ALEMANIA
¿Puede Alemania ser un nuevo hogar para jóvenes venezolanos?
Debido al empeoramiento de la crisis política y económica, más de un millón de venezolanos han emigrado en todo el mundo en busca de una vida mejor. DW habló con dos jóvenes venezolanas que viven en Colonia.
Los venezolanos se dirigen a las urnas este domingo (20.05.2018), donde el presidente Nicolás Maduro espera ser reelegido para un segundo mandato. Sin embargo, lejos del caos y las crisis de su tierra natal, un número creciente de venezolanos está forjando una nueva vida en el extranjero, como parte de una diáspora que se ha extendido por todo el mundo.
Marisabel Lara (32) y Andrea Biaggi (31) son migrantes calificadas que dejaron todo atrás para comenzar una nueva vida en Alemania, un país del que sabían muy poco.
La cifra exacta de la emigración venezolana ha sido difícil de calcular. Dado que las cifras del Gobierno no están disponibles, las ONG han tenido que hacer el trabajo. La ONU estima que la emigración venezolana gira en torno al millón y medio en todo el mundo.
Tomás Páez, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, dirige un proyecto llamado "La voz de la diáspora", que analiza la emigración venezolana en todo el mundo a través de extensas entrevistas, grupos de enfoque y encuestas. Páez dice que actualmente hay alrededor de 3,4 millones de venezolanos viviendo en el extranjero. Según Páez, "la razón fundamental por la que la gente se va es el modelo político" que ha producido una falta de seguridad, una crisis económica y la erosión de las libertades democráticas.
¿Por qué Alemania?
Cuando Marisabel tomó la decisión de emigrar en 2015, ya había investigado sus opciones. Como dentista con su propio consultorio en Venezuela, era importante para ella seguir trabajando en su carrera. Ella tenía un pasaporte italiano; un legado de sus abuelos que alguna vez emigraron a Venezuela por las mismas razones por las que ahora ella deseaba irse.
A pesar de dificultades iniciales, Marisabel Lara se ha adaptado a la vida en Alemania y se siente como en casa.
"Había leído sobre la escasez de mano de obra calificada en Alemania, así que escribí a una página gubernamental preguntando si necesitaban dentistas. Me respondieron que no, pero que de todos modos yo podría tratar de venir. Quería vivir en un lugar con una economía fuerte y con leyes fuertes, así que pensé: este es el lugar indicado", manifestó Marisabel.
Marisabel solicitó ser au pair para poder comenzar a aprender el idioma y tener suficiente dinero para vivir. "Tuve la suerte de que el padre de los niños en la familia con la que me quedé era un dentista con su propio consultorio; él se convirtió en una gran fuente de apoyo", aseguró.
Andrea, que tiene un título en derecho, se mudó a Alemania hace cinco años para estar más cerca de su novio alemán, pero también para buscar más oportunidades. "A pesar de que Venezuela no estaba en crisis en ese momento, todavía sentía que no iba a ninguna parte, como si mi futuro estuviera congelado. Sin importar cuánto trabajara, no se podía ahorrar suficiente dinero, no podía seguir adelante. Me sentía atrapada", agregó.
Obstáculos para emigrar a Alemania
Según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, de los aproximadamente 10 millones de extranjeros que viven en el país, solo 5.610 son venezolanos. Entonces, ¿por qué no vienen más personas?
Andrea, que no tiene ciudadanía de la UE, cree que la burocracia, las finanzas y la dificultad del idioma alemán son los mayores obstáculos. Sin un contrato de trabajo o el nivel de idioma requerido para inscribirse en la universidad, Andrea tenía que obtener una visa de estudiante solicitante. La visa le concedió una estadía de dos años con autorización limitada de trabajo, pero luego le permitió inscribirse en la universidad. Hoy, la visa de estudiante solicitante solo es válida por un máximo de seis meses.
