REPORTAJES
Santo Domingo Norte crece como “un plato roto”El municipio aguarda por su desarrollo urbano mientras demanda más atención del Gobierno Central
“El gran problema de Santo Domingo Norte es que, hasta el momento, ha crecido como un plato roto; o sea, como un plato que tú dejas caer y se rompe en mil pedazos. Crece sin una planificación. Todos los días en el municipio surge un sector nuevo, todos los días”.
Luis Matías, director de Planificación del Ayuntamiento de Santo Domingo Norte, deplora la falta de responsabilidad de los distintos Gobierno en la planificación del desarrollo de los municipios de todo el país.
“De repente, cruzas por un terreno que no está habitado y al otro día está habitado por invasores que empiezan a demandar una serie de servicios básicos, como agua o electricidad”.
Observa desventajas frente a otras zonas de la provincia que rodea el Distrito Nacional, como Santo Domingo Este, que exhibe un nivel de planificación y un impulso urbanístico más definido que los otros municipios de su demarcación.
Con una extensión territorial que ocupa el 29.8% de los 1,302.2 kilómetros cuadrados de su provincia, Santo Domingo Norte tiene una población de 529,390, equivalente al 22.3% de los 2,374,370 habitantes registrados en la demarcación por el Censo 2010 de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Su ayuntamiento manejó en 2017 un presupuesto de RD$694.2 millones, de los cuales RD$75 millones ingresaron por el cobro de tasas y servicios.
El Consejo Económico y Social del Municipio Santo Domingo Norte, presidido por María Faní e integrado por 22 representantes de organizaciones, también deplora la falta de apoyo del Gobierno central a la demarcación.
“Nuestro municipio tiene una parte rural grande y carecemos, por ejemplo, de un espacio de estudios superiores, ni siquiera en la parte técnica. No tenemos universidades, ni pública ni privada”, dice Faní.
Recuerda que muchos estudiantes de Monte Plata atraviesan el municipio en su ruta a las universidades del Distrito Nacional. Aunque el Metro Santo Domingo facilita el desplazamiento, entiende que, para ampliar la movilidad, la línea férrea debe ser extendida hasta Punta Villa Mella.
Entre las obras que demanda el consejo figuran la construcción de un mercado estimado en RD$90.2 millones, una factoría y centro de acopio (RD$85 millones) y un parque industrial (RD$106 millones).
En términos ambientales, demanda una inversión de más de RD$116 millones para distintas acciones que incluyen la preservación de las áreas protegidas y verdes de los humedales del río Ozama, conservación de especies endémicas y construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales. También, para la regulación de las construcciones y el manejo de desechos industriales y hospitalarios.
Santo Domingo Norte logró un determinado impulso inmobiliario con el inicio del complejo habitacional Ciudad Modelo, un ambicioso proyecto privado estimulado por el Gobierno durante una de las gestiones de Leonel Fernández. Entonces se promovió que incluiría 12,000 viviendas, con escuelas, áreas deportivas, universidades y centros comerciales.
El arquitecto Alejandro Acuasiasti, director de Infraestructura Urbana de la Junta de Vecinos de Ciudad Modelo, Mirador Norte, Etapa I, recuerda que el proyecto surgió por iniciativa del Consorcio Moya-Jorge, dos grandes constructoras de la década de 1980. “La estrategia consistió en construir la infraestructura física de una ciudad con todos los servicios urbanos listos, para motivar tanto a inversionistas inmobiliarios como para suplir parte de la demanda habitacional”.
Pero solo se construyó una cuarta parte. “Ante la tímida respuesta del mercado, el mismo consorcio desarrolló parte de las urbanizaciones. El proyecto atrajo muy poca inversión y provocó el quiebre económico y su liquidación a los bancos”, lamenta Acuasiasti.
“Las pocas familias que habían invertido en viviendas quedaron abandonadas en un territorio casi enteramente poseído por instituciones tradicionalmente incompetentes y desinteresadas en continuar desarrollando el proyecto”, dice.
Villa Mella, que pasó a formar parte del municipio Santo Domingo Norte tras la división del Distrito Nacional mediante la Ley 163-01 (del 16 de octubre de 2001), perdió así la oportunidad de tener un ambicioso desarrollo urbanístico en un corto tiempo.
