lunes, 6 de abril de 2020

Nada de nostalgia, vislumbrar lo que viene | por Diógenes Céspedes

Archivos secretos
Nada de nostalgia, vislumbrar lo que viene
Diógenes CéspedesDiógenes Céspedes | 5 de abril de 2020 | 12:03 am
Nada de nostalgia, compatriotas.
Ningún tiempo pasado fue mejor. Contradigo las coplas de Jorge Manrique.
Lo que tiene valor en todo tiempo es el presente, porque a su través les otorgamos sentido al pasado y al futuro.
El presente de nuestra vida es el que estamos escribiendo en cada mensaje de chat, en cada artículo, sin presencia física-
La clasemedieros y los pobres sobreviviremos a esta pandemia si no ponemos un pie en la calle. Los ricos compran una vacuna de 500 mil pesos que impide el paso del COVID19 a los pulmones y en menos de una semana están libres de virus y tranquilos en su casa, como si nada les hubiera sucedido.
Al capitalismo salvaje vino a modificarlo el Covid19. Muchos creyeron que sería una potencia la que vencería el hegemonismo neoliberal yanqui y planetario. Miren que no ha sido así. Un simple virus planteará un nuevo tipo de capitalismo con otro rostro cuando todos salgamos de esta pandemia.
Quizá sea el capitalismo tipo chino. De tres vías. Mientras que el capitalismo salvaje es binario: todos para los ricos, muerte a plazo para los pobres y la clase media.
Yo no tengo pruebas, pero a quien ha beneficiado el Covid19 es a China, pues su fuerza productiva ha quedado indemne. No así la de los Estados Unidos y Europa. En los Estados Unidos (al momento en que escribo) la cifra de contagiados sobrepasa las 300 mil personas y el número de muertos ronda los 10 mil. Y según Donald Trump, precaviéndose de una catástrofe mayor, da por muertos a más de un millón de personas, mientras que en aquel país no se avizora la invención de una vacuna para detener el Codid19.
Por esa razón, y mientras no llegue una solución, creo en la tesis de Jared Diamond: las guerras las ganan quienes poseen armas, acero y bacterias. Y esta que estamos viviendo es una guerra bacteriológica. Y en un futuro no lejano, esperémonos a un virus más letal si las contradicciones inter-imperialistas llegan al rojo vino. Nadie tirará una bomba atómica. Los que la lancen y a quienes se la lancen no vivirán para contarla.
Mientras tanto, el nuevo capitalismo que surgirá luego de esta pandemia, se preparará con una robótica masiva que mantenga intacto el sistema productivo de los países del primer mundo y subsecuentemente el de los países secundarios, o sea, los productores de materias primas e importadores de bienes y servicios de ese primer mundo. Pero hay que plantear la tesis de que los robots que desplacen a la fuerza laboral humana, paguen los impuestos para mantener a dicha fuerza laboral desplazada.
El teletrabajo se volverá masivo y todos los bienes y servicios serán robotizados y los pedidos entregados a domicilio.
Todo eso lo previmos Andrés Merejo y yo cuando fundamos en los años 98 el tema ciberespacial en el suplemento cultural del desaparecido periódico El Siglo. Vimos, hace 30 años, lo que iba a venir. Solo tienen que consultar la columna “Temas ciberespaciales” de dicho suplemento entre 1998 y 2001, así como los editoriales y ensayos escritos por el suscrito en apoyo de esta nueva visión que ha llegado para quedarse-
Es casi todo por hoy, amigos y amigas y lectores de Acento.com
Merejo y yo estamos, desde hoy, intentamos conocer lo desconocido con nuestro pensamiento, es decir, lo que va a suceder a corto plazo, o sea, en 50 años, y a largo plazo, en 100 años. Así de simple. Nueva cultura, nueva expansión de los órdenes informáticos existentes, nuevo cibermundo, nuevo ciberespacio, nueva literatura, nueva poética con la misma teoría del lenguaje de Saussure y nueva teoría del ritmo y del sujeto de Meschonnic, mientras no aparezcan otras que las sistituyan. Así de simple.
¿Y saben lo que sucederá a nuestro país cuando sea elegido un nuevo presidente en mayo o después de mayo?
Una crisis social que puede desembocar en crisis política. Un millón o más de personas desempleadas que han sido despedidas porque las empresas no pueden pagarles el salario, ni siquiera con la ayuda del 50 por ciento garantizado por el gobierno. El pequeño comercio y las micro y pequeñas empresas desaparecidas, el trabajo informal y su estadística del 50 por ciento de la fuerza laboral liquidados. La deuda del gobierno central, tanto externa como interna, ¿impagable? El turismo y las remesas en el limbo, porque los compatriotas que viven en el extranjero están desempleados en los Estados Unidos, Canadá, América Latina y Europa y los obreros y la clase media que venía a pasar sus vacaciones a este país, difícilmente pueda hacerlo debido al desastre económico que ya asuela a esos países lejanos, de donde provienen los turistas y los remesadores. ¿A qué estamos expuestos? A estallidos sociales, a pobladas, a ingobernabilidad. No creo que Danilo Medina o Gonzalo Castillo crean que retener el poder en estos momentos sea el lecho de rosas en que no reposaba Guatimosín. Con todo el dinero que tienen, pienso que el ejemplo de Leonel Fernández, que capitalizó el caso Baninter, les dará qué pensar y prepararse para un regreso que ahora solamente se les pinta muy complicado. La virtud del estadista es saber esperar, dijo algún sabio, pero la desesperación es la consejera favorita del politicastro.
Recuerden lo que le sucedió a Hipólito Mejía cuando le explotó el caso Banínter. Piensen en un Luis Abinader, presidente de este país arruinado y con una oposición gorda y colorá, cebada con la corrupción que ella misma está implementando con los contratos de compra a familiares y amigos políticos en medio de esta pandemia.
https://acento.com.do/2020/opinion/8801947-nada-de-nostalgia-vislumbrar-lo-que-viene/

Diógenes Céspedes | Archivos secretos
Crítico literario, analista de discursos, lingüista, escritor, periodista, hizo su doctorado en literatura general en la Universidad de París VIII en Francia. Galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 2007, el autor ha publicado una veintena de libros y ha colaborado en numerosas revistas nacionales y extranjeras.

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