Foto: Acento.com.do/Archivo/Antes, cuando el ajo era insignia de Constanza, producían 10,000, 15,000 y hasta 18,000 tareas de tierra. Pero cada año a ese municipio de la provincia La Vega le arrebatan el escudo y se lo entregan a China o Estado Unidos o cualquier otro país desde donde procede el ajo que compran unas cuantas empresas que importan ajo y que lo venden a precio de lujo. |
Al valle de Constanza le quitaron el ajo, su columna vertebral, ahora es “un pueblo quebrado”
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando se vaya a hablar de Constanza como una de las zonas de mayor aporte agrícola del país, habrá que excluir la producción de ajo, que pasó de ser el bulbo distintivo del valle a un rubro que va camino a la desaparición.
‘‘Constanza es ahora un pueblo totalmente quebrado. Hicieron lo que nunca se había hecho: nos quitaron el ajo y están explotando a los 10 millones de habitantes del país’’, es el análisis que hace Humberto Collado, cultivador durante más de 38 años en esa zona montañosa del Cibao.
En los últimos cinco años se ha ido desmontando la siembra del ajo por razones que Collado, quien era presidente de la asociación más grande de productores de Constanza, dice desconocer.
Explica que la realidad es que este año solo se sembraron 1,500 tareas de ajo, equivalentes a 10 o 12 mil quintales. ‘‘Eso no da ni para el consumo de un mes’’, explica un hombre de experiencia en el cultivo, año tras año, durante décadas, de uno de los principales productos de la canasta básica dominicana.
Antes, cuando el ajo era insignia de Constanza, producían 10,000, 15,000 y hasta 18,000 tareas de tierra. Pero cada año a ese municipio de la provincia La Vega le arrebatan el escudo y se lo entregan a China o Estado Unidos o cualquier otro país desde donde procede el ajo que compran unas cuantas empresas que importan ajo y que lo venden a precio de lujo.
Cuenta Collado que solo en 2012 se sembraron 10,650 tareas. En 2013, unas 7,000; en 2014, cerca de 6,000; en 2015, a empujones llegaron a 3000 tareas; y luego el número decayó a lo más bajo: 1, 500 tareas.
‘‘Este año vamos a hacer lo posible de llegar por lo menos a 3,000 o 4,000 tareas, pero no será nada fácil’’, augura Collado.
Este octubre, cuando los hombres del campo planten sus tierras, esperan tener mejores resultados. Pero la esperanza es insuficiente para reactivar el comercio de la ciudad más fría de la República Dominicana, clima idóneo para su cultivo.
Para que el 2017 no se lleve los nutrientes del suelo constancero, sin pena ni gloria, 45 productores se armarán de valor y sembrarán. Pero tendrán que hacer su mayor esfuerzo para comercializarlo porque el mercado es como si le perteneciera solo a los que importan, comenta Collado.
Qué sucede
En su primera lectura panorámica del desvanecimiento de la siembra local, menciona al Gobierno, al actual ministro de Agricultura, Ángel Estévez, y ‘‘el negocio de las subastas’’, que empezó a implementar el presidente Danilo Medina tras su llegada al poder, y que beneficia particularmente a unos cuantos comerciantes, entre ellos se menciona al ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta.
Ángel Estévez ‘‘nos quitó el ajo’’
Collado, quien fue presidente de la Unión Nacional de Productores Agrícolas (Unaproda), actual presidente de la Cooperativa Agropecuaria Valle Verde de Constanza, y además, uno de los 45 hombres que no desisten ante la supuesta competencia desleal, ante las trabas y marañas para que no produzcan mucho y para que no se les venda, y quien retornará el próximo mes al campo, a sembrar ajo ‘‘y que sea lo que Dios quiera’’, culpa al actual ministro de Agricultura, Ángel Estévez de ser el responsable principal de que los 59,052 habitantes de ese pueblo se hayan quedado sin su columna vertebral: el ajo.
