Comentario de opinión
El encanto dominicano como valor diferencial en la diplomacia y los negocios
En un mundo donde la diplomacia suele asociarse con formalidad y protocolos rígidos, los dominicanos —y los hispanos en general— aportamos algo que no se enseña en manuales: cercanía, espontaneidad y calidez humana. Como bien expresó el director general de Aduanas, Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón, en un intercambio con colegas de la Aduana de EE. UU., “los dominicanos no siempre encajamos en lo más diplomático… pero tenemos de sobra un encanto y cercanía que rompe el hielo y nos hace destacar donde sea”.
Este rasgo cultural no es un simple detalle anecdótico; es un activo estratégico. En entornos globales donde la confianza y las relaciones interpersonales son clave, la capacidad de generar empatía y conexión genuina puede abrir puertas que la rigidez no logra. La música, el clima y la alegría que nos caracterizan son parte de una identidad que, lejos de ser un obstáculo, se convierte en ventaja competitiva.
Claro está, la informalidad no debe confundirse con falta de profesionalismo. El reto está en equilibrar nuestra autenticidad con la seriedad que exigen los escenarios internacionales. Si logramos mantener ese balance, la marca país se fortalecerá no solo por sus productos y servicios, sino también por el talento humano que proyecta confianza y cercanía.
En definitiva, la experiencia relatada por Sanz Lovatón nos recuerda que la diplomacia no siempre se mide por la rigidez del protocolo, sino por la capacidad de construir puentes humanos. Y en eso, los dominicanos llevamos ventaja.
VIDEO: https://www.tiktok.com/@sanzlovaton/video/7555543702458912012?lang=es@sanzlovaton Cherchando un poco con nuestras amigas de la Aduana de EE. UU., sobre cómo los dominicanos (y los hispanos en general) no siempre encajamos en lo “más diplomático”… pero tenemos de sobra, un encanto y cercanía que rompe el hielo y nos hace destacar donde sea. #dominicano ♬ sonido original - Yayo

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