lunes, 23 de octubre de 2023

Discurso del gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Héctor Valdez Albizu, en el septuagésimo sexto aniversario de la institución

Discurso del gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Héctor Valdez Albizu, en el septuagésimo sexto aniversario de la institución

23 de octubre de 2023. 

Con el espíritu lleno de júbilo y gran satisfacción, comparezco una vez más ante ustedes para conmemorar el aniversario número 76 de la fundación del Banco Central de la República Dominicana. Mirando al pasado, les confieso, que he vivido momentos especiales y únicos en cada una de las veintiséis ocasiones en que he tenido el honor de dirigirme a ustedes en un nuevo aniversario. Como siempre, al llegar esta emblemática fecha, aprovecho la oportunidad para mostrar los principales logros en el ámbito de la política monetaria y comentar sobre la coyuntura, tanto internacional como doméstica, y los retos que nos depara el futuro.

Como hombre de fe, quiero comenzar por recordar las sagradas escrituras que nos invitan, siempre y por cualquier motivo, a dar gracias a Dios nuestro Padre. Agradezco al Creador por concederme la fortaleza para, junto a un extraordinario equipo de hombres y mujeres, guiar los destinos del Banco Central con estricto apego a la Constitución Dominicana y a la Ley Monetaria y Financiera. Asimismo, doy gracias al excelentísimo señor presidente Luis Abinader Corona, por la confianza puesta en mi persona para dirigir el Banco Central, un compromiso que asumo diariamente con firmeza y determinación, pero con el debido respeto y la humildad que requiere un servicio desinteresado a la patria.

Quiero reconocer también a los miembros de la honorable Junta Monetaria, quienes, en cumplimiento de sus atribuciones dentro del órgano superior de la Administración Monetaria y Financiera, han sido piezas claves para garantizar el éxito de todas las iniciativas implementadas en materia de política monetaria, financiera y cambiaria. Debo decir que los logros nacionales e internacionales que hoy prestigian a nuestra institución no serían posibles sin el trabajo tesonero del formidable equipo de funcionarios y empleados del Banco Central que me acompaña en las labores diarias.

Estoy convencido, estimados amigos, de que en lo poco o lo mucho que pueda lograr un ser humano en su transitar por la vida, siempre está la familia. Por eso, quiero reconocer primero a mi amada esposa Fior por su amor, su gran comprensión y su apoyo absoluto a las tareas que me ha tocado desempeñar. A mi querido hijo Héctor Manuel y a su esposa Begoña quienes, al recibir la bendición de convertirse en padres de Cayetano me regalaron el título de abuelo, condecoración que me desborda de inmensa alegría. También a mis hermanos a quienes quiero entrañablemente y que, junto a mi padre y mi madre que velan por mi bienestar desde el cielo, han sido mi sostén durante todos estos años.

En este momento, permítanme, como es la tradición en cada nuevo aniversario, compartir con ustedes el comportamiento reciente de la economía dominicana y sus perspectivas futuras. Entender a cabalidad la coyuntura actual y su posible evolución requiere de una comprensión de cómo enfrentamos el entorno internacional convulso y complejo que generó grandes disrupciones en la economía global. Comencemos por el rol de la política monetaria en este contexto y sus principales resultados en materia de inflación.

POLÍTICA MONETARIA E INFLACIÓN

Como es bien sabido, en la fase final de la pandemia del COVID-19 el mundo experimentó presiones inflacionarias como resultado de una mayor liquidez que fue necesaria para enfrentar los problemas derivados de la crisis sanitaria, del aumento de los precios de los commodities, principalmente petróleo y alimentos y del costo del transporte de mercancías a través de contenedores. Dichas presiones se agravaron con la guerra entre Rusia y Ucrania, generándose lo que en otras ocasiones he denominado una tormenta perfecta. En este contexto, el Banco Central implementó un plan de restricción monetaria mediante el aumento de su tasa de política y el retiro del estímulo provisto al sistema financiero durante la pandemia.

Estas medidas, aunque difíciles, eran necesarias para preservar la estabilidad de precios. Como he citato anteriormente lo que dijera en su libro El Coraje de Actuar, Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos y ganador del Premio Nobel: “tomar decisiones impopulares para el beneficio del país en el largo plazo es la razón de existir de un Banco Central. Este tipo de instituciones se crea para hacer lo que hay que hacer”.

