9 de febrero de 2021. SANTO DOMINGO, D.N., República Dominicana
Palabras de Eduardo Sanz Lovatón, director general de Aduanas al recibir a jóvenes pasantes en la DGA
Desde
el fondo de mi corazón y de los funcionarios que me acompañan en la Dirección
General de Aduanas (DGA) gracias por estar aquí. Gracias por la curiosidad.
Estos
son los momentitos que hacen que esto valga la pena.
Venía
bajando de la cuarta planta con un gran amigo. Regidor de la sala capitular del
Distrito Nacional. Venía comentándole mis lamentos sobre las presiones y las
situaciones que tenemos que enfrentar aquí. Y desde que entré a este salón me
puse contento. Y créanme que llegué de muy mal humor.
Me
puse contento porque hoy respiro esperanza.
¿Saben
ustedes lo mejor que tiene el futuro?
Lo
mejor que tiene el futuro es que lo van a hacer ustedes con sus propias manos. Dignoris
va a hacer su futuro. Con el Pasado no hay nada que hacer. Ahora el futuro lo
hacemos nosotros y lo construimos nosotros.
Una
de las canciones que más me gusta tiene una frase, que siempre que daba clases
lo decía.
“Si
no estás ocupado naciendo, estás ocupado muriendo”.
Ustedes
tienen una oportunidad interesante. Ser pasante de la Dirección General de Aduanas
es un privilegio. Las aduanas son la puerta del comercio.
En
las aduanas ustedes pueden aprender de economía, de mercadeo, de psicología, de
cómo son los procesos de manufactura; de cómo son los procesos de ensamblar y
de hacer una cadena logística para exportar productos desde la República
Dominicana a otros lugares. Pueden también aprender cómo hacen eso otros
países.
Y
pueden, que es lo que, a mí, más me convoca, pueden aprender a ser líderes. Porque
aunque yo no me considero líder, sí estoy aspirando a hacerlo.
Creo
que el principal elemento que tiene el liderazgo es la capacidad de administrar
problemas. Créanme que aquí sí administramos muchos problemas.
Ustedes
van a estar, cada uno en un departamento oyendo y viendo cosas. Empodérense,
asúmanlo como que es de ustedes. No tengan miedo. El miedo paraliza, el miedo
atrofia.
Tengan
el coraje de ser originales, tengan el coraje de ser diferentes.
Lo
que ustedes vean que esté mal hecho, o que no les guste, pregunten, denuncien,
empodérense.
Cada
uno de ustedes tiene las inmensas posibilidades de cambiar el mundo.
Ustedes
tienen una herramienta que son incomparables con ninguna otra generación y
ninguna parte de la historia de la humanidad. Ustedes pueden comunicarse con
cualquier persona.
Yo
comenzaba a buscar trabajo, hace 20 y pico de años, igual que ustedes. Depositar
currículum, llenar formulario, hacer muchísimas cosas. Si ustedes se hubieran ocupado,
hoy ustedes pudieran haber llegado aquí sabiendo, los libros que a mí me
gustan, las cosas que me gustan hacer y todo lo que yo he hecho en mi vida, que
está posteado en alguna parte de las redes sociales.
Ustedes
tienen acceso a la información como ninguna generación ha tenido hasta llegar donde
ustedes. O sea que sus posibilidades son infinitas.
Asuman
esta oportunidad que les ha dado la vida.
Yo
a ninguno de ustedes los conozco. A ninguno de ustedes los sugerí, en otras palabras,
no sé de dónde salieron. Y eso es lo más hermoso de este programa. Lo que
quiere decir que es íntegro. Úsenlo en beneficio de la República Dominicana, que
es nuestro pedazode tierra en este globo. Es el regalo que Dios nos hizo a cada
uno de nosotros.
Cuando
estén pensando en irse a estudiar fuera del país, o irse a vivir a otro país.
Yo viví fuera del país, como diplomático, también trabajé fuera del país como
abogado.
En
ninguna parte y bajo ninguna condición usted será lo que es aquí. Este es el
pedazo de nosotros. Aquí es que tenemos que echar el pleito.
Este
es un país maravilloso.
No
se crean el cuento. Una vez le dije a un hijo mío, que dijo una palabra, no,
que los dominicanos. Le dije párate ahí. No compren el pesimismo que mucha
gente nos quiere vender.
Este
el país de la pluma de Pedro Mir; este es el país de las canciones de Juan Luis
Guerra. Este es el país de Los Trinitarios. Este es el país de los inmigrantes
que conquistan el mundo.
Tu
vas a Nueva York, Madrid, a Boston, o como me pasó a mí. En Turquía, en
Estambul, fui a un restaurante y me encontré que el Chef era dominicano.
Este
es un país maravilloso. Con un clima privilegiado, de una fauna hermosa y es de
ustedes.
Cuando
yo comencé a trabajar, entré un poquito tarde, porque yo tengo 44 años. Cuando
yo tenía la edad de ustedes, yo decía, cuando yo tenga 44 habré sido presidente
dos veces, tendré cien millones de dólares y me habré casado cuatro veces.
La
verdad es que no me rindo, pero algunas cosas no han pasado. Sin embargo, mucha
gente me dijo que no se podía, que no dejara un trabajo. Yo trabajaba en la oficina
de abogados más grande del país y cuando renuncié me dijeron que yo estaba loco.
Antes
de venir a dirigir a Aduanas yo tenía una oficina de abogados en la avenida 27
de Febrero esquina Abraham Lincoln.
Mucha
gente me dijo que no fuñera con política, que los políticos eran ladrones, sinvergüenzas
vagabundos, que no me metiera en eso.
Hoy
son hermano de un presidente de la república y soy director de Aduanas, y ni él
ni yo somos sinvergüenza.
Las
cosas se pueden hacer, salgan a hacerlas. Salgan a hacerlas. Todo el que les
dice no se puede, todo el que les dice que es difícil, les está hablando
mentira.
Poquito
a poquito, con prudencia y con coraje, cualquier cosa se puede lograr.
Y
finalmente, de nada sirve conquistar el mundo si nos perdemos nosotros mismos.
Tengan
algún tipo de espiritualidad. Asuman esto en manos de Papá Dios, yo no siempre
he sido practicante, pero siempre he sido creyente.
Usen esta oportunidad y si ustedes hacen esto con pasión, con gallardía, cuando terminen de hacerlo, tendrán trabajo, tendrán oportunidades, aquí o fuera de aquí.
Termino lo que les quiero decir, con una frase que me encanta muchísimo. Es de Robert Kennedy, en un discurso que el da cuando matan a su hermano John F. Kennedy, que era presidente de los Estados Unidos de América. “Despido hoy a mi hermano, orgullo de él, porque muchas personas ven el mundo y dicen porqué, sin embargo, él se fue del mundo siempre soñando cómo debería ser el mundo y preguntándose porqué no. Ojalá ustedes se vayan de aquí con esa idea. No se lamenten porque las cosas no anden bien, pregúntense qué tenemos que hacer para que sean diferentes.
Que Dios los bendiga, amén.
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