sábado, 22 de mayo de 2021

Para los EEUU el país es una piedra angular estratégica en el Caribe

La República sábado, 22 de mayo de 2021

Enfoque

Para los EEUU el país es una piedra angular estratégica en el Caribe

Joe Biden, presidente de Estados Unidos y Luis Abinader, presidente de República Dominicana.

DANIEL F. RUNDE

Washington, DC

Estados Uni­dos y Repúbli­ca Dominica­na comparten una larga his­toria que abarca la gober­nanza, el comercio y las raíces poscoloniales fami­liares. Con 2,2 millones de personas, la diáspora do­minicana es la quinta po­blación hispana más gran­de de los Estados Unidos, con una presencia cultural significativa en las artes, la música, los deportes y la política. Por el contrario, la República Dominicana es el cuarto socio comer­cial más grande de Estados Unidos en América Lati­na y el Caribe y es el sex­to destino más popular del mundo para los turistas es­tadounidenses.

En el pasado, sin em­bargo, Estados Unidos ha pasado por alto esta im­portante relación bilate­ral. Como resultado, la República Dominicana ha recurrido a otros socios, particularmente a China continental, en busca de asociaciones más fructífe­ras. En tan solo los últimos tres años, la República Do­minicana ha roto relaciones diplomáticas con Taiwán y ha firmado decenas de nue­vos acuerdos económicos y culturales con Beijing.

Afortunadamente, el ac­tual presidente dominicano, Luis Abinader, es abierta­mente pro Estados Unidos, con vínculos personales que se remontan a su época co­mo estudiante de posgrado en Massachusetts. Además, ha adoptado una postura más dura sobre China que las administraciones ante­riores. Existe una ventana de oportunidad para que la administración Biden vuel­va a comprometerse con la República Dominicana a lo largo de las siguientes cinco prioridades compartidas.

El Caribe
La República Dominicana es una piedra angular en el Caribe debido a su ubi­cación estratégica, econo­mía relativamente podero­sa y buenas relaciones tanto con CARICOM como con los países centroamerica­nos. Se erige como un alia­do importante y un mode­lo de progreso. Por ejemplo, mientras que en 1990 el PIB per cápita de la República Dominicana era de $991, comparable en ese momen­to al de Honduras ($993), El Salvador ($914) y Guate­mala ($845), hoy la compa­ración ni siquiera es cerca­na, ya que el PIB per cápita en la República Dominica­na ha aumentado a $8.282. El fenomenal crecimiento de la República Dominica­na significa que brinda tan­to lecciones como oportuni­dades para otros países de la región. Otros países de la Cuenca del Caribe pueden aprender de la implemen­tación efectiva del Tratado de Libre Comercio Repúbli­ca Dominicana-Centroamé­rica, que contribuyó a tripli­car el comercio con Estados Unidos desde que se firmó el acuerdo en 2004.

Las administraciones de Biden y Abinader tienen un interés en la seguridad y la prosperidad del Caribe y deben hacer de esto un ele­mento central en su com­promiso bilateral. Como se­ñaló el secretario general de la Organización de los Estados Americanos en su testimonio ante el Senado, el Caribe es la tercera fron­tera de los Estados Unidos y debe ser tratado en con­secuencia como una priori­dad.

Porcelana
La República Dominica­na ha girado cada vez más hacia China en los últimos años, como lo demuestra de manera más prominen­te la ruptura de los lazos diplomáticos con Taiwán en 2018. Esta decisión sor­prendió a muchos observa­dores internacionales, que habían visto a la República Dominicana como un “Alia­do de Taiwán”. Hasta el día de hoy, la decisión es muy impopular entre la pobla­ción dominicana, con un 71 por ciento apoyando el restablecimiento de las re­laciones diplomáticas con Taiwán. China empujó a Re­pública Dominicana hacia su esfera de influencia con su diplomacia de “guerre­ro lobo” Covid-19, aprove­chando el equipo de protec­ción personal y las vacunas a cambio de favores diplo­máticos. Por ejemplo, Re­pública Dominicana inicial­mente excluyó a Huawei de sus redes 5G como parte de la Iniciativa de Red Limpia, pero luego revirtió esta de­cisión debido a la presión de China.

