Quien tenga ojos para ver…
En unos días cumplirá un año el gobierno presidido por Luis Abinader.
Lo hizo en las condiciones más adversas imaginables, con una crisis mundial producto de una enfermedad catastrófica y sin cura, además de una gestión que le precedió plagada de excesos y actos de corrupción.
Es por ello que datos como los siguientes son admirables, pues son logrados en medio de un clima desfavorable:
1) Lo esencial y más importante, haber gerenciado una exitosa campaña de control del Covid -19, con estadísticas que demuestran el manejo correcto y la previsión para vacunar a todos los dominicanos, evitando muertes masivas y el colapso de la actividad productiva. Asimismo, la habilitación y equipamiento de las salas y camas necesarias para los pacientes que requerían atención por su gravedad.
2) En lo económico, haber mantenido controlada la tasa del dólar y a la vez alcanzar niveles históricos de reservas en dólares por más de $12,000 millones, como hace unos días expresó el propio presidente Luis Abinader.
3) Una transparente y eficiente labor de recaudación, especialmente en la Dirección General de Aduanas, cuyo director Eduardo Sanz Lovatón ha sido reconocido por el sector privado, logrando entre otros la implementación de la Ley de Aduanas, Despacho 24 horas, Rayos X, un ahorro de $2 millones diarios en gastos administrativos, y un superávit de 36% de lo proyectado a recaudar, aumentando en 20% lo recaudado en 2019.
Igualmente, en la Dirección General de Impuestos Internos, según ha informado su director Luis Valdez, y para muestra un botón: en el primer trimestre del año las recaudaciones fueron de un 10.8% más, y en el pasado mes de Julio las recaudaciones fueron de unos $22,000 millones por encima de lo estimado.
4) El combate a la corrupción, evidenciado en quienes componen ahora el Ministerio Público y la total independencia de que gozan.
Y aquí hago una pausa pues se ha pretendido utilizar algunos “escándalos” para equiparar la presente gestión con las anteriores. En ese sentido, se usan, entre otros, estos nombres: Faña, Kimberly, Peña Guaba y los casos de los diputados Sadoky Duarte, Gutiérrez y René Fernández.
En todos estos casos, no existe evidencia alguna de corrupción pública. Tanto los casos de Faña, Sadoky Duarte, Gutiérrez, y Fernández, no involucran uso de recursos públicos sino situaciones de orden personal. En el caso de Kimberly Peña, no se trata de temas de la presente gestión, y en el caso de Peña Guaba se cuestionó la pertinencia o no de la acción, pero los recursos no fueron distraídos sino todo lo contrario, entregados en una acción pública y hasta publicitada.
Peor aún, falsas acusaciones como de la que fue objeto mi amigo de hace más de 40 años José Rubén Gonell, director de la Oficina Nacional de Derecho de Autor.
Por demás, en esta gestión, las instituciones de control, especialmente la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, con Milagros Ortiz Bosch a la cabeza, sí actúa por rumor público.
Hay mucho más que destacar de este primer año y también mucha gente a la que reconocer su trabajo. Raquel Arbaje, ha sido una abeja trabajadora; la vice presidenta Raquel Peña, ha gerenciado el equipo de salud exitosamente; Adolfo Pérez, inaugura farmacias cada semana; Faride Raful, ha cumplido su rol de soporte del gobierno en el congreso y ha motorizado proyectos de ley; Carolina Mejía, ha realizado una labor de profesionalización y acercamiento del ayuntamiento; Wellington Arnaud, ha echado a andar decenas de acueductos llevando agua a las comunidades, Chago Hazim y la inclusión de millones en SENASA, la depuración en Cancillería, etc.
Amigos, se me quedan muchos otros actores y sería mucho que decir, pero los datos están ahí.
¡Quien tenga ojos para ver que vea! https://eldia.com.do/quien-tenga-ojos-para-ver/
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