Acierto para ir más lejos
La denuncia de que amplios terrenos densamente ocupados en el sector de Los Tres Brazos en Santo Domingo Este estaban siendo comercializados por terceras personas en alegado acuerdo con el Estado puso a la luz de inmediato unas maniobras con ocultamientos y complicidades que sobrepasaban límites de legalidad, con las que se llegó a sorprender en su buena fe a muchas familias que confiaron en la posibilidad de legalizar posesiones. La oportuna decisión oficial de anular el insólito mercadeo de inmuebles, que además de irregular buscaba un lucro excesivo con atropello a derechos adquiridos, ha dado el colofón de acciones judiciales directas que llevadas por los procedimientos que fija la ley deberán establecer con plenitud las responsabilidades que a cada quien corresponda.
Tras las acciones judiciales en marcha la atención debe dirigirse hacia el prolongado desorden que fue restando espacios fabriles y de terrenos al antiguo Consejo Estatal del Azúcar dispersos por los cuatro puntos cardinales de la República hasta que un caos monstruoso de enajenaciones bajo el manto protector de políticos en el poder en diferentes períodos estableció allí una cadena de operaciones mediante ventas ilegítimas o a precios viles. En ese CEA digno de respeto como patrimonio de la nación, y recuperación parcial de todo lo mal habido por Trujillo, reinó un latrocinio que sigue sin castigo.
Tras las acciones judiciales en marcha la atención debe dirigirse hacia el prolongado desorden que fue restando espacios fabriles y de terrenos al antiguo Consejo Estatal del Azúcar dispersos por los cuatro puntos cardinales de la República hasta que un caos monstruoso de enajenaciones bajo el manto protector de políticos en el poder en diferentes períodos estableció allí una cadena de operaciones mediante ventas ilegítimas o a precios viles. En ese CEA digno de respeto como patrimonio de la nación, y recuperación parcial de todo lo mal habido por Trujillo, reinó un latrocinio que sigue sin castigo.
Vladimir y una patria orgullosa
La destreza y contundencia con el uso del bate de Vladimir Guerrero, un beisbolista de elocuentes reservas al hablar, le ha llevado al templo máximo del deporte nacional con su cima en Grandes Ligas, o salón de la fama de Cooperstown, Nueva York. Un reconocimiento extraordinario para un hombre que se destaca por su modestia y excelentemente llevada relación con su familia y la patria chica donde echó raíces y se preocupa por cuidar; fidelidad ejemplar a su origen, a los afectos primarios y a sus esenciales relaciones con la comunidad.
En ese pedestal la nación continúa bien representada, ahora con una muestra personalizada de lo lejos que siempre puede llegar el ciudadano de humilde origen, típicamente dominicano, que por doquiera está, y no solo en Don Gregorio. El homenaje a Vladimir Guerrero, llena de orgullo al país.
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