SANTO DOMINGO.-A propósito de dos fechas importantes en este mes, natalicio de José Francisco Peña Gómez, 6 de marzo, y el Día Internacional de la Mujer, este lunes 8, presentamos la visión del gran líder fenecido en beneficio de este segmento de la población.
Peña Gómez abrió el camino, y levantó obstáculos, para que la mujer dominicana, y del mundo, por su influencia como líder de la Internacional Socialista, ocupara importantes posiciones en diferentes ámbitos.
“Vamos a eliminar la discriminación que sufre la mujer dominicana, les ofreceremos más oportunidades en la vida política, económica y social de la nación”, planteaba entre sus propuestas a la Presidencia de la República.
Exponía que la igualdad del hombre y la mujer es la garantía para construir una democracia cierta.
Impulsó a Milagros Ortiz Bosch como senadora del Distrito Nacional en los periodos 1994-1998 y 1998-2000). Ortiz Bosch fue vicepresidenta de la República y ministra de Educación en el gobierno del presidente Hipólito Mejía, 2000-2004.
En entrevista inédita Ortiz Bosch nos revela que Peña Gómez tenía un concepto de igualdad entre hombres y mujeres.
“Totalmente, la mayoría del personal que trabajó con en el ayuntamiento era mujeres, todas éramos mujeres”, puntualizó.
Recuerda que Peña Gómez estableció aquí la cuota interna del partido en la dirección para mujeres, aun cuando no había ley.
“La cuota de participación para las mujeres en la organización la hace él, él crea, acompañado de doña Peggy Cabral y algunas otras mujeres como Sara Solís, y Yadira Henríquez, la Federación de Mujeres Social Demócratas”, evoca.
Lo recuerda como bondadoso, estudioso, justo, apasionado en sus ideas, un lector fervoroso y estudioso de la historia dominicana, de las teorías y a ciencia política.
En un gran hito, Peña Gómez apoyó a Ivelisse Prats Ramírez, fenecida, para que fuera presidenta del otrora poderoso Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de 1979 a 1982, lo que la convirtió en la primera mujer en alcanzar esa posición en América Latina. En 1978, Prats Ramírez, fue elegida diputada. También fue secretaria de Educación.
Al momento de su fallecimiento, en octubre pasado, era la directora del Instituto de Formación Política José Francisco Peña Gómez.
En conversaciones de hace unos años, Prats Ramírez definía a Peña Gómez como amigo, protector, respetuoso y un gran demócrata.
“Es quizás el más grande líder de masas del país y de América Latina. Cautivaba, persuadiendo. Era un líder democrático. Sentía profundamente lo que decía”, nos dijo.
Mujeres dominicanas
En un gran mitin de cierre de campaña con mujeres, para la presidencia en el 1996, Peña Gómez expresaba jubiloso los planes que se disponía a implementar en un gobierno que encabezara.
Emocionado, pedía levantar las manos de las mujeres, y bromeando que no había hombres en esa tribuna, “porque los que había yo los saqué”.
En una gigante concentración de la Federación de Mujeres Social Demócratas, reforzada por integrantes del denominado Acuerdo de Santo Domingo, además del PRD, Partido Revolucionario Independiente, Movimiento Independiente, Unidad y Cambio (MIUCA), entre otros.
Presente lideresas de varios países de América Latina, entre ellas la salvadoreña Ana Guadalupe Martínez, quien tomó las armas en su país en las montañas y luego fue diputada y vicepresidenta del parlamento.
Al dirigirse a la multitud de mujeres convocadas comparaba el acto como un mar o bosque de banderas del Acuerdo de Santo Domingo, y afirmaba que constituían la más poderosa maquinaria de América Latina.
Valoraba a la mujer por su grandiosidad de sentimientos, capacidad de perdón, amor, ternura y protección prodigado a otras personas.
En su infancia, señaló en su discurso, el destino quiso que su madre se separara de él, y otra mujer con un amor insondable, con un cariño oceánico lo cuidó con el celo que la loba romana cuidó al fundador de la capital de Italia.
Se refería a María Fermina Gómez, quien le enseñó a rezar, a amar, honradez, virtud y la verdad.
“Y yo nunca voy a olvidar ese amor, que contribuyó a lo que yo soy hoy”, expuso en ese mitin.
Devolvería a cada mujer dominicana el beneficio del amor que su madre le dio.
Quería llegar a la presidencia de la República para convertirse en el padre amoroso de todas las mujeres pobres de las mujeres dominicanas.
Trayectoria
Peña Gómez, maestro de escuela, locutor, político y abogado nació un seis marzo de 1937, hace 84 años.
Huérfano tras el abandono de sus padres durante la matanza de haitianos en la dictadura de Trujillo en octubre de 1937, en la provincia Valverde, República Dominicana.
Adoptado por Regino Peña y María Fermina Gómez, familia que le dio los apellidos, sufrió la pobreza, discriminación racial e innumerables obstáculos hasta llegar a la cumbre de la política internacional, dominando varios idiomas y siendo amigo de los líderes mundiales de la época.
Bajo su liderazgo, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD)
Tres veces candidato a la Presidencia de la República (1990,1994 y 1996) por el PRD y una alianza de numerosas organizaciones que se denominó Acuerdo de Santo Domingo.
En 1994 denunció un fraude que benefició al entonces presidente Joaquín Balaguer, su archirrival. Se generó una gran crisis postelectoral, de dimensión internacional, que concluyó con un acuerdo, convocando a elecciones dos años antes del periodo constitucional de un cuatrienio, resultando ganador el joven Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), liderado por el expresidente Juan Bosch, en alianza insólita con Balaguer. Fernández así se impuso en segunda vuelta, una modalidad inaugurada tras una reforma constitucional. Gobernó 1996-2000.
Peña Gómez fue síndico del Distrito Nacional en el 1982-1986. Fue vicepresidente de la Internacional Socialista para el mundo y presidente para América Latina. Falleció de un cáncer estomacal el domingo 10 de mayo de 1998.
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