Jueza dominicana: Las cortes deben reflejar la diversidad de la comunidad
Patria Frías-Colón es la primera quisqueyana en ser juramentada magistrada de la Corte Civil de Brooklyn
NUEVA YORK.– La abogada Patria Frías-Colón se convirtió recientemente en la primera dominicana en ser elegida Jueza de la Corte Civil de Brooklyn, un hito histórico no sólo para los quisqueyanos sino también un avance para los hispanos que buscan posiciones de mayor representatividad, en este caso, en el sistema de justicia de la ciudad de Nueva York.
“Estoy más agradecida que feliz porque hubo muchas personas que hicieron todo lo que estuvo al alcance de ellos para ayudar a que alcanzara esta meta. Considero que lo logramos, porque este esfuerzo, no fue tanto para que Patria llegara a ser jueza, sino para que una persona como yo, pudiera darle a la comunidad el servicio que reclama”, declaró a El Diario la Honorable Frías-Colón, sobre la significación de su elección como magistrada, cargo que ejercerá por 10 años.
Frías-Colón, que fue asignada a la Corte de Familia y estará al frente de los casos de abusos y negligencia contra la niñez, hizo notar que la coalición que la respaldó, trabajó bajo la premisa de que quienes integren las cortes deben reflejar la diversidad de la comunidad.
Su campaña se centró en valorar que el sistema judicial sea justo y compasivo, en reducir la duración de los casos en las cortes y garantizar la representación adecuada para las comunidades de inmigrantes, negros e hispanos, a menudo desatendidas en Brooklyn y la ciudad de Nueva York.
“Con esto en mente, nadie nos pudo decir que no, porque aunque hubo personas que se opusieron, alcanzamos lo que nos propusimos, no para mi beneplácito sino el de la comunidad, el de la ciudad y el estado”, dijo.
Aunque es la primera dominicana en la historia de Brooklyn en alcanzar la distinción de jueza, Frías Colón reflexionó diciendo que hay muchos dominicanos con buenas calificaciones que pueden ser elegidos jueces en la ciudad.
Antes de postularse a la Corte Civil se desempeñó como fiscal asistente, bajo el ex fiscal de distrito Charles Joseph Hynes, trabajó en el área legal del Departamento de Educación durante 11 años y desde 2009 fue jefe de distrito de Brooklyn en la División de la Corte de Familia del Departamento de Justicia de la Ciudad de Nueva York.
Reforma al sistema de justicia
En Nueva York se ha venido gestando un movimiento pro reforma del sistema de justicia, sobre el cual la jueza Frías-Colón coincide en la necesidad de buscar celeridad y equidad en los procesos contra las minorías.
“Mi criterio de que debe haber una reforma, no es sólo mi opinión. Lo que podemos advertir es que la propia dinámica del sistema penal y en general de las cortes a través del país, es lo que ha determinado que se requiere una reforma y hemos visto avances positivos en esa dirección en el estado de Nueva York”.
Al respecto ilustró como ejemplo la reciente aprobación de la ley estatal que incrementó la edad de responsabilidad penal a 18 años, para evitar que los menores sean juzgados como adultos. Bajo ese cambio, quienes tienen entre 16 o 17 años y hayan cometidos delitos menores, van a ser procesados en los tribunales de familia y no en una corte criminal como ocurría antes.
Otra reforma trascendente fue la eliminación del requisito de pago de fianza en la mayoría de delitos menores, con lo que se redujo la desigualdad y el encarcelamiento innecesario en el sistema de justicia.
“Estas son reformas que el sistema en sí mismo halló que le estaba fallando a la comunidad y por eso se hicieron las correcciones pertinentes. También puedo citar mi experiencia. En la Corte de Familia tenemos a la jueza Jeannette Ruiz como directora del Sistema Unificado de la Corte de Familia de la Ciudad de Nueva York. Bajo su liderazgo, ella ha podido trabajar con el resto de las cortes del estado y del país para junto a nosotros los jueces, reformar y buscar normas de proceder para que los casos de familias que estás en nuestras cortes, sean procesados eficazmente”.
