miércoles, 7 de agosto de 2019

Al señor Casals, a su ídolo Laje y a todos los cazadores de brujas | @NuestroTiempord

OPINIÓN
Al señor Casals, a su ídolo Laje y a todos los cazadores de brujas
FERNANDO GIL | 6 agosto, 2019 | 791
El algoritmo de Twitter sigue insistiendo en que lea sus tuits, de que me entere de su guerra personal sobre un tema del que República Dominicana sigue en la oscuridad, es decir, en una cueva más profunda que la de los talibanes en Afganistán.
He decidido involucrarme en la polémica que se viene dando en las redes sociales y que me ha empujado a tomar una posición pública ante un tema que puede marcar la postura de millones de personas y que en el caso de las mujeres puede significar la vida o la muerte.
Cuando vivía en los Estados Unidos antes de llegar a mi casa tenía que pasar por una iglesia evangélica en donde siempre veía a hombres cargando letreros con mensajes diciéndole a las mujeres que hacer con sus vidas, con sus cuerpos, con su sexualidad.
Siempre me pregunté, ¿por qué son los varones los que tienen la necesidad tan urgente de hacer esto, de meterse en lo que no les importa?, al día de hoy no he visto la primera mujer gritándole a un hombre: ¡no se liguen los testículos! ¡no a las vasectomías!, ¡dejen de hacerse la paja, no malgasten su esperma, sus bebes!, ¡no sean tan promiscuos!, ¡No usen camisetas tan apretadas! etc.
Lo mismo pasa en nuestro país, son hombres los auto designados vigilantes y predicadores de lo que ellos consideran que es lo mejor para el sexo femenino, algo muy conveniente, ¿para quién?, lógicamente para los hombres.
De estos hombres es algo muy curioso que en su mayoría sean curas católicos los que definan ¿que es un matrimonio o familia ideal?, si ellos no se casan ni forman familia, es loquísimo que sea un sacerdote el que nos diga qué tipo de sexualidad es la “natural” e ideal cuando ellos “en teoría” no tienen parejas sexuales, no ejercen su sexualidad y por lo tanto no deberían opinar sobre el tema o al menos ser más humildes.
Es aún más raro que sean los mismos curas los que siempre terminan involucrados en casos de pederastia y todo tipo de prácticas aberrantes; actos para los que cuentan con la complicidad de muchos de los miembros de la iglesia para así garantizar la impunidad de sus actos pedófilos.
Pero una cosa es lo que hacen en privado, (cosa que no deja de ser ilegal e inhumano) y otra lo que dicen defender en público, llegando al colmo de presentar campañas como la de “no se metan con nuestros hijos” cuando son ellos el principal peligro para los indefensos en crecimiento. ¿O ya olvidamos el caso del ex nuncio Wesolowsky y decenas de otros más?
Es de amplio conocimiento en la comunidad académica que este deseo de control sobre la sexualidad de la mujer por parte de los hombres obedece a una razón instrumental. con el solo objetivo de lograr la ansiada dominación para encasillar y manejarlas al antojo. Es decir, de someterlas.
Cuando se define el rol de la mujer en la sociedad dominicana se refuerza este acto de dominación donde la posición de la mujer es de sumisión total, siendo el acto institutivo vendido como algo “natural” y emanado de la providencia divina: “Dios lo quiere así”.
Creo que en esta lógica de pensamiento no hay mucha diferencia entre los practicantes del fundamentalismo islámico con respecto a la mujer.
Esta idea del supuesto rol o papel secundario de la mujer en nuestra cultura ha sido normalizado por siglos desde el momento mismo en que Cristóbal Colon llegó a nuestro territorio y sembró frente a Guacanagarix la cruz de los Reyes Católicos para implantar el Estado Patriarcal.
El feminismo genera tanto rechazo y odio en múltiples sectores porque cuestiona la raíz misma del establecimiento del histórico Estado Patriarcal definido como:
“La organización social cuya autoridad se reserva exclusivamente al hombre o sexo masculino. En una estructura social patriarcal, la mujer no asume liderazgo político, ni autoridad moral, ni privilegio social ni control sobre la propiedad” RAE
El feminismo por lo tanto es un movimiento político que reivindica el derecho de la mujer a la igualdad y libertad política de la que el hombre ha gozado por miles de años y del que la mujer ha sido relegada históricamente.
Desde mi punto de vista el ejemplo por excelencia de esta fricción en la historia dominicana entre el querer ser libre femenino y el límite coercitivo que lo detiene es la fatal historia de Minerva Mirabal y su verdugo sociópata y obsesivo Rafael Leónidas Trujillo.
El diccionario Merriam-Webster establece que el Estado Patriarcal: “Deriva del término patriarca, que ya desde la antigüedad se entiende como un jefe varón de una familia o comunidad. El concepto puede asociarse a todas las organizaciones sociales, políticas, económicas y religiosas en las que existe un desequilibrio de poder entre hombres y mujeres, en favor de los primeros.”
Trujillo es la figura que representa al patriarca dominicano por excelencia, el macho protector y abusador que encarna y es al mismo tiempo el Estado Dominicano, con su fusión simbólica en lo militar y lo religioso, es decir, con la capacidad de dar la muerte o perdonar la vida.
Minerva Mirabal retó al patriarcado de distintas formas, a veces esto significa tan solo ser y en otras ocasiones significa simplemente decir un no. Por eso se le negó la inscripción de su carrera en la universidad viéndose obligada a insistir y rendir pleitesías al tirano para que la dejara estudiar y graduarse de derecho.
Minerva tuvo que hacerse más fuerte y enfrentó al poder clandestina y públicamente. Al final fue muerta a palos por el macho dominicano que no permite que una mujer piense y actué por sí misma, Minerva muere fundamentalmente por empoderarse.