El directivo de la Junta de Vecinos de Ciudad Modelo entiende que la lentitud del desarrollo se debe a que el estándar de terminación, tanto de la infraestructura como de los servicios, resultó “muy alto y costoso, comparado con los acostumbrados por el público que demanda viviendas de este nivel”. Considera que el deterioro que afectó por años la avenida Jacobo Majluta alejó y desmotivó a los compradores.
En la actualidad el proyecto tiene unas 1,200 casas y apartamentos. “En proceso de construcción y aprobadas cuenta con unas 350 nuevas unidades habitacionales”, dice Acuasiasti. Además, que su población ronda los 5,400 habitantes en casas y apartamentos, para una densidad de 4.5 por vivienda.
En los últimos años, la zona toma nuevos impulsos con el desarrollo de grandes habitacionales de la Constructora Bisonó, entre los que figuran Ciudad Bonita o Buenaventuranza.
Dinámica económica
La Jacobo Majluta se mantiene como una de las principales vías de desahogo para el tránsito de la zona. Con el tiempo en su entorno se empezaron a desarrollar actividades que impulsan el crecimiento económico de la demarcación, como el transporte de carga y pasajeros por el Aeropuerto Internacional La Isabela.
La terminal manejó 19,622 pasajeros entre enero y junio de este año, un 25% más que los 5,693 de igual período de 2017, según los datos de la Junta de Aviación Civil (JAC).
A la dinámica económica del municipio también aportan las zonas francas. Las diez empresas que operan bajo su régimen en Santo Domingo Norte generan 528 empleos directos y pagan en nómina unos RD$97.7 millones.
Las estadísticas del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) muestran que las diez empresas exportan US$7.4 millones al año, ocupan 372.4 pies cuadrados en naves y tienen una inversión acumulada de US$29.5 millones. Al año pagan además unos RD$114.8 millones en servicios como energía eléctrica, seguridad social, telecomunicaciones, combustibles o transporte.
En la demarcación opera hace varios años el Jardín Memorial, un cementerio privado que se promueve como un paraíso natural que “abarca 105 hectáreas (1,670 tareas) de conservación boscosa, humedales y ríos”. La empresa funeraria oferta la cremación dentro de sus servicios exequiales.
El camposanto se encuentra además próximo al Parque Nacional Mirador Norte, un pulmón ambiental protegido bajo el Decreto 2007-02, del 20 de marzo de 2002, que lo creó con una extensión de unos diez kilómetros cuadrados que se ubican dentro de las avenidas Jacobo Majluta y Hermanas Mirabal.
La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) construye en un área contigua la “Estación Depuradora de Aguas Residuales del Río Ozama”, la cual conlleva una inversión de US$115 millones y, según la Presidencia de la República, genera en estos momentos 2,600 empleos directos e indirectos.
El presidente Danilo Medina visitó la obra a principios de marzo. Durante el recorrido, el director de la Caasd, Alejandro Montás, explicó que la planta colectará y tratará residuos líquidos de 37 sectores del Distrito Nacional y Santo Domingo Norte (como La Zurza, Cristo Rey o Villa Consuelo) poblados por unas 450 mil personas.
De acuerdo a Montás, unos 27 millones de galones de agua contaminada van a diario al Ozama. El Gobierno aseguró la semana pasada, a través del ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, que la planta empezará a operar el próximo año.
Un relleno sanitario
El Duquesa se mantiene como uno de los principales problemas ambientales con que lidia Santo Domingo Norte. El depósito recibe unas 3,800 toneladas de desperdicios cada día, según Onofre Rojas, director de la Mancomunidad del Gran Santo Domingo.
La mancomunidad, que abarca la provincia Santo Domingo, el Distrito Nacional, San Cristóbal, Nigua y Haina, genera al día unas 4,200 toneladas de desperdicios.
“La mayor parte va a Duquesa”, dice Rojas, quien explica que luego del cierre técnico ordenado por el Ministerio de Medio Ambiente para completarse en un plazo de cinco años, el nuevo relleno será establecido en otro lugar del mismo municipio, aunque más hacia el norte. Explicó que por sus condiciones geográficas, se trata de la zona más apropiada para manejar los desechos. https://www.eldinero.com.do/65756/santo-domingo-norte-crece-como-un-plato-roto/
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