‘‘El ministro de Agricultura nos quitó el ajo. Cuando llegó el presidente Danilo Medina sembrábamos 10,500 tareas de ajo. En el último año de este Gobierno sembramos 1,500.
‘‘¿Cómo nos lo quitó? Lo fuimos perdiendo, nos fueron desmotivando, nos ofrecieron 10 mil pesos para que sembráramos maíz, para distraernos, pero aquí no se siembra maíz’’, advierte Collado quien también menciona a pasados ministros de los gobiernos de Leonel Fernández e Hipólito Mejía, quienes –a su juicio– se han esforzado en que se elimine el cultivo de este bulbo en el país.
Desde principios de mayo de este año, el presidente del Frente Agropecuario del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Leonardo Faña, viene denunciando una supuesta mafia en la importación de productos de primera necesidad, como las habichuelas y el ajo, consentida por el Gobierno dominicano y en la que participan –según no se cansa de denunciar– funcionarios públicos.
Faña ha mencionado en varias ocasiones al titular de Agricultura por supuestas acciones en favor del José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia.
Ayer, lunes 11 de septiembre, el encargado del sector agropecuario del PRM acusó a Estévez de favorecer a Peralta con 166 autorizaciones para importación de ajo y habichuelas pintas.
Solo de ajo fueron 24 cartas de importación. Todas emitidas el mismo día, 16 de mayo de 2016. Cada una aprobaba la entrada al país de 616 quintales de esa especie. 13,552 quintales de ajo para la empresa Agrocomercial Import, S.R.L, propiedad del titular del MAP.
La estrategia
En voz de Collado, el responsable del Ministerio de Agricultura ha contribuido a desmotivar la producción local de ajo y lo ha hecho ‘‘poco a poco, a paso lento’’.
Lo que venía a derribar la presunta mafia que tenían pasados ministros de Agricultura, se convirtió en una trampa aún mayor, cuenta el productor constancero, quien ha mirado desde cerca el sector durante casi cuatro décadas.
‘‘La subasta está del 2013 para acá, vino a transparentar una supuesta mafia que tenían los pasados ministros de Agricultura. Los RD$1,500 millones que manejaban todos esos ministros pasados, Danilo decidió subastarlos.
‘‘Ahora esos RD$1,500 millones van supuestamente al Presupuesto Nacional, a Hacienda. Yo aplaudo eso. Pero coincidencialmente después que está la subasta, el ajo se cayó en Constanza, ‘por h o por r’, motivado por el mismo ministro de Agricultura’’, subraya Collado.
Collado precisa que en el último año y medio se han subastado 300 mil quintales de ajo.
‘‘Yo entiendo que si fuera un Gobierno responsable quisiera producir lo que consume su país’’, considera.
Menciona que la táctica se ha aplicado hasta en la compra de semillas. ‘‘Hasta para traer semillas hemos tenido problemas, para sacar las semillas de Agricultura…’’.
Rememora un episodio que les ocurrió en 2014 al comprar unas simientes en el exterior. Duraron 15 días en Agricultura, se deshidrataron y se dañó el 60 por ciento. ‘‘En fin, esa producción no sirvió’’, recuerda.
‘‘No estamos culpando a nadie, pero sí pensamos que se pudo manejar esa situación para que no se produzca nada. Si se tiene intención de desaparecer un producto, lo primero que hay que hacer es desaparecer la semilla’’, comenta.
Dice que lo primero que hicieron fue empezar a pagarles tarde. Después les dijeron que si sembraban más de seis mil tareas, no le podrían comprar los importadores.
Recuerda que llegó un momento en que les pagaban el ajo un año después de vendido, como maniobra desmotivante. ‘‘Los productores, grandes y pequeños, le salieron corriendo a eso. Fue una política de este Gobierno y de los que estaban atrás’’, es la idea que subyace con ahínco.
‘‘La estrategia vino desde los mismos comerciantes y del Gobierno en conjunto. Esta es una estrategia para quebrar un pueblo y explotar a un consumidor’’, es su observación.
