El régimen de Caracas dijo haber reiniciado transferencias de intereses por bonos de deuda soberana de 2019 y 2024 por casi 200 millones de dólares, en intento por disipar dudas sobre posible entrada en bancarrota.
Asimismo, la petrolera estatal PDVSA informó que ya efectuó el pago de los intereses demorados por el bono PDVSA 2027, así como el pago por capital de PDVSA 2017 y 2020, los cuales fueron "realizados con éxito".
"A pesar de las especulaciones, informamos: se ha iniciado la transferencia de los intereses de los bonos soberano 2019 y 2024, por 199,6 millones de dólares. Nuestro Gobierno sigue cumpliendo sus compromisos y ratifica el llamado a renegociación de la deuda externa venezolana", dijo el Ministerio de Economía y Finanzas a través de su cuenta de Twitter.
Este 14 de noviembre, la calificadora rebajó la deuda soberana de Venezuela en moneda extranjera a "default" (suspensión de pagos), debido a que no se había concretado el pago de intereses de esos dos bonos. PDVSA también informó por Twitter el pago de intereses del bono PDVSA 2027 y el capital de PDVSA 2017 y 2020, cuyo retraso había activado las alarmas sobre la capacidad de pago de la empresa, aunque no dio detalles de la operación.
Sin embargo, las dudas sobre la capacidad de pago del país se mantienen desde que el presidente Nicolás Maduro anunció un proceso de renegociación de la deuda externa, las cuales aumentaron cuando los tenedores de bonos de la deuda se reunieron en Caracas para conocer el plan de reestructuración, pero no recibieron una propuesta formal.
Monto a refinaciar: más de 90.000 millones de dólares
Los inversionistas escucharon un discurso del vicepresidente Tareck El Aissami en el que responsabilizó de la actual situación al presunto "bloqueo financiero" de Estados Unidos, debido a las sanciones aplicadas que prohíben negociar nuevas emisiones de la deuda venezolana, y al líder legislativo y opositor Julio Borges, al que acusó de solicitar sanciones contra Venezuela.
El monto a refinanciar por la deuda convertida en papeles de la república y de PDVSA es de más de 90.000 millones de dólares, alrededor de la mitad del total de la deuda externa. Hasta ahora el Gobierno había pagados puntualmente las obligaciones, pero la caída de los ingresos petroleros y las dificultades de una economía en recesión e hiperinflación obligaron a buscar otras condiciones de pago, con plazos más largos, cuando Maduro mira hacia una reelección en los comicios presidenciales de 2018.
JOV (dpa, efe, Forbes)
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EL BOOM DE LOS JUEGOS DE AZAR EN VENEZUELA: UNA SALIDA A LA CRISIS
Carreras de caballos
Apostar a las carreras de caballos es una de las alternativas preferidas por los venezolanos para intentar hacer dinero fácil y rápido. En esta foto tomada en el Hipódromo La Rinconada, en Caracas, los jinetes compiten con un barrio de fondo. Los barrios son la versión venezolana de las favelas brasileñas. Ahí, cientos de miles de personas viven en condiciones muy precarias
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Sin perderse un detalle
El Hipódromo de La Rinconada es especialmente visitado los fines de semana, cuando se disputan las carreras. Vale la pena llevar binoculares para seguir el caballo al que se le apostó quizás los últimos bolívares de la quincena. La tensión aumenta y la algarabía no se hace esperar.
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La voz del fanático
Las carreras de caballos son especialmente populares entre los hombres, quienes aúpan a su favorito con gritos, frases y una combinación de chasquidos de los dedos con repetidos besos al aire. Pocos se quedan callados mientras su dinero cabalga en un pura sangre.
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La gaceta es la biblia
La gaceta y un bolígrafo son las armas principales de los apostadores de caballos en Venezuela. La gaceta, una revista llena de estadísticas y el programa de las carreras, es una especie de biblia hípica. El hipódromo le da también la bienvenida a niños, quienes en poco tiempo aprenden el arte de "ligar" caballos, como se le dice en Venezuela a invocar la victoria.
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Comiendo "a la carrera"
Un corredor de apuestas come su almuerzo en el Hipódromo La Rinconada rodeado de dinero, cerveza y formularios de apuesta. No hay tiempo para descuidar el trabajo y mucho menos la posibilidad de hacer dinero. Las pilas de billetes en la mesa son una muestra de la alta inflación en el país, la cual, según el Fondo Monetario Internacional, será de más de 650% en 2017 y más de 2.300 % en 2018.
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El hipódromo en casa
No hace falta ir hasta el Hipódromo La Rinconada cuando se pueden ver las carreras en la televisión desde la comodidad del barrio. Tampoco hace falta quedarse callado. Los gritos de apoyo al caballo escogido inundan la habitación, ¿y podrían quizás llegar hasta el hipódromo?
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Contar billetes para contar con suerte
Un hombre apila bolívares sobre una gaceta hípica a las afueras de Caracas. El dinero irá al caballo que probablemente le dará una gran alegría, aunque sea momentánea.
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Apuesta ganada
Eduardo Liendo, de 63 años, y quien vive en un auto chatarra, cuenta con paciencia el dinero que ganó en "los animalitos", un juego de azar que se ha vuelto muy popular en Venezuela como escape de la crisis económica.
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La fiebre de "los animalitos"
La gente hace fila en un barrio en las afueras de Caracas para apostar a "los animalitos". El juego consiste en acertar uno o varios de los 38 animales disponibles en un afiche, cada uno con número. Algunas de las opciones son la ballena, el toro y el alacrán. Son ocho sorteos diarios y por cada 100 bolívares apostados se ganan 3.000.
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La salvación de "los animalitos"
Los venezolanos han sido tradicionalmente grandes apostadores, desde carreras de caballos hasta juegos de lotería. Pero "los animalitos" se ha convertido en una fiebre sin precedentes para obtener efectivo, incluso niños apuestan a diario. No es sorpresa que el juego se haya convertido en una de las alternativas predilectas para hacer frente a la crisis, en particular a la escasez de comida.
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