Aunque son economías pequeñas, si los
líderes dominicanos hubiesen tenido visión y si la República Dominicana tuviera
el control afectivo de los miembros del CARICOM, la situación fuera otra.
Los miembros de pleno derecho del
CARICOM son Antigua y Barbuda; las Bahamas; Barbados; Belize; Dominica;
Granada; Guyana; Haiti; Jamaica; Monserrat; Santa Lucía; San Kitt y Nives; San
Vicente y las Granadinas; Suriname y Trinidad y Tobago.
Casi todas son islas pequeñas y con una
población escasa. Sin embargo, algunas de esas islas son miembros de la
Organización de Estados Americanos (OEA) y miembros de otros organismos de
integración.
Les recuerdo que hace unos meses, en un
debate a propósito de la crisis venezolana, la República Bolivariana de
Venezuela ganó su posición gracias al voto favorable de todos los miembros de
la OEA que al mismo tiempo son miembros de la CARICOM.
Algunos dirán que esto se debe a la
ayuda que el gobierno de Venezuela le ha prestado a través de Petrocaribe. Sin
embargo, nos debemos preguntar. ¿Qué le ha portado el liderazgo político
dominicano a estas islas? ¿Qué han hecho los gobiernos de República
Dominicana para que la relación con estas islas fuera otra?
Esta pregunta me la hago amparado en el
hecho de que nuestro país es miembro observador del CARICOM desde
1982. Pero además, ha estado colaborando con el CARICOM a través del CARIFORUM,
el cual es un pacto económico entre CARICOM y la República Dominicana con la Unión
Europea por el medio.
En el 1991 fue la primera vez que Rep♪blica Dominicana solicitó la membresía al CARICOM. Pero no se logró.
En el 2005 vuelve República
Dominicana. A través de su ministro de Relaciones Exteriores, expresa que su
gobierno desea obtener la condición de miembro de pleno derecho en la CARICOM y
solicita la membresía. Por razones variadas y diversas, que por el corto
espacio no entro en detalles, tampoco esta solicitud fue aprobada.
De nuevo en el 2013, el presidente de la
República Dominicana Lic. Danilo Medina indicó que su país estaba interesado en
formar parte de la CARICOM y apeló a sus líderes reunidos en Trinidad en su
celebración del 40 aniversario de haber sido fundada.
En ese momento hubo apoyo de varios
líderes. Incluso, la misma Primer Ministra de Trinidad y Tobago y, en ese
entonces, presidenta de CARICOM Kamla Persad-Bessesar y el Primer Ministro de
Barbados Freundel Stuart. Por mutua necesidad coyuntural las condiciones
estaban dadas para que se produjera la aceptación.
Sin embargo, en septiembre se produjo un
acontecimiento que cambió todo el escenario.
La fatídica sentencia 168-13 de los
díscolos miembros del Tribunal Constitucional Dominicano provoca que los
miembros de la CARICOM cambien de opinión y de nuevo se suspende el examen de
la solicitud hecha por la República Dominicana.
¿Cómo es que ahora dicen que “esas
islitas” no nos interesan después que en variadas y diversas ocasiones el
país ha solicitud su integración a este organismo?
Eh ahí nuestra hipocresía y la expresión
clara de nuestra pobre y limitada visión.
Ahí se expresan nuestros amores y
desamores.
La impresión que prevalece es que la
CARICOM no está dotada de las herramientas necesarias para poder ser factor
fundamental y decisivo en el marco de las relaciones internacionales. Ademas,
se percibe que las estructuras que ellos mismos se han dado no responden de
manera eficiente a las demandas de los mismos gobiernos locales y de la
población.
Justamente en ese sentido es que insisto
que el papel de la República Dominicana pudiera ser decisivo en este organismo.
Creo conveniente hacer un trabajo de
inteligencia para ver si el nuevo gobierno del 2016, con más madurez que éste,
con un verdadero sentido común y con una clara visión del rol que nos toca
desempeñar en el caribe y en América Latina, da los pasos necesarios y
oportunos para un nuevo reencuentro con los miembros de la CARICOM.
El autor es escritor y dirigente
político
17 de marzo de
2015.
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