miércoles, 10 de junio de 2015

La reelección más cara de la historia / Tito Hernández


Tito Hernández <titohernandez02@gmail.com>


Pongamos cada cosa en su justo lugar. Se ha dicho que al Presidente de la República, Danilo Medina hay que reelegirlo porque las Encuestas dicen que más de un 90% de la población dominicana aprueba su obra de gobierno y quiere que él siga al frente del gobierno. Hasta ahí, y sin cuestionar la veracidad o no de dichos resultados, todo está bien, estaría dentro de lo lógico y racional.
Pero yo me pregunto, y siguiendo esa mísma lógica, que Encuestas han dicho que hay que reelegir a los 30 Senadores?
Qué Encuesta ha dicho, cuando la hicieron y donde publicaron sus resultados, que hay que reelegir los 102 Diputados del PLD, más los 92 Alcaldes y 142 Directores de Distritos municipales que tiene el PLD en todo el país, sin contar los mas de 450 Regidores que de seguro quieren que lo reelijan.
Eso por un lado.
Por el otro lado, si a Danilo y al PLD hay que reelegirlo por que él y su partido están por las nubes en la simpatía del electorado dominicano, y eso sería entendible, siempre y cuando eso sea verdad, uno se pregunta, entonces a Miguel Vargas y al PRD que las mísmas encuestas le dan un 3% de simpatía, por qué hay que reelegirle los 41 diputados, 57 alcaldes y 82 directores de distritos municipales que tienen actualmente, como si ellos tuvieran un 40% de simpatía en el electorado y no el 3% que dicen las encuestas.
Lo propio ocurre con el reformísmo.
Yo creo, sin ser tremendista ni alarmista que aquí hay algo que no da, algo que alguien que debe hacerlo, no lo está haciendo, y es medir el significado y las consecuencias de estas acciones, que a todas luces son descabelladas, desenfrenadas y desbocadas.
El mísmo Presidente que le dice al país que hay que reelegirlo porque la mayoría de la población así lo quiere, es el mísmo que le está diciendo a la Nación que, sin importar lo que esa misma población quiere, él ha decidido y acordado, no se quien le dió ese mandato, reelegir a más de 552 funcionarios electos.
Eso sólo sabe a abuso de poder, a estafa y a engaño. Aquí ninguna encuesta, ni a ningún ciudadano le han preguntado si están de acuerdo, por ejemplo, con que el Senador, los Diputados o el Alcalde de su comunidad se reelijan?
Pero más aún, cómo si usted tiene más de 90% de aprobación, y se gana con el 50 más uno de los votos, por qué usted tiene que hacer cosas, acuerdos, sobornos, uso y abuso del poder y de los recursos del Estado, para asegurar un triunfo que se supone estaría altamente asegurado? Pero además, por qué querer pagar tan caro lo que, a simple vista, luce se conseguiría mucho más barato?
Se habla del concepto de Gobierno de Unidad Nacional, que sería la idea que estaría detrás del impulso de tales acuerdos.
Vayamos por parte. En primer lugar, un Gobierno de Unidad Nacional, se supone que surge de la necesidad de unir en un sólo gobierno a las partes en conflicto en una nación y que, como manera de salvar a ese país de una guerra civil o de una división o de una crisis política, se procura Unir en un gobierno a las partes en conflicto y así armonizar intereses. Caso reciente ocurrió en IRAK, oígase bien, en IRAK, entre Chiítas y Suníes que son enemigos a muerte, por sólo citar un ejemplo.
Aquí primero no hay crisis política que amerite de un Gobierno de Unidad Nacional y, segundo, que no se está planteando con la oposición ni entre sectores encontrados, sino entre fuerzas políticas y sectores que fueron aliados en las elecciones pasadas del 2012, es decir reformistas y el sector de Miguel Vargas que hoy dirige el PRD. Debe recordarse que el propio Presidente Medina reconoció en la campaña pasada que el Ing, Miguel Vargas estaba trabajando a su favor desde su partido.
Los reformistas hace tiempo están en el Gobierno, la gente de Miguel Vargas están en las altas Cortes, él se viene beneficiando del gobierno de múltiples manera y, en la practica, viene accionando desde la presidencia del PRD como un aliado del gobierno del PLD. Lo que quiere decir que su incorporación al gobierno, no sería para armonizar intereses encontrados , sino para legalizar y normalizar una relación de aliados incondicionales que viene funcionando mutuamente entre ellos.
