jueves, 21 de septiembre de 2017

Herencia ecológica en América: Los Palafitos

ARQUITECTURA BIOCLIMATICA

Herencia ecológica en América: Los Palafitos

La arquitectura palafítica se separa de la tierra firme por varias razones: regulación de la temperatura, protección de posibles ataques de animales, acercamiento al medio de comunicación principal.

Herencia ecológica en América: Los Palafitos
©Yobani Quintero++La arquitectura palafítica se separa de la tierra firme por varias razones: regulación de la temperatura, protección de posibles ataques de animales, acercamiento al medio de comunicación principal
Las primeras viviendas fijas se ubican en  la época mesoindia, que abarca el periodo comprendido entre el 5.000 y el 1.000 ac, según estudios antropológicos.
La desaparición de los grandes mamíferos, permitió a estos antiguos pobladores, convertirse en recolectores y pescadores, tal como lo demuestran los  restos encontrados en las costas y las islas de la región.
 Los primeros arquitectos especializados en este tipo de construcción, fueron los aborígenes llamados Añú o Paraujanos. Que milenariamente han habitado el noroeste de las costas venezolanas, a  esa cultura se le reconoce como los originarios constructores de los palafitos.
Estructura del Palafito
La idea inicial para construir sus viviendas está asociada a los arboles de los bosques de costa de esos parajes donde se realizaron los principales asentamientos, los llamados manglares, siendo el árbol de Manglar Rojo con sus raíces anchas  los que sirvieron como primeros cimientos de esas antiguas casas.
Posteriormente se levantaron sobre columnas de esos mismos arboles pero de manera independiente.
Otro ejemplo lo tenemos en arquitectura palafítica Warao del delta del Orinoco que  se separa de la tierra firme por: protegerse de posibles ataques de animales o insectos, la cercanía al medio de comunicación principal y proveedor de alimentos y la regulación de la temperatura.
La tierra se calienta dos veces más rápido que el agua ya que el agua tiene más capacidad de absorber calor  y   además, como el río está en movimiento,  el calor no se acumula.
A esto hay que sumarle que estos caños, verdaderas autovías fluviales, encauzan los vientos favoreciendo la ventilación y refrescando el asentamiento.
En  comunidades establecidas  la vivienda se compone de dos palafitos, uno a cada lado de la pasarela principal que conforma poblado, la cocina-fogón en el lado del río y la casa de los chinchoros en el lado interior.



El chinchorro es  una hamaca realizada con fibra de moriche que utilizan para dormir. La casa de los chinchorros está más próxima a tierra firme de manera que queda algo más resguardada que la estancia  donde pasan el  día, en la parte del río, que alberga la cocina, el fogón y el embarcadero.
Los caminos son las pasarelas que articulan el poblado y constan de una calle principal paralela al río de la que salen perpendicularmente otras secundarias que llevan a cada palafito.
Esta distribución de los asentamientos  es fruto de un conocimiento profundo del entorno y de la adaptación  milenaria  de una cultura ligada al río.
En el presente las casas ecológicas se definen como aquellas que logran condiciones óptimas de habitabilidad con el mínimo consumo energético, teniendo en cuenta la orientación de la construcción, el terreno y la naturaleza que lo rodea.
Deben ser autosuficientes y autorreguladas, con un mantenimiento que no dependan de fuentes no locales de energía. Capaces de reutilizar el agua de lluvia.
Construida con materiales no tóxicos.
Deben tener cero emisiones, integración paisajística, en armonía con el entorno vivo.
Esas casas ecológicas eran ya diseñadas desde los aborígenes  Añu  a  la arquitectura palafítica Warao del delta del Orinoco.
https://www.arquitecturayempresa.es/noticia/herencia-ecologica-en-america-los-palafitos

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