miércoles, 25 de noviembre de 2020

Los 100 días de Yayo al frente de la Dirección General de Aduanas | por Luis Orlando Díaz Vólquez

Eduardo Sanz Lovatón, director general de Aduanas

16 de noviembre de 2020. SANTO DOMINGO

De los 100 días de Eduardo (Yayo) Sanz Lovatón como director de Aduanas

Por Luis Orlando Díaz Vólquez - @GUASABARAeditor

Con la tarea de recaudar para contribuir al creci­miento económico, al funcionamiento del Estado y, sobre todo, para que éste disponga de los re­cursos para afrontar las situaciones sociales de un país en vía de desarrollo, la gestión de Eduardo (Yayo) Sanz Lovatón al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA) procura obrar con eficiencia, modernidad y compromiso ético. Lo atestigua así, el ritmo sostenido de cre­cimiento de las recaudaciones, en medio de la adversidad ocasionada por la pandemia del co­ronavirus de la COVID-19 y sus consecuencias sanitarias y económicas, a la que el país se sobrepone y avanza. 

Las muestras de confianza, que en los hechos manifiestan los diversos actores que intervienen en el sistema aduanero, llenan de satisfacción e instan a dar la milla extra para seguir me­jorando en calidad y en la eficacia de los servicios que ofrece la institución. 

Que a propuesta de los Estados Unidos y de Japón, la DGA haya sido escogida para presidir el Comité Técnico de Valoración Aduanera de la Organización Mundial de las Aduanas (OMA), es, además de un logro sin precedentes, un alto honor y reconocimiento que agradecemos como país. 

Sinergias que generan confianza de doble vía re­sumen la relación de la DGA con el sector em­presarial local e internacional. Éstos ponderan la disposición al consenso en la aplicación de medidas administrativas y en la facilitación de comercio que les atañen y abonan a la competi­tividad. 

Las acciones de la gestión de Sanz Lovatón contribuye con la crea­ción de un ambiente propicio para un mejor clima de inversiones en la República Dominicana. 

En el marco de la responsabilidad social, la DGA colabora con sectores vulnerables de la sociedad, a través de donaciones, por medio de fundacio­nes sin fines de lucro, de mercancías que se in­cautan y otras a las que se les vence el plazo de pagarles los impuestos correspondientes. 

Celebramos la buena disposición del capital hu­mano de la DGA, que sirve a los usuarios con res­ponsabilidad y calidez. Agradecemos su compro­miso ético con la institución y la nación. 

Noviembre, 2020.



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