Lo que queda demostrado es que, el argumento que se usa para validar los acuerdo desbordados y escandalosos que se vienen realizando de cara a asegurar la reelección presidencial, de un gobierno de Unidad nacional, son falsos y sólo obedecen a un propósito de pretender justificar lo injustificable.
En la práctica y a simple vista, no hay nada que justifique estas acciones del sector del Presidente Danilo Medina, ni dentro ni fuera de su partido.
Arrastrar con su reelección, la reelección de más de 552 cargos, sin consultar a la población y sin que nada indique que esos funcionarios merecen ser reelegidos, no es sólo tomarle el pelo a la población, sino que es burlarse de ella. Es decirnos a todos que somos unos tontos y estúpidos, que aquí todavía se aparece de nuevo Colón y encuentra indios, y que se nos puede engañar con espejitos.
Pero más que eso, pienso que el presidente Medina no está valorando ni visualizando el enorme daño que a su imagen le está haciendo todo este escarceo reeleccionísta.
Un tema que, a simple vista, parecía hasta de sentido común y fácil de ejecutar, sin mayores inconvenientes, como lo sería la reelección de un presidente con una aprobación de más de un 90%, los propios manejadores de la reelección lo han hecho con una torpeza tal, que parecería como una de las hazañas más difíciles de lograr, que había que dar tanto a cambio, al extremo de aparentar que se están repartiendo el país como una piñata, como un botín de guerra o como un cofre de tesoros encontrados por piratas.
Las simpatías que los dominicanos, todos, me incluyo yo, en algún momento hemos manifestado a favor de un estilo de gobernar que parecía humilde, sencillo y humano por parte del Presidente Medina, éste en vez de tomarlo como un compromiso para seguir siendo así. lo que parece haber hecho es usarlo como una especie de patente de corso, para repartir el Estado entre sus acólitos.
Pienso que eso desdice mucho de la honestidad, no sólo como presidente, sino de la honestidad humana que hasta ahora había proyectado.
Danilo, y me imagino que nadie a su alrededor habrá percibido ni notado el enorme daño que a su gobierno y a su imagen personal, este debate reeleccíonista le ha provocado.
El Poder, llega a unas alturas, que hay nubes que no te dejan ver, ni lo que ocurre a tu alrededor, ni más para abajo.
No hay una sóla razón, a simple vista reitero, que justifique este despiadado uso y abuso de los recursos del Estado que se viene demostrando en este proceso. Ni siquiera la oposición representa, por el momento una amenaza tan grande para hacer lo que se está haciendo.
Un poco Danilo nos está dejando a todos la sensación de que nos ha tomado el pelo, de que nos ha usado como tontos útiles, de que su humildad no pasa de ser una simple pose para ganar simpatías, de que su honestidad está en veremos, de que su preocupación por los pobres no es más que parte de un discurso previamente calculado, y de que todo cuanto hace no es más que parte de un guión bien elaborado, que hoy el mismo se esta encargando de ponerlo al descubierto.
La idea de retener el Poder, al precio que sea y a cambio de lo que el otro quiera, a cualquier precio y sin ningún tipo de medida, no es más que la expresión de un individuo lleno de ambiciones, ambiciones que nada ni nadie lo llena, de ambiciones que nos presagian a todos un mal futuro.
No quiero concluir sin decir que todas estas acciones que se vienen ejecutando desde el poder a favor de la reelección, la convierten en la reelección más cara de la historia, la más costosa, política, económica y moralmente hablando.
Santana, Baez, Lilis, Trujillo y Balaguer, se reelegían ellos, nunca arrastraban a más nadie. Danilo no sólo arrastra a los Congresistas y Munícipes (552 en total) sino que parece que quiere arrastrar el país entero a una aventura por la cual estamos pagando un alto precio, y del cual nadie sabe al final, cuanto terminaremos pagando todos.
Finalmente quiero decir que, no es Miguel Vargas quien tiene que hablarle a los perredeístas, es Usted Presidente que tiene que hablarle al país y explicar y aclarar toda esta locura en que parece se ha convertido su reelección!
 

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