REFLEXIÓN SOBRE EL ABORTO. SUS CONSECUENCIAS. LOS DERECHOS
Discusión intensa la que actualmente se está debatiendo en el
Senado.
Sabemos que la Republica Dominicana es uno de los seis países
en el mundo donde al aborto, incluso para salvar a la mujer, no está permitido.
Los poderes conservadores del país empezando por la Iglesia Católica, de forma
resistente se oponen a la modificación del Código Penal, insertando nuevas
leyes a favor de la madre. Igualmente aquellos senadores ultraconservadores no
votaran por ninguna ley aferente a la liberación del aborto.
Estamos ante un grave problema donde el legislador deja de
ser ente humano, para convertirse en aliado de aquellos que permiten aún en
siglo XXI la muerte de la madre porque no aceptan el aborto. Así tenemos que el
aborto inducido es la cuarta causa de muerte materna(MM), atribuyéndole un
o,13% del total de los casos, según el gobierno dominicano, aunque aquí también
se vislumbra una enorme divergencia puesto que
la Sociedad Dominicana de Ginecología y Obstetricia estima la cifra real
en 0,20%.(2009).
Si analizamos desde un punto de vista evolutivo y técnico,
comprenderemos que este alto % de muertes podrían salvarse, sólo con la
aplicación de una ley que acepte el aborto en caso de necesidad, peligro,
inseguridad o deformación. En el 1999 hubo 82.500 abortos. El Instituto
Guttmacher estimó a 90,000 el número de abortos y hoy la cifra puede haber
aumentado desde entonces.
Cualquier país evolutivo y progresista hace ya varias décadas
que tiene legislación sobre el aborto, coincidiendo todos estos países en la
liberación del mismo, siempre que haya causas incluidas y previstas en el Código
Penal.
La liberación del aborto llegó hasta tal extremo, que hoy, en
España, se está modificando la ley que permite a las adolescentes de 15 y 16
años, abortar sin previo aviso a sus padres, modificándola para que a partir de
ahora los padres estén informados y acompañen sus hijas al hospital.( articulo
13 de la ley del aborto vigente). En Europa demasiada libertad mientras en R.D.
ninguna.
Creo que el problema actual sobre este espinoso problema no
está en el contenido mismo de la ley que autorice o no, sino en la libertad a
las madres para que decidan sobre su futuro y el de sus hijos, sin olvidar la
legislación para reforzar la protección del derecho a la vida.
El Gobierno debería tomar tres medidas importantes y
necesarias.
La primera: Aumentar el peso de la educación sexual en las
escuelas y promover todo tipo de medidas preventivas para evitar embarazos.
La segunda; Apoyar a la mujer incluyendo medidas económicas.
Se trataría de aumentar la red de ayudas a las mujeres con problemas que se
quedan embarazadas, y afectarles mayores recursos de apoyo.
La tercera: Ayuda sicológica a aquellas adolescentes que
quieren jugar a “mamás” en vez de jugas a las muñecas.
Acabar simplemente dejando la decisión a la mujer que es la
persona que mas debería querer a su criatura.
¡A Dios lo que es de Dios y a la mujer lo que de la mujer!
17 de diciembre de 2014.
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