Las medidas del Banco Central, junto a los subsidios del gobierno para mitigar el alza de los precios de las materias primas, redujeron la inflación de 9.64 % en abril 2022 a 4.41 % en septiembre 2023. De igual forma, la inflación subyacente, que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta como algunos alimentos, los combustibles y otros artículos con precios regulados, disminuyó de 7.29 % en mayo de 2022 a 4.68 % en septiembre de 2023. Cabe destacar que ambas medidas de la inflación se encuentran dentro del rango meta de 4 % ± 1 % del programa monetario.

En esencia, se recuperó la estabilidad de precios en una coyuntura de alta complejidad. La importancia de este gran logro se puede percibir en las palabras de Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional en las reuniones anuales celebradas en Marrakech: “La estabilidad de precios es fundamental. Es un prerrequisito para el crecimiento y protege a las personas, en especial a los pobres.”

Con la inflación controlada, la política monetaria se tornó más expansiva. El Banco Central redujo su tasa de política monetaria (TPM) en 100 puntos básicos, de 8.50 % en mayo 2023 a 7.50 % en la actualidad. De esta manera, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) se ubica en 8.0 % anual; mientras que la tasa de depósitos remunerados (Overnight) se encuentra en 6.25 % anual. Estas decisiones contribuirán a disminuir los costos de financiamiento de las entidades financieras e incidirán en menores tasas de interés en el sistema financiero.

Además, la Junta Monetaria aprobó un programa de expansión monetaria mediante la liberalización del encaje legal y el establecimiento de una facilidad de liquidez rápida para la colocación por las entidades financieras de recursos a los hogares y a los sectores productivos. En el caso del encaje legal, en enero se liberaron unos RD$21,000 millones para ser prestados a la construcción y adquisición de viviendas de bajo costo, mientras en junio se aprobaron otros RD$34,000 millones para diversas actividades productivas y los hogares.

En total, las medidas de liquidez han permitido canalizar unos RD$126,000 millones a sectores como comercio y MIPYMES, consumo y vivienda, construcción, manufactura, agricultura, entre otros, en la mayoría de los casos a tasas no mayores de 9.0 %, recursos que fueron colocados a través de las entidades de intermediación financiera. El proceso no se detiene aquí. Me place anunciar que, en este mes de octubre, la Junta Monetaria autorizó una nueva facilidad de liquidez rápida (FLR) por RD$40,000 millones a ser dirigidos esta vez a los sectores construcción, manufactura, exportación y agropecuaria. De estos recursos, al 19 de octubre el sistema financiero ya ha canalizado unos RD$13,735 millones.

El aumento de la liquidez generado por estas medidas puede observarse en la tendencia al alza que presentan los agregados monetarios al mes de septiembre, en general con expansiones por encima del crecimiento del producto interno bruto (PIB) nominal. Específicamente, el medio circulante M1 registró un crecimiento interanual de 11.2 % en septiembre; mientras la oferta monetaria ampliada M2, que además incluye depósitos de más largo plazo, se incrementaron en 17.0 %; y el dinero en sentido amplio M3, que agrega al M2 los otros depósitos en moneda extranjera, se expandieron en 14.6 % durante el mismo periodo.

Otro resultado positivo de la política monetaria reciente es que la baja en la TPM ha tenido su impacto en el promedio ponderado de la tasa de interés activa, la cual se ha reducido en 200 puntos básicos, de 15.9 % en mayo a 13.9 % en septiembre pasado. A su vez, durante ese mismo periodo, la tasa de interés pasiva cayó de 10.4 % a 8.4 %. En un contexto de disminución en las tasas de interés, el crédito al sector privado en moneda nacional se ha expandido en torno a 17 % interanual en septiembre.

En adición, cabe destacar que República Dominicana no ha sido el único país en reducir su TPM en América Latina. En la medida que la inflación de la región ha disminuido en los últimos meses, varios países han comenzado a normalizar su postura monetaria. En ese sentido, en lo que va de año se observan reducciones en Costa Rica (250 puntos básicos), Uruguay (200), Chile (175), Brasil (100), Paraguay (50) y Perú (50).

RESULTADOS PRELIMINARES DE LA ECONOMÍA

Estimados amigos, para nadie es un secreto que las acciones del Banco Central dominicano no fueron un fenómeno aislado, sino que, como en otros bancos centrales del mundo, formaron parte de un esfuerzo por moderar las presiones inflacionarias generadas en la pandemia. En un ambiente restringido de liquidez monetaria a nivel global, los países estabilizaron sus niveles de precios, pero al costo de un menor crecimiento de la economía. En el caso de República Dominicana, a pesar de este entorno internacional desfavorable, se prevé que la economía crecería por encima del promedio de América Latina este año.