“Quien tiene el poder pone las reglas de juego” Manuel Castells
Inclusive en la Antigua Grecia del periodo democrático solo eran ciudadanos de pleno derecho los hombres mayores de edad reconocidos por nacer en la polis; las mujeres, los niños, los extranjeros y obviamente los esclavos no gozaban de los mismos derechos.
En la revolución francesa: La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano proclama que todos los individuos son libres e iguales en derechos, pero los revolucionarios del 1789 se apresuraron para excluir a las mujeres del derecho al sufragio (Historia del Pensamiento Político, Tecnos 2006).
Continuando con el debate por eso es que la sexualidad en singular y los supuestos roles “naturales” pre-establecidos por la autoridad masculina no son más que construcciones sociales fruto de relaciones asimétricas de poder.
Como animales sociales vivimos en sociedades precisamente con normas que son el fruto de estas relaciones, relaciones que pueden estar en disputa cuando nos rebelamos ante ellas, cuando no las observados o cuando las consideramos injustas.
Es lo que hace el movimiento feminista al cuestionar dichas normas; llevándolas al límite, generando resistencia con el fin de alcanzar el cuestionamiento que ayuda a desnudar la imposición.
Los guardianes del Estado Patriarcal se escudan en el biologicismo buscando justificar la imposición de los roles masculino y femenino con los órganos de reproducción sexual, en un reduccionismo y determinismo biológico absurdo que ignora la condición social, política y cultural de los seres humanos; así terminan colocando la función reproductora como fuente de todas las respuestas del fenómeno social humano.
En esta corriente se inscribe Agustín Laje quien hace poco visito el país, agotando una agenda mediática donde no desperdicio ninguna oportunidad para atacar a la peligrosa “ideología de género” supuestamente promovida por el gobierno en las escuelas dominicanas.
La “ideología de género” no es más que un enmarcado o framing para ganar un debate polarizado donde se parte denunciando el peligro de la “educación con perspectiva de género” en las escuelas; estigmatizando el concepto, satanizando hasta mas no poder al movimiento feminista y a las mujeres en general, en otra versión de cacería de brujas en donde siempre pagan las mujeres.
Sectores religiosos y conservadores identifican la “educación con perspectiva de género” como la nueva amenaza para la doctrina antes explicada en este texto que da sustento al Estado patriarcal.
El vocero de los cazadores de brujas, (Bruja significa mujer sabia), Agustín Laje vino a predicar el fundamentalismo religioso que ataca a las mujeres queriendo enmarcar la “educación en perspectiva de género” como un movimiento anti-científico.
Desconociendo una vez más a las decenas de mujeres científicas que desde la academia han aportado a la reivindicación y emancipación femenina desmontando toda la arquitectura metafísica que da soporte a las representaciones de la mujer como un ser inferior, intelectualmente débil o como seres-objetos destinados a ser incubadoras.
A eso vino el señor Agustín Laje al país de las hermanas Mirabal; a darnos cátedra para que sigamos en la oscuridad, para que nuestros niños no reciban una educación de siglo 21 donde la mujer sea respetada ante cualquier circunstancia.
Debo decirle al señor Laje que la única ideología de género que ha existido en nuestro país es la ideología del macho dominicano, esa peligrosa ideología que ve a la mujer como la sirvienta sumisa que debe hacer lo que el hombre le ordene y cuando no lo hace puede correr el riego de ser picoteada, cercenada, macheteada hasta perder cada uno de sus miembros.
El señor Laje parece desconocer que fruto de la ideología del macho, la República Dominicana pierde centenares de mujeres a manos de trujillitos que no toleran un no, que ejercen la violencia como el tirano hasta acabar con la vida de estas o toman la decisión unilateral de rociarles ácido del diablo en la cara para que no estén con nadie más. Esos detalles angelicales son algunos de los problemas del día a día en nuestra sociedad a la que usted vino a “educar”.
Todavía no le mencioné las estadísticas de los embarazos adolescentes en donde vamos compitiendo por el primer lugar en América latina o de la brecha salarial en las empresas, de la inequidad en la representación femenina en los puestos de toma de decisiones en estamentos políticos y empresariales, de la cultura normalizada de los tigueres con las menores, del matrimonio infantil y ni hablar de las niñas obligadas a mantener un embarazo no deseado inclusive cuando sus vidas corren peligro.
No señor Laje, aquí sí necesitamos educación con perspectiva de género para acabar con los penosos casos de violencia, con los feminicidios.
Necesitamos mucha educación para que un hombre no mate a la madre de sus hijos enfrente de ellos y luego se vuele la cabeza, eso es pan de cada día. 
Necesitamos educación de calidad desde la primaria para también eliminar ese peso en los hombres llamados a cumplir con tan arcaicos fundamentos.
Necesitamos mucha pero mucha educación para que la juventud dominicana comprenda que existen diversas sexualidades y que cada quien tiene derecho a ser y amar a quien quiera siempre y cuando sea bajo mutuo consentimiento. Queremos educación con perspectiva de género para entender que somos iguales y diferentes a la vez y que de eso no hay porque avergonzarse.
Ya para terminar cabe decir al señor Casals, su socio dominicano, que está haciendo de este tema una broma, que como ya usted leyó, le sale muy caro a la familia y sociedad dominicana que ustedes dicen importarle.
Señor Laje ya me despido de usted, solo me queda decirle que al final las mujeres dominicanas y la comunidad LGBTQ encontrarán su camino hacia la libertad.
http://nuestrotiempo.com.do/2019/08/al-senor-casals-a-su-idolo-laje-y-a-todos-los-cazadores-de-brujas/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario