Callejón sin salida
Por Melvin Mañón
15 de noviembre de 2017
Un hombre sin educación formal pero de aguda, penetrante inteligencia y sentido común me aborda:
Melvin Mañón |
-Este es un gobierno que apenas acaba de cumplir un año y parece ya tan viejo y tan decrépito que asusta- comento yo.
-Pero oiga lo otro Mañón. Tampoco veo en parte, ni me imagino, ni entre sueños consigo creerme que yo mismo y la gente que conozco y el país que yo conozco estén dispuestos a fumarse cuatro años mas de Danilo Medina.
-Concurro- afirmo – pero tenga en cuenta una cosa: en la historia y en la vida real, esta situación que tenemos se conoce como un callejón sin salida. Y le digo algo: todo callejón sin salida es una oportunidad. El asunto es quien se deja morir o quien brinca la pared, se encarama en el muro o se cuela por una hendija-
Y según el decir dominicano -corrobora- lo que es igual no es ventaja; tanto lo que aspira uno como lo que repudia el otro. Danilo Medina, desde el segundo año, ha vivido de escándalo en escándalo-
-Y ahora- lo interrumpo- se enfrenta a otros nuevos. Fíjese que, en las pasadas elecciones metieron 40 millones de dólares para comprar las máquinas de escanear que no sirvieron y lo peor de todo es que, ahora se ha revelado el hecho de que fue la misma empresa vendedora, que ya antes había sido acusada de actividades fraudulentas, la que procesó la información producida por los escaners. O sea que además de la violación a la Ley electoral que estipula clara e inequívocamente que el procesamiento o conteo de los votos tiene que hacerse manualmente, además repito, de haber transgredido tan flagrantemente la ley, ahora resulta que hubo otra violación no menos, sino acaso más grave que esta ya que fue la misma empresa suplidora y no la JCE la que procesó la información de los escaners lo cual, si hubiera necesidad, da para cualquier interpretación. Usted solamente tiene que fijarse en una cosa. Si la ley electoral dice que el conteo es manual, la sola compra de cualquier equipo de conteo electrónico es ya una ilegalidad.
Mire Mañón, yo no se lo que aquí va a pasar pero algo tendrá que pasar, aunque digan que aquí se acabaron los hombres, aquí, se lo digo yo, tiene que pasar algo. Ellos cada día están mejor pero a mi y la gente de la calle nos está llevando el diablo. Tal vez – añadió- si el PLD se divide y Leonel coge un pedazo y Danilo otro . . .
-No sueñe con eso- digo – Leonel no se atreve a romper, teme a Danilo, conoce su inescrupulosidad. Un callejón sin salida se caracteriza no porque realmente no tenga salida sino porque la salida no está a la vista. Al final, al fondo o en uno de los costados del callejón alguien brinca, rompe o se abre una grieta y por esta corren las soluciones.
Aquí no hay calendario para nada. En este país todo está en veremos. Todo es relativo, aleatorio, circunstancial. La ley no existe, el derecho es una vaga e incolora ficción. Nos gobierna la ignorancia, la intolerancia y la desfachatez y todos sabemos que tendrá un final, pero nadie sabe cuando ni bajo que formas aunque yo sigo creyendo que será con sangre quizás porque mi imaginación no alcanza a ver como se podría traer orden, disciplina y respeto cuando ya todo el país ha abrazado el caos y aprendido como sobrevivir en este creando una cultura donde cada cual se cree con mas derechos que los demás y donde hay tantos convencidos de que se joderá el otro pero no él.
Pedimos justicia a quien administra el desorden y se lucra de este. Pedimos decencia y decoro a quienes protagonizan al estupro de la nación y mientras el mundo empieza a temblar de indignación el rebaño dominicano pasta indolente frente a las pantallas del televisor, suspira ante las vitrinas repletas de oropeles y ajeno a su propio destino, entregado a la providencia como a la lotería la cual espera que lo libere del terrible destino que le aguarda.
Asi pues, ni puede uno figurarse quien dará el paso adelante para liberar este pueblo de otro matadero electoral ni tampoco imaginarse la tanta tolerancia que haría falta para aguantar cuatro años más esta canalla a la que formalmente y todavía le faltan tres. Es un callejón sin salida. Pero recuerden, que no hay tal callejón, es solamente una ilusión óptica, un drama coyuntural, una obra de teatro sin libreto. Siempre hay salida porque en cada callejón sin salida subyace la oportunidad de lo extraordinario.
http://www.larepublicaonline.com/2017/11/callejon-sin-salida/Sobre Melvin Mañón
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