“Los inmigrantes venimos de lo mejor que se puede esperar de la humanidad”
Si hay algo por lo que más ha abogado en la vida, es contra la discriminación de los más vulnerables, las minorías y en particular los inmigrantes. Por ello, la flamante jueza rechazó las declaraciones del presidente Trump, cuando dijo que los inmigrantes procedían de “países de m…”.
“Tales declaraciones reflejan sobre todo ignorancia. Uno no espera que una persona con la investidura de presidente de Estados Unidos, se refiera así de las personas de otros países, pero en realidad, eso es lo que tenemos desafortunadamente. Como inmigrantes trabajamos fuerte para sobrevivir en este país. Pero aún cuando nos educamos, y trabajamos intensamente, hay barreras e injusticia contra nosotros, somos discriminados y explotados en el pago de los trabajos, al margen de que estamos aquí como residentes legales y algunos ciudadanos”.
Frías-Colón sugiere que frente a estos abusos es imprescindible que la comunidad inmigrante se mantenga en alerta, para tener fortaleza y buscar la excelencia en cualquier área de trabajo.
“Debemos estar claros que no provenimos de países como lo describió el presidente. Somos personas inteligentes, que sin nuestro trabajo, este país no tuviera la riqueza y desarrollo que tiene. Quisiera que nuestra gente apreciara que la realidad es que nosotros venimos de lo mejor que se puede esperar de la humanidad”.
En el marco del debate nacional sobre la política migratoria de la Administración Trump, la elección de Frías-Colón adquiere aún más connotación.
“Su elección es el mayor llamado de atención y rechazo al racismo y un acto de desafío contra las políticas migratorias basadas en la raza. Es una negativa a rendirse ante la demonización y vilipendio de los inmigrantes. Su posesión en la Corte Civil, es una señal de lo que vendrá”, vaticinó la defensora del pueblo Letitia James durante la juramentación de Frías-Colón.
El camino de las oportunidades
Cuando se refiere a las vicisitudes que atraviesan las minorías, insta a que opten por la educación como el camino hacia la superación y así erradicar el círculo de discriminación.
“La educación es crucial. Una persona educada tendrá mejores oportunidades y aunque alcanzar esa educación es muchas veces difícil, porque por lo general estamos trabajando en dos y hasta tres sitios para sobrevivir, eso sí, debemos impulsar que nuestros hijos vayan a la universidad y sean profesionales, ese fue el legado de mis padres. Ellos no pudieron seguir su educación aquí pero no toleraban que alguno de nosotros tuviera bajo rendimiento en la escuela, porque estaban seguros que la educación nos daría un mejor futuro. Busco que la gente se concientice que la educación es la herramienta para avanzar como individuos y como comunidad”.
Frías-Colón agregó que ella es un ejemplo de cómo un inmigrante puede cumplir los objetivos que se proponga. Este país tiene tanto para ofrecer a su población, al mundo y a los inmigrantes. Es cuestión de perseverar, subrayó.
El amor por la justicia se lleva en la sangre…
Patria Frías Colón nació en Santo Domingo y tenía seis años cuando, junto a su hermana vino a Estados Unidos con su madre Altagracia Ureña. Ella fue quien abrió el camino para que después su padre, José Frías, viniera.
“Mi madre trabajó muy fuerte en factorías de ropa, se fajó sola para poder traernos. Eso fue muy determinante, ella vino primero y luchó para traer a mi padre”, relata Patria y revela que su nombre lo heredó de su abuela materna.
Prosiguió recordando que sus padres tenían un alto sentido de compromiso con el país. Fueron revolucionarios y lucharon contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
“Fue una época devastadora porque muchos de nuestros familiares fueron asesinados o desaparecidos por sus ideales políticos. Mi padre fue arrestado y torturado. Luego de esos años tormentosos, mi madre lo pudo traer y así comenzamos en Bushwick, Brooklyn, nuestra vida como familia.
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