“Vivo un tormento desde anoche”: la angustia de los familiares de los niños internados en el albergue de Guatemala donde murieron 22 jóvenes en un incendio
"Vivo un tormento desde que anoche me enteré que varios patojos -niños o jóvenes- intentaron escapar. Vinimos ayer en la noche pero nos dijeron que viniéramos hoy, no sé nada de mi hijo desde hace dos días", cuenta angustiada Azucena Reyes, madre de un niño de 13 años.
Azucena forma parte de las decenas familiares que se han agolpado a las puertas del centro para menores Hogar Seguro Virgen de la Asunción, situado las afueras de Ciudad de Guatemala, donde este miércoles ocurrió un incendio que hasta el momento ha dejado 22 niñas y adolescentes muertas.
Desde las 08:30 del miércoles, los padres acudieron al hogar, pero sólo encontraron ambulancias, patrullas y un celoso silencio de las autoridades que en algunos casos tardaron más de diez horas en brindar información oficial.
Junto a Azucena se encontraba Carlos Ramírez, un joven oriundo del oriental departamento de El Progreso, ubicado a 55 kilómetros de la capital, quien dejó de lado su trabajo como camionero para trasladarse a la capital, aunque como muchas familias no obtuvo información.
"No sé nada de mi hermana, tiene 16 años y por problemas familiares se fue de la casa. La familia puso la alerta, la encontraron y la trajeron acá. Mi madre está enferma y no pudo venir", aseguró mientras cruzaba los brazos de forma nerviosa.
El joven explicó que no han tenido información de la adolescente desde hacía tres días y que pese a que entregó los datos de su hermana y de él a la policía en cuanto llegó, nadie le dijo cuál era la situación de la joven.
A eso de las 11 de la mañana del miércoles al menos unas 150 personas se aglomeraban en la entrada del hogar, que alberga a menores víctimas de violencia familiar.
Algunos que estaban en el lugar desde primeras horas de la mañana, ante la falta de información oficial, optaron por retirarse y verificar en los hospitales públicos por su cuenta si sus familiares habían sido trasladados.
Nadie dice nada
A partir del mediodía varios autobuses con menores salieron del albergue y los familiares denunciaron que no fueron notificados sobre el traslado y el lugar adonde los llevaron es desconocido.
Cuando los camiones salían del lugar, varias madres corrieron detrás de ellos, gritando los nombres de sus hijos con la esperanza de saber si estos estaban bien, pero todo el esfuerzo fue en vano.
"Son unos ingratos, hay 19 jovencitas muertas ahí adentro, más de 30 fueron llevadas al hospital, deben de tener los nombres, son humanos y no son animales a quienes están cuidado", vociferaba Rolando Hernández a los oficiales de la Procuraduría General de la Nación.
Aunque la Policía Nacional Civil instaló una mesa de atención para los familiares de los menores desde mediodía, no fue hasta las 18:00 que algunos padres comenzaron a recibir información de sus hijos.
Sin embargo hasta el momento hay muchas familias que aún no tienen certeza de qué pasó con sus familiares.
Denuncian abusos
Los familiares exigían información sobre el estado de salud de los niños y varios aseguraron que los menores sufren malos tratos en el hogar, unas denuncias que se repiten desde hace años.
Aseguraron que la comida que ellos preparan y llevan a sus hijos nunca es entregada que son los mismos monitores del lugar quienes "se la comen y no la entregan".
Entre las aseveraciones más graves hechas por los familiares resaltan que según los mismos niños "muchos menores tienen que pagar obligatoriamente una talacha -entregar dinero a cambio de no recibir una brutal paliza- y que otros sufren abusos sexuales dentro del hogar".
"Mis nietos están en el hogar, ahí sufren malos tratos y siempre que vengo no me dan información de ellos. El viernes que vine y una señora lloraba junto a su hijo, cuándo les pregunté qué tenían el niño contestó: 'me violaron' y aseguró que otro muchacho más grande lo hizo", relató María Lemus, quien buscaba información de dos varones gemelos de 3 años.
Lemus aseguró que el Estado tomó custodia de los niños, porque su madre, una joven de 18 años, tuvo problemas con la justicia y están en el lugar prácticamente desde que nacieron.
Claret Hernández, era otra madre que se mantuvo parada frente al hogar por más de seis horas, aseguró que colocó una denuncia en el Ministerio Público porque su hija de 14 años dice que dentro se consumen drogas.
"Le pregunté al juez qué seguridad le van a dar en este Hogar Seguro, lo seguro es que la puedan violar o matar y no me respondieron", dijo llorando.
Otra madre, Raquel López, denunció que su hijo de 12 años le ha dicho que "ya no quiere estar porque los tratan muy mal".
"Me contó que para les dan panes con moho y él no los quiere comer. Me he dado cuenta que cuando les traen comida muchos niños se atragantan, es como que si no hubieran comido en días", aseguró López.
El miércoles, el gobierno de Guatemala decretó tres días de luto nacional y la Fiscalía abrió una investigación para dirimir posibles responsabilidades en la tragedia.
Según medios locales, en la noche del martes, horas antes del incendio, decenas de menores se fugaron del albergue debido a las "malas condiciones y maltrato".
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