Los resultados preliminares que paso a compartir con ustedes y con los amigos de la prensa confirman un proceso de recuperación que deberá mantenerse en la medida en que siga operando el canal de transmisión monetario y continúe ejecutándose la inversión pública. Conforme a los últimos datos disponibles, me place compartirles la primicia del indicador mensual de actividad económica (IMAE) que creció 3.1 % en septiembre 2023, la tasa mensual más alta del presente año, indicando que el mecanismo de transmisión de la política monetaria se encuentra operando. Con este resultado, el crecimiento interanual del producto interno bruto (PIB) real trimestral se ubicó en 2.6 %, para un acumulado en enero-septiembre de 1.7 %.

La mayor contribución en enero-septiembre provino de hoteles, bares y restaurantes que creció 10.9 %, manteniendo el gran dinamismo exhibido a lo largo del año. Solo en septiembre, el país recibió 478,792 turistas por vía aérea, acumulando un récord de 6,023,573 pasajeros no residentes durante los primeros nueve meses del año, con una tasa de ocupación hotelera de 75 %. Si a esto se suman 1,607,360 cruceristas que llegaron al país en ese periodo, el total de visitantes fue de 7,630,933, otro hito histórico para el turismo. Los números son elocuentes. El gran trabajo del Gabinete de Turismo liderado por el presidente Luis Abinader Corona, así como la labor ejecutada por el ministro David Collado, han situado nuestra nación entre los principales destinos de América Latina haciendo honor al eslogan “Dominicana está de moda”.

Un aspecto que se debe destacar en los resultados a septiembre es el comportamiento de la construcción, sector con gran efecto multiplicador en otras actividades económicas. Luego de presentar registros negativos en algunos meses del primer semestre del año, en gran medida por la moderación de la demanda interna y los elevados costos de los insumos, la construcción continuó recuperándose al expandirse 9.5 % en septiembre 2023 comparado con igual mes del año anterior, resaltando como el mejor desempeño registrado en lo que va de año. De igual forma, la agropecuaria exhibió en septiembre un incremento interanual de 3.4 %, para un aumento de 3.8 % en enero-septiembre 2023.

Debo decir que la comunidad internacional ha reconocido como meritorio lo logrado por la economía dominicana en lo que ha transcurrido del presente año, a pesar de un entorno desfavorable. Hace apenas unos días, Katie Taylor, directora de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, organización independiente afiliada a la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó que República Dominicana “es una luz en el hemisferio, con estabilidad democrática, estabilidad económica y desarrollo”.

En cuanto al mercado laboral, me place compartirles la novedad sobre los últimos datos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central. Para el trimestre julio-septiembre de 2023, la ocupación total alcanzó su nivel histórico más alto de 4,855,631 trabajadores, reflejando una notable creación de 222,497 empleos en términos interanuales. La generación de nuevos puestos de trabajo en los últimos doce meses estuvo concentrada en la ocupación formal, es decir, aquellos que tienen acceso a los beneficios de seguridad social vía su ocupación, verificándose un incremento interanual de 164,498 personas en dicha categoría, representando un 74 % del aumento total de los ocupados del último año. Con estos resultados, el porcentaje de informalidad se redujo en 1.5 p.p. en el tercer trimestre de 2023, al bajar de 58.1 % en julio-septiembre 2022 a 56.7 % en el mismo período de 2023. La tasa de desocupación abierta se colocó en 5.4 % para el tercer trimestre de 2023.

SECTOR EXTERNO Y FINANCIERO

En lo referente al sector externo, en enero-septiembre 2023, es importante destacar que las zonas francas exportaron US$5,961.6 millones durante ese periodo, para un crecimiento de 0.7 % luego de haber permanecido en terreno negativo gran parte del año. Lideradas por las ventas de equipos médicos y quirúrgicos, las exportaciones de zonas francas mostraron una gran capacidad de recuperación ante las condiciones adversas prevalecientes en el mundo.

Una buena noticia en el sector externo es la notable evolución del turismo que registró un aumento interanual en sus ingresos de 19.3 %, alcanzando US$7,594.4 millones en enero-septiembre 2023. Asimismo, durante ese periodo, el país recibió remesas por US$7,597.1 millones para un aumento interanual de 3.9 %, un significativo aporte a la economía de la diáspora dominicana.

