Disfrazado de caimán, con una larga cola y zapatos negros de tacón, el brasileño Klinger Rodrigues, de 27 años, acudió hace unos días a vacunarse en Manaus, capital del estado de la Amazonas. En su manos sostenía un cartel en el que se podía leer: "Viva la ciencia".
Rodrigues nunca imaginó que el video, que fue colgado enseguida en las redes sociales, donde tiene miles de seguidores, generaría tanta repercusión.
Y es que el disfraz elegido por este modelo, 'influencer' y geógrafo, tiene un sentido específico: es una sátira a una declaración con la que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mostró su escepticismo ante la pandemia.
"Si te conviertes en un caimán es tu problema", dijo hace unos meses Bolsonaro al hablar sobre los efectos secundarios de la vacuna Pfizer. Un comentario que llevó a Rodrigues a planear desde hace tiempo su exitosa 'performance'.
El joven explicó a la prensa local que perdió a su cuñado durante el grave colapso sanitario que vivió Manaus en enero por causa de la pandemia y que dejó escenas terribles de enfermos sin cilindros de oxígeno.
Rodrigues, que con sus videos intentan concienciar y sensibilizar a la gente, considera que la vacuna "es un símbolo de esperanza para todo el mundo".
Reivindicación de la vacunación
Su idea de usar el réptil en el puesto de salud como símbolo de reivindicación de la vacunación contra el coronavirus se ha convertido en una especie de "moda" en Brasil, especialmente desde que la campaña de vacunación está llegando a los jóvenes.
La foto de Neide Souza, una profesora de repostería, que optó el mes pasado por vestirse de caimán –con máscara, pantuflas y ropa verde– para irse a vacunar también se viralizó en las redes sociales.
"Quería concienciar a las personas sobre la importancia de vacunarse y, en cierta forma, incentivarlas", explicó Souza, que fue inmunizada con la vacuna AstraZeneca en el municipio de Taubaté, en Sao Paulo.
Esta tendencia ha provocado todo un arsenal de productos –camisetas, pines, muñecos o carteras– con forma o dibujos del animal.
Incluso una tienda ha llegado a producir una colección especial "pro-vacuna". "¡Un sueño se convirtió en pesadilla! Lo que parecía ser una salvación acabó transformando en caimán a la población", se lee en una de sus prendas.
En las redes sociales también abundan los comentarios y los memes sobre este réptil. "¡Buenos días! Me desperté con el brazo dolorido. ¿Me estaré convirtiendo en caimán?", pregunta uno.
"Tomé la vacuna del covid-19 hace 15 minutos y todavía no me he convertido en un caimán. ¿Debería demandar?", dice otra.
"¡Buenos días para quienes se despertaron con la noticia de que esta semana se convertirán en caimán!", exclama otro internauta.
Bolsonaro vive uno de los peores momentos de su mandato, con una tasa de desaprobación que pasó de un 45 % en mayo hasta un 51 % en la actualidad, debido principalmente a su gestión de la pandemia.
Una de las principales críticas contra el ultraderechista ha sido la tardanza en negociar y comprar los inmunizantes, lo que provocó que la campaña arrancase más tarde que en otros países de la región –como Argentina o Chile–, pese a que Brasil es reconocido internacionalmente por su capacidad de vacunación masiva.
Con 212 millones de habitantes, el gigante latinoamericano supera ya los 19,5 millones de contagios y ya son 547.016 los fallecidos por el covid-19. El país registra desde hace semanas una baja en los indicadores de la pandemia con una media móvil de 1.155 muertes, un 17 % menos que en los últimos 14 días. Una cifra que, sin embargo, sigue siendo muy alta.
Esta disminución de casos se debe a que un 60,12 % de la población recibió la primera dosis de la vacuna y 22,7 % la inmunización completa.
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