ALEMANIA
Opinión: Los judíos enfrentan un antisemitismo rampante en Alemania y Europa
El asesinato de una anciana sobreviviente del Holocausto en París ha conmocionado a Europa. Sin embargo, Michel Friedman cree esto no debe sorprender a nadie: el antisemitismo es omnipresente.
Estamos en el centro de todo, y lo hemos estado durante mucho tiempo: el antisemitismo europeo. Los ejemplos son legión: Francia, donde una superviviente del Holocausto fue brutalmente asesinada por su fe; Gran Bretaña, donde el Partido Laborista se ve sacudido por escándalos antisemitas y su líder no hace nada al respecto; Hungría, donde el primer ministro Viktor Orbán se lamenta por una supuesta conspiración del judío George Soros; Polonia, que trata desesperadamente de definirse a sí misma como la parte inocente respecto a su antisemitismo, durante y después del Holocausto; Austria, donde los extremistas de derecha son respetados, por razones políticas, por el canciller Sebastian Kurz. Una vez más, parece que el antisemitismo ha sido legitimado e institucionalizado a través de las elecciones.
Y, sí, también está sucediendo en Alemania. Las escuelas judías, las guarderías y los centros comunitarios han necesitado protección contra los neonazis durante décadas. Un político de Alternativa por Alemania (AfD) describió el Memorial de Berlín a los judíos asesinados de Europa como un símbolo de la vergüenza, mientras que sus miembros quieren reescribir la cultura del recuerdo. Además, los miembros de este partido fueron elegidos para ingresar al Bundestag por primera vez.
Cada fin de semana, los equipos de fútbol rivales son vilipendiados como judíos, y nadie hace un escándalo. Se cuentan chistes sobre judíos y, aunque nunca son divertidos, la gente todavía se ríe. Los cementerios judíos son regularmente profanados. En internet el odio y el desrpecio campan a sus anchas.
¡Ya basta!
Misántropos desinhibidos han existido siempre. Personas que dicen esto o aquello "simplemente porque tienen que decirlo", pero no es nada más que puro odio, violencia verbal, antisemitismo y racismo. Sin embargo, para esto no hay justificación y, por lo tanto, no puede haber comprensión, ni siquiera cuando se menciona eufemísticamente a esas personas como "voto de protesta".
Nos hemos acostumbrado al antisemitismo estructural. Y esto es precisamente lo peor: nada nos molesta. Nos hemos vuelto insensibles a eso. En la espiral diaria de excitación generada por los medios nos hemos acostumbrado demasiado al antisemitismo. Pero, como ya no reaccionamos, nosotros también nos involucramos; nos convertimos en cómplices de los perpetradores.
¡Ya basta!
También es cierto que en los últimos años, junto al antisemitismo de izquierdas y de derechas de Europa, en los últimos años ha aparecido un antisemitismo procedente del mundo musulmán. Aunque los ataques están aparentemente dirigidos a Israel, la retórica a menudo se extiende a todos los judíos, independientemente de dónde vivan. La gente ha hecho advertencias sobre esto durante años, describiendo incidentes antisemitas en las escuelas alemanas, por ejemplo, y la débil respuesta que tienen estos incidentes.
Durante décadas, el Estado alemán ha encomendado jóvenes musulmanes a imanes agresivos y antidemocráticos de Arabia Saudita o Turquía; luego los funcionarios expresan una sorpresa poco sincera cuando los jóvenes se radicalizan.
También algunos refugiados son antisemitas. Vienen de dictaduras que adoctrinan a sus poblaciones con odio hacia los israelíes y los judíos. Sin embargo, esto es, en el mejor de los casos, una explicación; no es una excusa.
¡Ya basta!
La élite alemana hace declaraciones recurrentes de solidaridad que nunca cambian nada: tópicos como "no tolerancia a la intolerancia" solo sirven para calmar sus conciencias.
No se contrata personal adicional para guarderías y escuelas. Los políticos locales minimizan regularmente la amenaza de la mafia neonazi para evitar que sus regiones adquieran mala reputación. La policía, la fiscalía y la Constitución están fallando, no solo en sus investigaciones sobre los asesinatos cometidos por el Movimiento Nacional Socialista, sino también durante las manifestaciones de PEGIDA y en muchos otros casos.
No se trata de mostrar solidaridad con los judíos: se trata de demostrar un compromiso con todos y con todo lo que implica crear este país libre. ¿Qué más debe suceder para que se tomen medidas? ¿Cuántos discursos más deben darse proclamando el "nunca más" sin que los oradores callen de vergüenza porque pasarán el resto de la semana sin hacer nada?
Los perpetradores antisemitas desprecian la democracia, el pluralismo, la libertad, la emancipación y la tolerancia. ¿Estamos suficientemente comprometidos con estos valores? ¿Los defendemos con pasión? ¿O los que odian son tan fuertes solo porque otros son demasiado silenciosos?
Estoy escribiendo todo esto no porque sea judío, sino porque soy un ser humano, un ser humano como usted. Estoy muy preocupado. Y también estoy preocupado por usted.
Autor: Michel Friedman (MN/EAL)
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- Fecha 01.04.2018
- Autor Michel Friedman
- Temas Alemania, Holocausto, Judaísmo, Europa, Polonia , Bulgaria Holocausto
- Palabras clave Alemania, Europa, judíos, antisemitismo, Holocausto
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