Asimismo, debo destacar que la inversión extranjera directa (IED) alcanzó a US$3,369.5 millones en enero-septiembre, para un crecimiento interanual de 3.9 %. Este flujo de recursos, destinados en su mayoría a energía, turismo y comercio, muestran una vez más la gran confianza de los inversionistas extranjeros en el país. Es preciso reconocer el rol que ha jugado en el dinamismo de la inversión (tanto extranjera como local) el Gabinete que dirige la vicepresidenta Raquel Peña, cuyo liderazgo ha sido fundamental, tal y como lo fue durante la crisis sanitaria cuando el Gabinete de Salud bajo su mandato llevó a cabo un exitoso plan de vacunación.

El gran volumen de divisas recibido por la economía dominicana durante enero-septiembre ha permitido mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio en un entorno de acumulación de reservas internacionales. En ese sentido, al cierre de septiembre el peso dominicano acumuló una depreciación de apenas 0.8 %, mientras las reservas internacionales se ubicaron en US$15,900 millones aproximadamente, equivalentes a 13.2 % del PIB y 5.9 meses de importaciones, por encima de las métricas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Amigos y amigas, en una economía dinámica que refleja fuertes fundamentos macroeconómicos como la nuestra es importante reconocer el rol del sector financiero como sostén de la actividad productiva privada. Por esta razón, la fortaleza de sus indicadores es fundamental para el buen funcionamiento de la economía. De acuerdo con la más reciente información publicada por la Superintendencia de Bancos, la posición de solvencia del sistema financiero alcanzó 16.5 % a agosto de 2023, cumpliendo con holgura el 10 % exigido por la normativa vigente. Asimismo, la rentabilidad sobre el patrimonio promedio (ROE) fue de 26.3 % y sobre el activo promedio (ROA) de 3.1 %, mientras el coeficiente de morosidad se situó en apenas 1.1 %, siendo el de la banca múltiple menor, de 1.0 %.

LOGROS Y PLANES INSTITUCIONALES

A continuación, permítanme presentarles algunos logros institucionales alcanzados durante el último año por nuestro Banco Central, a la vez que les comento sobre temas de vanguardia que la institución tiene especial interés en desarrollar o en conocer a profundidad.

En primer lugar, el compromiso asumido por el Banco Central en temas de ciberseguridad continúa y solo durante el último año, nuestro Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad Cibernética que brinda protección y apoyo por su interconexión con el Sistema Financiero dominicano, uno de los más modernos de América Latina y que ha servido de piloto para que otros bancos centrales puedan replicar el modelo. En ese sentido, durante este año se recibió la visita de misiones técnicas y de altos funcionarios de los bancos centrales de Honduras y Guatemala, con el objetivo de conocer la experiencia dominicana. Asimismo, se dieron pasos importantes de avance con el tema de la inclusión financiera, al completar el trabajo de campo de la Encuesta Nacional de Inclusión y Educación Financiera (ENIEF 2023), la cual forma parte de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera 2022-2030.

Me place informar también que el Banco Central ha acordado desarrollar junto al sistema financiero, un proyecto de promoción de iniciativas empresariales de las mujeres y su relación con temas financieros. En ese sentido, se están estudiando medidas que profundicen y promuevan el liderazgo femenino en la actividad productiva. Dicha propuesta va muy de la mano con el enfoque de la economía con perspectiva de género que recientemente le valió el Premio Nobel de Economía a la profesora de Harvard, Claudia Goldin.

Otro tema en que el Banco Central se ha involucrado es el cambio climático, reconociendo que constituye un riesgo no solo para las sociedades y el medioambiente, sino también para la estabilidad económica y financiera. En ese tenor, el banco mantiene un rol activo en el Consejo Nacional de Cambio Climático, realiza estudios que publica en su revista “Econoclima” y trabaja en el diseño de medidas que facilitan el financiamiento verde y la gestión de riesgos medioambientales en el sistema financiero.

Aunque los avances en estas áreas son importantes, en la coyuntura global actual no existe un tema más relevante para las autoridades monetarias que el relacionado con las llamadas monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés). De acuerdo con el FMI, “Las CBDCs son versiones digitales del dinero en efectivo emitidas y reguladas por los bancos centrales. Como tales, a diferencia de las criptomonedas, son más seguras y no son volátiles”.

En la actualidad, más de 100 países en el mundo se encuentran estudiando el tema de una posible emisión de moneda digital respaldada por el Banco Central. República Dominicana no es la excepción. Como otros bancos emisores, viene llevando a cabo una investigación profunda de los costos y beneficios que podría acarrear la emisión de una moneda digital con respaldo del Banco Central, para lo que se cuenta con asistencia técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de su Departamento de Mercados Monetarios y de Capital. Se espera que este proceso tomará varios años y que cualquier decisión sobre la introducción de una CBDC en el país estaría supeditada a su impacto en la efectividad de la política monetaria y en la estabilidad financiera, a su rol sobre la eficiencia de los sistemas de pagos y a su papel como promotor de la inclusión financiera, entre otros.

