miércoles, 15 de junio de 2022

Mientras Japón reabre sus fronteras al turismo, el Yen se desploma a su mínimo en 24 años

 ASIA

Mientras Japón reabre sus fronteras al turismo, el Yen se desploma a su mínimo en 24 años

Dentro del país asiático cada vez son más fuertes los rumores sobre la posibilidad de una intervención del Gobierno en el mercado de divisas para detener las rápidas caídas del yen

La moneda ha caído más del 20% en los últimos 12 meses
La moneda ha caído más del 20% en los últimos 12 mesesEFE

Japón acaba de abrir sus puertas al turismo. Han sido más de dos años con el candado echado porque a la tercera economía mundial, que siempre ha tirado más por el modelo chino, el de la tolerancia cero al Covid, le ha costado encontrar el equilibrio entre el miedo a la pandemia y a una recesión histórica.

Hace tres días, el Gobierno nipón anunció que levantaría las fronteras únicamente para aquellos grupos de turistas que tengan de antemano un itinerario de viaje contratado. Se trata de una reapertura parcial. Pero lo bueno de aterrizar ahora en Japón para los bolsillos internacionales es que arribarán a un país cuya moneda local se ha desplomado. Los posibles compradores extranjeros de activos nacionales se frotan las manos. No así muchos economistas y políticos de Tokio, que optan por la vía de que una moneda débil a la larga perjudicará a la economía.

El yen ha comenzado la tercera semana de junio cayendo frente al dólar a un mínimo de 24 años. La moneda ha caído más del 20% en los últimos 12 meses, atrapado entre un dólar estadounidense fuerte y una política monetaria estatal ultra flexible. El pasado viernes, el Banco de Japón, el Ministerio de Finanzas y la Agencia de Servicios Financieros emitieron una declaración conjunta expresando su preocupación. El índice bursátil japonés Nikkei 225, que normalmente sube cuando el yen se desploma porque una moneda más débil se considera una buena noticia para los exportadores, cayó un 3% por las dudas del impacto real en la economía.

"Las fuertes caídas del yen son negativas e indeseables para la economía japonesa, ya que aumentan la incertidumbre sobre las perspectivas y dificultan que las empresas elaboren planes de negocios", dijo el lunes el gobernador del Banco de Japón (BOJ), Haruhiko Kuroda.

Reuters señala que mientras que el resto del mundo, liderado por la Reserva Federal de EEUU, aumenta las tasas de manera agresiva para controlar la inflación vertiginosa, el BOJ ha redoblado su postura política relajada. La brecha entre los rendimientos de los bonos gubernamentales japoneses a 10 años y los de Estados Unidos es de 293 puntos básicos, un máximo de casi tres años y medio, mientras que la brecha con los rendimientos alemanes está en máximos de ocho años.

En el país asiático cada vez son más fuertes los rumores sobre la posibilidad de una intervención del Gobierno en el mercado de divisas para detener las rápidas caídas del yen, la tercera moneda más negociada a nivel mundial. La última vez que Japón intervino para respaldar su moneda fue en 1998, cuando la crisis financiera asiática provocó una rápida salida de capitales de la región.

El ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, dijo durante una sesión parlamentaria que ve el "lado negativo" de la debilidad del yen, pero se abstuvo de comentar sobre una posible intervención. "Es importante que las empresas que han visto mejorar sus ganancias debido a la depreciación del yen aumenten el gasto de capital y los salarios, así habrá un ciclo positivo de más ingresos y gastos para la economía", agregó Kuroda.

El gobernador reiteró que el BOJ continuará con la flexibilización monetaria ya que la economía se encuentra aun tomando el pulso a la recuperación de la pandemia y al aumento de los precios de las materias primas. La agencia de noticias japonesa Kyodo señala que el compromiso del BOJ de mantener su política de tasas ultrabajas contrasta marcadamente con sus pares de EEUU y Europa, que están haciendo la transición a una política más estricta mediante el aumento de las tasas de interés para frenar la inflación galopante.

Una visión más positiva tiene Kentaro Okuda, director ejecutivo de Nomura, el banco de inversión más grande de Japón. "La caída del yen a un mínimo de 20 años frente al dólar otorgará una ventaja significativa a los postores extranjeros en la competencia por los activos japoneses e impulsará una ola de negocios entrantes", asegura en una entrevista al Financial Times.

Desde el Instituto de Investigación Daiwa, con sede en Tokio, auguran que si el yen cayera a los 116,2 yenes frente al dólar (el lunes estaba a 134,45), podría arrastrar 0,05% el PIB para el año fiscal hasta marzo de 2023. "El golpe económico vendría del aumento en los precios de importación compensando los efectos positivos de exportaciones más competitivas debido a la moneda más débil", aseguran.

Durante el primer trimestre del año, la economía japonesa se contrajo a una tasa anual del 0,5%, pero a un ritmo más lento que la contracción del 1,0% estimada por los analistas. En comparación con el primer trimestre de 2021, el PIB creció un 0,2%. Ahora, con la reapertura del país a los grupos de turistas, se espera que el crecimiento coja algo de impulso. +

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