EE.UU. expulsa a 15 funcionarios de la embajada de Cuba por los "ataques" contra sus diplomáticos, algo que La Habana tacha de "decisión política"
La Casa Blanca otorgó siete días para que 15 funcionarios de la embajada cubana en Washington abandonen Estados Unidos.
Así lo informó este martes un alto funcionario del Departamento de Estado en un contacto con periodistas.
El motivo de la expulsión brindado es la "incapacidad" de la isla para proteger al personal estadounidense en La Habana de los "ataques" que esa delegación viene denunciando.
"Cuba debe tomar más acciones", afirmó el funcionario, quien señaló que ahora son 22 miembros de la delegación de EE.UU. los que presentan síntomas físicos relacionados con dichos "ataques".
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Desde agosto, Washington denunció reiteradamente que su personal en La Habana presenta síntomas físicos de malestar como problemas de audición, mareos y nauseas que podrían ser causados por "ataques sónicos" o "ataques específicos".
"La decisión se tomó debido al hecho de que Cuba no tomó las medidas apropiadas para proteger a nuestros diplomáticos de conformidad con las obligaciones contraídas en virtud de la Convención de Viena", señaló el secretario de Estado, Rex Tillerson, en un comunicado posterior al anuncio.
La reacción de Cuba
Cuba, por su parte, volvió a negar este martes tener responsabilidad alguna por los "ataques".
"Al rechazar cualquier responsabilidad en los alegados hechos, Cuba reitera que jamás ha perpetrado ataques contra funcionarios diplomáticos y sus familiares", indicó el canciller cubano Bruno Rodríguez, horas después del anuncio de Washington.
El jefe de la diplomacia cubana añadió que "la decisión tomada por Estados Unidos tiene un carácter eminentemente político".
Rodríguez indicó que su país no tiene ninguna evidencia de que "ataques" como los que denuncia Estados Unidos se hayan realizado y negó que la isla posea la tecnología para realizarlos.
Análisis
Gerardo Lissardy, periodista de BBC Mundo en Nueva York
El misterio sobre los problemas de salud padecidos por funcionarios de Estados Unidos en Cuba está lejos de ceder un ápice, pero algo es evidente: la relación bilateral continúa cuesta abajo.
Al explicar a la prensa la expulsión de 15 diplomáticos cubanos este martes, un funcionario del Departamento de Estado de EE.UU. reiteró que ambos países mantienen relaciones diplomáticas y evitó señalar culpables por los incidentes.
Pero volvió a hablar de "ataques" a funcionarios de EE.UU. en La Habana y dijo que el gobierno de Cuba debería tomar más medidas para proteger a los enviados de Washington si quiere tener las embajadas funcionando a pleno.
De hecho, la expulsión de los 15 cubanos buscan obligar a la embajada de Cuba en EE.UU. a limitar sus operaciones al mismo nivel que Washington redujo su sede diplomática en La Habana el viernes, para funcionar apenas en modo de emergencia.
Esto no sólo impactará el procesamiento de visas para viajes sino que probablemente afectará el vínculo entre ambos países en temas que van desde el comercio hasta la cooperación bilateral.
El gobierno de Raúl Castro ha negado tener algo que ver con los "ataques" denunciados y la administración de Donald Trump admite que las investigaciones siguen sin revelar quién o qué los causó.
Pero la idea de que estos incidentes debían afectar seriamente la relación entre ambos países era defendida desde hace tiempo por congresistas de EE.UU., sobre todo del Partido Republicano de Trump.
Algunos, como el senador Marco Rubio, criticaron incluso que el Departamento de Estado haya evitado expulsar a diplomáticos cubanos el viernes, cuando anunció que reduciría sus operaciones en La Habana.
Y ahora que Washington tomó esta medida, la relación diplomática entre ambos países se parecerá un poco más a los tiempos de desconfianza y enemistad de la segunda mitad del siglo XX… y menos al regreso a la normalidad anunciado por Castro y el expresidente estadounidense Barack Obama pocos años atrás.
Las expulsiones
El funcionario del Departamento de Estado que conversó con medios este martes añadió que se determinó que sean 15 los expulsados para que el impacto en ambas embajadas sea "equitativo".
La anterior semana, Washington anunció que retiraría a la mitad de su personal y canceló de forma indefinida la emisión de visas.
Se estima que la salida de los funcionarios estadounidenses de La Habana concluirá esta semana y esa legación diplomática funcionará con personal de emergencia hasta nuevo aviso.
El funcionario del Departamento de Estado aclaró que la salida de personal de ambas embajadas no significa la ruptura de relaciones entre ambos países y que eso no está considerado por ahora.
"Este paso no significa un cambio de política o una determinación de responsabilidad por los ataques al personal del gobierno estadounidense en Cuba", subrayó.
Por su parte, Tillerson indicó que Estados Unidos seguirá "manteniendo relaciones diplomáticas con Cuba y cooperando con Cuba mientras prosiga la investigación de estos ataques".
La reducción afecta a casi dos tercios del personal de la embajada de Cuba en Washington, según medios estadounidenses. Aunque el Departamento de Estado no quiso confirmar el porcentaje de funcionarios cubanos afectados.
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