Es importante destacar que el Banco Central se encuentra en las fases finales de análisis para ofrecer resultados de la “Encuesta Nacional de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) 2022-2023”. Para el levantamiento de esta encuesta, se utilizó como marco el directorio de establecimientos de MIPYMES, el cual se realizó a través de un barrido nacional que arrojó un resultado de más de 465,000 unidades económicas en todo el territorio nacional, de las cuales aproximadamente el 85 % fueron identificados como MIPYMES. Dicha encuesta cumplió con el objetivo de identificar y captar información económica y financiera de este segmento de empresas tan relevante en el desarrollo de la actividad económica nacional, representando un gran paso para poder desarrollar una política que sirva de impulso a ese sector.

Por otro lado, el Banco Central ha mantenido su compromiso con la responsabilidad social institucional a través de distintas áreas. Esto se circunscribe en el interés de orientar a toda la ciudadanía en los temas neurálgicos de la institución y de promover el altruismo y solidaridad en los empleados y sus familiares para la ejecución de acciones en favor del bien colectivo. En concreto, se destacan las diversas actividades de formación económica y financiera para empleados y el público externo dentro del programa “Aula Central”. También podemos mencionar las jornadas de reforestación, limpieza de playas, donaciones y entrega de obras de infraestructura puntuales a comunidades menos favorecidas dentro del “Voluntariado Bancentraliano”. A fin de cuentas, estas y otras realizaciones demuestran que la mejor ofrenda del ser humano es la de darse uno mismo ante la necesidad del prójimo.

PERSPECTIVAS Y REFLEXIONES FINALES

Antes de concluir, permítanme decirles que en el Banco Central mantenemos perspectivas positivas para la economía dominicana en la medida que la política monetaria continúe surtiendo sus efectos y se logre una completa dinamización de la inversión pública. Esta visión es compartida por organismos multilaterales como el FMI que, en su más reciente informe de perspectivas económicas globales, proyecta un crecimiento económico para el país de 3.0 % en 2023 y 5.2 % en 2024. El mayor dinamismo de la economía se lograría en un contexto de precios estables con la inflación en torno al centro de la meta de 4 % ± 1 %.

La evolución del crecimiento en un entorno de estabilidad en los últimos años ha llevado a grandes progresos en el PIB per cápita de la nación. En ese sentido, de un nivel de US$8,583.1 en 2019, año de la prepandemia, el PIB per cápita pasó a US$10,732.9 en 2022 y se espera superaría en 2023 los US$11,200, ubicándose como el séptimo país de América Latina de mayor PIB per cápita.

Respecto a los indicadores del sector externo, para el cierre de 2023 se espera un flujo de inversión extranjera directa que estaría superando los US$4,300 millones. Se prevé además que los ingresos por concepto de turismo superen los US$10,000 millones, sustentados en una llegada de visitantes que alcanzaría los 10 millones por vía aérea y marítima. Asimismo, las remesas cerrarían el año en torno a US$10,000 millones.

Familia bancentraliana, al acercarme al final de mi intervención, quiero cerrar con algunas reflexiones que nos permitan mantener el optimismo de cara al futuro que le espera a la economía dominicana. Las grandes crisis del siglo XXI, a pesar de estar relacionadas con eventos de connotaciones históricas para la humanidad, nos han brindado la oportunidad de mostrar la fortaleza de los dominicanos. Como país nos hemos mantenido unidos enseñando al mundo nuestra gran capacidad para sobreponernos a momentos críticos y adaptarnos a nuevas realidades, sin perder el objetivo último de alcanzar un desarrollo sostenible que mejore las condiciones de vida de todos los dominicanos.

Esto, amigos y amigas, es prueba de que las personas que conforman nuestra nación son resilientes y que esa característica se observa en las tareas diarias que realizamos, en el empeño por hacerlas de forma correcta y en el sentido de trascendencia que damos a nuestras labores. Contar con ese maravilloso capital humano, es una de las razones que me hace mantenerme optimista sobre el futuro de la economía dominicana. Les invito a que hagan suyo también este optimismo. Es el tiempo de continuar escalando peldaños hacia el desarrollo. Como dijera el famoso autor de Los Miserables, Víctor Hugo, “el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”.

Apostemos al futuro. ¡Dios les bendiga y muchas gracias!


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