OPINION: Dinero por doquier
Conforme las últimas informaciones económicas y financieras ofrecidas por las autoridades monetarias y financieras el país recibió ingresos de divisas ascendentes a US$26,700 millones durante el año 2017 y US$18,041 millones por Inversión Extranjera Directa (IED) en los últimos ocho años.
La mayor porción de las señaladas divisas se recibieron por concepto de exportaciones de bienes, de las que se obtuvieron US$11,198.0 millones el año pasado, por turismo US$7,177.5 millones, mientras que por remesas ingresaron US$5,911.8 millones, equivalente a un 7.8% del PIB.
Las reservas internacionales se remontaron en US$6,780.8 millones en el año 2017, lo que significó un aumento por ese concepto de US$733.4 millones. Dichas reservas equivalen a 4.4 meses de importaciones, sin que se tome en cuenta el cálculo de las zonas francas.
En cuanto al sector externo en general, la cuenta corriente de la balanza de pagos cerró con un déficit de US$165.1 millones, equivalente a un faltante de solo un menos cero dos por ciento (-0.2%) del Producto Interno Bruto (PIB).
Iniciando el año 2018 la Cámara de Diputados aprobó préstamos al vapor por US$135.0 millones y en los primeros días del presente mes de febrero se emitieron bonos en la ciudad de New York por US$1,822.0 millones, de los cuales RD$40,000 millones equivalentes a US$822 millones y US$1,000.0 millones a tasas cupón de 8.90% y 6,50%, con plazos de 5 y 30 años, respectivamente.
Emisiones de bonos soberanos que fueron celebradas y publicadas en todos los medios de comunicación como si se tratara de donaciones y no préstamos, los cuales deben ser pagados con más impuestos extraídos de los bolsillos de los dominicanos en su mayoría ciudadanos de a pie, vulnerables o necesitados.
Recientemente, en una visita que giró al país la misión del Fondo Monetario Internacional en cumplimiento del artículo IV del Convenio Constitutivo de dicho organismo internacional, al finalizar sus consultas económicas y financieras antes de emitir su informe formal que se publicará dentro de unas semanas se adelantó a expresar que la economía dominicana muestra fortaleza en sus indicadores económicos: crecimiento del PIB, baja inflación, entradas de divisas, reservas internacionales, fortaleza del sistema financiero dominicano e inversión extranjera directa (IED), entre otros aspectos.
En el aspecto fiscal o a lo atinente a ingresos por impuestos y gravámenes, los cuales han roto records debido a sus incrementos relativos a años anteriores y por el manejo de los gastos públicos en salud, educación y viviendas, la misión fondomonetarista ha quedado maravillada y sorprendida al ver la extraordinaria eficiencia y efectividad con que se han manejado las finanzas públicas del país.
Ante tanto dinero que las autoridades monetarias, financieras y fiscales han recibido, se puede decir que la nación dominicana se encuentra en un ciclo de bonanza nunca antes visto o, que todo va viento en popa.
Pero si se toma cuenta la falta de utilerías escolares, escuelas deterioradas, baja competencia de los educadores, baja salubridad, falta de medicamentos, calles y caminos vecinales deteriorados, altos precios de transporte de cargas, altos niveles de corrupción, alto endeudamiento para pagar intereses.
Tal también, altas facturas eléctricas, alta tasa de mortalidad infantil, alta de tasa de pobreza, entre otros aspectos, se podrá decir que existe una gran disparidad entre las cifras económicas y financieras que se ofrecen con bombos y platillos y la realidad de escasez, estrechez y altos costos con que hoy viven los dominicanos más necesitados, o de menos oportunidades sociales.
De manera, que se puede colegir que la realidad de necesidades con que viven los dominicanos más necesitados es un espejismo o una mentira o la situación de bonanza que no es disfrutada por los más pobres es lo correcto, entonces alguien le está faltando a la verdad, pero aun hay espacio para mejorar y crecer y comenzar a eliminar estas contradicciones que se presentan entre los números fríos y la pura realidad. Se deben conciliar ambas situaciones a los fines de que haya armonía entre un informe y el otro y que prevalezca la verdad.
Pues tantas maravillas confunden a los agentes económicos, el público en general y hasta a los visitantes del Fondo Monetario Internacional. Hay que tratar de tocar la misma música, pues todo lo que brilla no es oro.
Con tanto dinero que ingresa al país de una fuente u otra, el crecimiento económico del Producto Interno Bruto o riqueza que se exhibe año por año, las altas recaudaciones que se obtienen de impuestos, el país no tendría tantas necesidades de tomar prestado, pues sorprende que para construir simples retretes, rehabilitar redes eléctricas o reparar caminos vecinales se tenga que tomar tanto dinero prestado que comprometen a las presentes y futuras generaciones de dominicanos.
¿Verdad que resulta contradictorio que se tome tanto dinero prestado para gastos no reproductivo cuando el país presenta cifras atractivas en su economía y finanzas, a menos de que el dinero que se recibe por préstamos sea para inversiones que disminuyan el desempleo el que hoy ya representa el 20% entre los jóvenes y no para pagar intereses?
Ojala, que estas reflexiones lleguen al entendimiento de los vive bien para que los marginados puedan vivir sin tanto estrés y depresión.
jpm
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