El panorama para los 150 o 200 cultivadores de ajo que había hasta 2012 se volvió sombrío y tuvieron que recurrir a plantar repollo, lechuga, papas y otras plantas de temperaturas templadas características de la zona, pero no ‘‘la columna vertebral del pueblo de Constanza’’, como Collado denomina al ajo.
”Ellos alegan que es por el cambio climático, pero si hubiera voluntad, se hiciera”, es la respuesta de Collado.
José Ramón Peralta, funcionario público y líder en el comercio del ajo
Este lunes 11 de septiembre Leonardo Faña publicó nuevas supuestas evidencias de autorizaciones firmadas por el ministro de Agricultura que corresponden a una de las compañías del emporio de Peralta.
Las pruebas se refieren a permisos para importar miles de quintales de ajo y habichuelas pintas.
De ajo, 16 de mayo de 2016 se autorizó 24 permisos, cada uno para la compra de 616 quintales para un total de 13, 552 quintales.
De habichuelas pintas, Faña registró que el 2 de septiembre de 2016, en 26 autorizaciones, Agricultura aprobó la compra de 40,000 quintales. El 24 de octubre de 2016 se autorizó 46,814 quintales de habichuelas pintas en 32 documentos. Y el 4 de abril de 2017, se le dio el visto bueno a la importación de 58, 520 quintales de habichuelas pintas.
Contra Faña se sigue dos proceso judiciales. Uno por difamación y otro por injuria; ambas querellas interpuestas por el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta.
‘‘Se está jugando con la alimentación de un pueblo. Esto es un abuso’’, repitió el perremeísta ayer, quien tiene varios meses afirmando que el ministro Administrativo de la Presidencia, con sus empresas, es el principal beneficiado en los ‘‘negocios fraudulentos’’ de importación de productos agropecuarios de consumo masivo en la población dominicana.
En su último encuentro con la prensa, Faña entregó 166 cartas procedentes del Ministerio de Agricultura, firmadas por el titular de esa institución, que aprueban la compra de miles de quintales de ajo y habichuelas pintas desde mayo del 2016 hasta abril de este año.
El líder del sector agropecuario del principal partido de oposición, había enviado esos documentos al mandatario Medina el 31 de agosto de 2017, para hacer de su conocimiento lo que Faña califica como evidencias de la ‘‘mafia’’. No obstante, comentó que tras once días de recibido el documento en el Palacio Nacional no lo habían entregado a Medina.
También depositó las autorizaciones en la Segunda Sala Penal del Distrito Nacional y en la Novena Sala, donde se conocen sus dos procesos judiciales.
‘‘La importación de esta mercancía deberá pagar los aranceles correspondientes, de acuerdo con todos los gravámenes vigentes que rigen las importaciones de este tipo, así como los demás derechos y cargas si existieran’’,se lee en cada permiso de la supuesta compra internacional que hiciera la empresa Agrocomercial Import, S.R.L., propiedad de Peralta.
Peralta, de acuerdo a su declaración jurada de bienes, recibida en la Cámara de Cuentas el 30 de agosto de 2016 y colgada en la página web del Ministerio Administrativo de la Presidencia (MAP), Agrocomercial Import S.R.L. está valorada en RD$53, 797.000,00. Es una de las 14 empresas en las cuales el empresario, y al mismo tiempo titular del MAP, tiene capital invertido, según lo declarado.
‘‘Nosotros estamos preparados para demostrar todo lo que hemos dicho, paso por paso’’, reiteró Faña en la casa nacional de su partido.
Collado, el productor de ajo de Constanza, opina que Faña ha llevado el tema a ‘‘un plano personal’’, pero dice estar consciente de que Peralta es un gran negociante y que lo ha demostrado durante décadas.
‘‘No soy político, pero la verdad hay que decirla, también el ministro Administrativo de la Presidencia antes de ser funcionario, era comerciante. Tiene su empresa para comercio, pero no sé si eso le impide que pueda ser comerciante y ministro al mismo tiempo’’, es su último comentario.
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