"Tenía que proporcionarle al Gobierno alemán pruebas de ahorros o ingresos suficientes para mantenerme. Como ni yo ni mi familia teníamos esa suma de dinero, encontré a alguien en Alemania que podría proporcionarme una declaración escrita de apoyo financiero. No todo el mundo puede hacer eso", reveló.
Además, Andrea sintió que aprender el idioma, lo que le llevó unos dos años, fue un proceso arduo. "Por supuesto, la gente prefiere migrar a un lugar donde puedan hablar español o inglés, en lugar de comenzar desde cero con un idioma extremadamente difícil".
Por su parte, Marisabel, que no tuvo que lidiar con el proceso de la visa, admitió también que el idioma alemán era un problema. "Pensé que podría aprender este idioma en un año, pero en realidad lleva de dos a tres años. No importa cuánto te exijas, el alemán es demasiado complejo y eso ha sido muy frustrante", dijo.
Tomás Páez está de acuerdo. Su investigación muestra que la mayoría de las personas opta por lugares donde las barreras para establecerse son más bajas; donde hablan el idioma, conocen gente, donde tienen "una pista de aterrizaje".
A pesar de los desafíos, Andrea sintió que Alemania era un lugar donde podría tener éxito. Se graduó con un título de maestría de la Universidad de Colonia y pudo encontrar un trabajo en unos ocho meses. "En Alemania, si trabajas duro, puedes lograr lo que quieras", dijo. "Para mí, Alemania es una tierra de oportunidades", agregó.
Andrea ve a Alemania como un país atractivo para los inmigrantes. "Creo que la gente aquí es abierta, independientemente de lo que sucedió en el pasado. Su cultura es diferente a la nuestra, por supuesto, pero no somos totalmente opuestos. Yo diría que mi experiencia aquí ha sido positiva".
¿Volverían a Venezuela?
Para Andrea y Marisabel, Colonia es ahora su hogar. Ninguna de las dos descarta regresar a Venezuela, pero, de momento, no pueden imaginarlo. Ambas mujeres hablan con gran desilusión sobre su país y creen que las próximas elecciones son una farsa. "El Estado de derecho, las instituciones independientes o un sistema electoral independiente, nada de eso ha existido en Venezuela durante años", dijo Marisabel. "Incluso si se restableciera la democracia, nuestro país tiene una crisis de valores que se extiende por toda la sociedad, donde reina la mentalidad de la supervivencia del más apto en lugar de la honestidad, la responsabilidad y el trabajo duro", agregó.
Andrea hizo eco de las preocupaciones de Marisabel, y añadió que "el sistema económico casi ha sido completamente destruido" y que la recuperación de Venezuela podría no ocurrir por otros 20 años.
¿Pérdida o ganancia de Venezuela?
El sociólogo Tomás Páez todavía tiene esperanzas sobre el futuro y cree que la diáspora desempeñará un papel en dicha recuperación. Aunque los encuestados dijeron que era poco probable que regresaran, expresaron su firme compromiso de ayudar a Venezuela tanto como pudieran desde lejos.
Páez cree que los inmigrantes venezolanos devuelven mucho a su país en términos de remesas de efectivo y medicinas, y predice que cuando llegue el momento, podrán brindar conocimientos técnicos, habilidades lingüísticas, cultura política y otros valores.
"Incluso hoy, con una dictadura que trata activamente de mantener separadas la diáspora y la patria, el vínculo entre los migrantes venezolanos y su patria es muy fuerte", apuntó. Si lo que observa es correcto, personas como Marisabel y Andrea podrían contarse entre los que ayuden a traer a Venezuela de regreso a flote.
Autora: Jenipher Camino González (FEW/DZC)
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- Fecha 19.05.2018
- Autor Jenipher Camino González
- Temas Nicolás Maduro, Venezuela, Alemania, Colonia, Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana, Asamblea Nacional Constituyente (Venezuela), Patricia Betancourt
- Palabras clave Venezuela, Colonia, Alemania, inmigrantes, Nicolás Maduro, idioma
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