos, aunque si gestionan mejor los fondos procedentes de sus socios y del Gobierno “podemos garantizar una gestión más eficaz de nuestros principales problemas de salud pública”.
Pobreza en Haití. El vecino país es el más pobre del continente. Se estima que más de seis millones de haitianos viven por debajo de la línea de la pobreza y perciben al día, para sobrevivir, apenas 2 dólares; alrededor de 2.5 millones viven por debajo de la pobreza extrema, y sus ingresos al día no pasan de 1.2 dólares. La tasa de desempleo ronda el 40%.
República Dominicana es el destino natural de miles de haitianos que huyen de la miseria y buscan aquí mejores condiciones de vida.
En 2017 el gasto en salud por concepto de esa asistencia alcanzó los RD5,000 millones, pero la posibilidad de que esa atención disminuya es casi remota si se toman en cuenta las limitaciones sanitarias del vecino país, además de su extrema pobreza.
Para una población de 10.7 millones de habitantes Haití solo cuenta con 911 médicos, 3,018 enfermeras, 115 hospitales, y 7,375 camas. Alrededor de 125 secciones comunales no disponen de ningún establecimiento de salud.
La carencia de personal de salud es una de las grandes debilidades del sistema sanitario haitiano, pero en adición a esa dificultad también está la distribución desigual de ese recurso humano, según se explica en un Informe Estadístico sobre la Situación Sanitaria de Haití, presentado el año pasado por el Ministerio de la Salud Pública y la Población (MSPP) de ese país.
Sobre ese aspecto se plantea que el 80% del personal de salud ofrece servicios en los centros urbanos, en detrimento de la zona rural, donde vive el 50% de la población.
En cuanto al acceso a los servicios privados, el 80% de la población carece de seguro médico.
Y en términos de inversión pública los recursos que se destinan al MSPP son extremadamente deficientes, y de hecho las mayores partidas proceden de la cooperación internacional que en los últimos años ha disminuido las ayudas.
Del lado dominicano. En contraposición, solo en el sistema público de la República Dominicana hay 15,170 médicos, 1,881 pasantes de ley, 3,698 enfermeras, 10,101 auxiliares de enfermería, 191 hospitales entre municipales, periféricos, provinciales, regionales, especializados y de referimiento nacional, más de 8,000 camas, además de 1,830 Unidades de Atención Primaria.
Y en adición a esos establecimientos hay 122 clínicas que prestan servicios en todo el país y que están adscritas a la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip).
Atraídas por la gratuidad de los servicios públicos que se les ofrece en el país, las haitianas se desplazan hacia las principales maternidades de Santo Domingo y a los hospitales fronterizos. Esos periplos son supuestamente organizados por mafias que les cobran por trasladarlas hasta los hospitales locales.
Según los reportes del Servicio Nacional de Salud (SNS), en la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, son atendidas entre un 25% y 27% de embarazadas haitianas; en Santiago entre un 30% y un 35%, y en los hospitales fronterizos hasta un 80%.
En ese contexto cabe destacar que en el 2016 la tasa de mortalidad materna en Haití fue de 284 por cada 100,000 nacimientos en hospitales; y en el país, en el mismo período, fue de 168 muertes por cada 100,000 nacidos vivos.
Crisis financiera permanente en Haití. Los problemas financieros del vecino país impactan directamente su sistema de salud, que se nutre de tres fuentes: el Gobierno (6%), la cooperación internacional (64%) y los hogares (30%).
En un informe rendido en noviembre de 2017, sobre las Cuentas Nacionales de Salud de Haití, el MSPP deploró el escaso presupuesto que recibe para enfrentar pandemias como el VIH/Sida, la malaria y la tuberculosis, así como enfermedades no transmisibles como la diabetes y la hipertensión arterial.
Solo la incidencia de la tuberculosis en esa nación es de 194 por cada 100,000 habitantes.
La doctora Marie Gréta Roy Clement, ministra de Salud Pública, expresó al rendir el referido informe que la situación sanitaria de su país necesita más recursos, aunque si gestionan mejor los fondos procedentes de sus socios y del Gobierno “podemos garantizar una gestión más eficaz de nuestros principales problemas de salud pública”.
Pobreza en Haití. El vecino país es el más pobre del continente. Se estima que más de seis millones de haitianos viven por debajo de la línea de la pobreza y perciben al día, para sobrevivir, apenas 2 dólares; alrededor de 2.5 millones viven por debajo de la pobreza extrema, y sus ingresos al día no pasan de 1.2 dólares. La tasa de desempleo ronda el 40%.
República Dominicana es el destino natural de miles de haitianos que huyen de la miseria y buscan aquí mejores condiciones de vida.
http://hoy.com.do/deficiente-sistema-sanitario-de-haiti-empuja-pacientes-hacia-rd/
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