Covid-19
Mientras Estados Unidos es­pera la autorización para la vacuna AstraZeneca, se han retenido decenas de millo­nes de dosis en las instala­ciones de fabricación de Es­tados Unidos. En marzo, el presidente Abinader implo­ró al gobierno de Biden que compartiera estas dosis con República Dominicana y otros países menos desarro­llados que ya han autoriza­do la vacuna AstraZeneca. Mientras tanto, China llenó el vacío enviando un lote de 768.000 dosis de la vacuna Sinovac a la República Do­minicana a finales de mar­zo. Sinovac presenta inquie­tudes no solo por su uso como herramienta diplo­mática más que como una muestra de buena voluntad, sino también por su tasa de eficacia deficiente, estima­da en un 50,38 por ciento según el ensayo, y su alto precio de $29.50 perderse.

Corrupción
Como muchos países de la región, la República Domi­nicana tiene un problema de corrupción endémica, y ocupa el puesto 137 de un total de 180 países en el Ín­dice Global de Corrupción. Un ejemplo reciente y lla­mativo fue el enredo de la administración del expre­sidente Danilo Medina en el escándalo multinacional Odebrecht, durante el cual el gigante brasileño de la construcción admitió haber pagado 92 millones de dó­lares en sobornos a funcio­narios políticos en Repúbli­ca Dominicana.

La corrupción es aún más preocupante cuando se con­sidera en el contexto de la creciente influencia de Chi­na en la República Domini­cana. China tiene un patrón de invertir y otorgar présta­mos a gobiernos corruptos y autoritarios sin pedir con­cesiones en materia de de­rechos humanos o goberna­bilidad, calificándose como un socio comercial más fácil que Estados Unidos. China podría continuar con este patrón en República Domi­nicana, deshaciendo años de trabajo regional antico­rrupción y exacerbando un problema de corrupción ya profundo.

Afortunadamente, la lu­cha contra la corrupción es una de las principales prio­ridades de las administra­ciones de Biden y Abinader. El presidente Abinader ha permitido que su fiscal ge­neral, Miriam Germán, lide­re una investigación inde­pendiente sobre su propia administración, que ha lle­vado al arresto de al me­nos 10 funcionarios co­rruptos. Mientras tanto, la lucha contra la corrupción es también un principio fun­damental de la política ex­terior de la administración Biden, y el secretario de Es­tado Antony Blinken califi­có a la corrupción como el “talón de Aquiles” del pro­greso global.

Cambio climático
La República Dominica­na es uno de los países con mayor riesgo de desastres naturales en el Informe de Riesgo Mundial 2020 y su­frió un récord de 30 ciclo­nes tropicales en 2020. Es particularmente vulnera­ble debido a su dependen­cia de las exportaciones agrícolas, que pueden ser completamente diezma­das por huracanes. , inun­daciones y deslizamientos de tierra.

La República Domini­cana ha colaborado con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Am­biente para reformar sus sectores económicos más importantes en torno a la sostenibilidad. Además, el presidente Biden destacó al Caribe como un área priori­taria para el financiamien­to climático en el marco del plan climático de su admi­nistración. El cambio cli­mático es un tema político clave para el presidente de Estados Unidos y una cues­tión de supervivencia para el presidente Abinader. Las dos administraciones pue­den encontrar fácilmente puntos en común sobre es­te tema.

Pasos de acción
Si bien el compromiso en­tre los dos presidentes de­be guiarse por las priorida­des compartidas descritas anteriormente, el resul­tado debe ser un objetivo tangible, como renovar y mejorar la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (CBI) con la República Domini­cana como socio clave.

Una CBI actualizada permitiría a ambas admi­nistraciones perseguir su interés compartido en el de­sarrollo y la seguridad en la Cuenca del Caribe, inclui­da la región prioritaria de la administración Biden, el Triángulo Norte. Al mismo tiempo, enviaría un mensa­je claro al gobierno domini­cano de que Estados Unidos reconoce que es un socio valioso, solidificando la re­lación bilateral.

El autor es vicepresidente senior, director del Proyecto de Prosperidad y Desarro­llo, y ocupa la Cátedra Wi­lliam A. Schreyer en Aná­lisis Global en el Centro de Estudios Estratégicos e In­ternacionales (CSIS) en Washington, DC Isaac Par­ham es pasante con el Pro­grama de las Américas del CSIS.

https://listindiario.com/la-republica/2021/05/22/671563/para-los-eeuu-el-pais-es-una-piedra-angular-estrategica-en-el-caribe

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