jueves, 28 de diciembre de 2017

COP23, cuestión de género - Por Yolanda Picazo

COP23, cuestión de género

Por Yolanda Picazo
El calentamiento global da lugar a situaciones de hambruna, de falta de agua potable, de malnutrición, de mortalidad infantil, favoreciendo la manifestación de enfermedades. El cambio climático afecta en el orden económico y social a los derechos humanos de incontables personas; esto incluye su derecho a una vivienda adecuada, comida, suministros básicos, salud y enseñanza. Y quiénes más sufren sus consecuencias son las mujeres, una consideración que muchas veces no se analizó. Por eso es de destacar que en la última reunión del COP, Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático (CNMUCC), la COP23, la cuestión de género se haya tenido en cuenta.
La reunión, celebrada en Bonn hace menos de un mes, tiene como objetivo estabilizar los niveles de emisión de gases de efecto invernadero en un plazo que permita a los ecosistemas adaptarse naturalmente al cambio climático, asegurar la producción de alimentos y permitir el desarrollo económico de manera sostenible, tratando de señalar e impedir los efectos de las acciones humanas que ponen en riesgo el sistema climático mediante su alteración. El encuentro en Alemania de este año ha servido para acordar las acciones de los países desarrollados hasta el 2020, así como la inclusión de las cuestiones de género y de las comunidades indígenas en la lucha contra el calentamiento global.
Entre los logros, se presentó el Plan de Género, denominado GAP, que tiene por objetivo disminuir la denominada “brecha” de género entre mujeres y hombres.Dicha iniciativa pretende situar a las mujeres en un papel principal en la lucha frente al cambio climático, para que puedan participar en condiciones de igualdad en todos los órganos de la CMNUCC.
En este sentido, es un avance más desde Doha en 2009, donde se constituyó el grupo de Mujeres y Género, dentro de la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, un espacio duramente criticado por su insuficiencia, la falta de compromiso económico y la lentitud en los plazos de puesta en funcionamiento. Aun así, en Bonn las mujeres fueron representadas en un 38% frente a un 62% de hombres, a pesar de ser las más afectadas y vulnerables frente al cambio climático y sus consecuencias.
Las posiciones más críticas, que manifestaron su descontento públicamente, consideran que el borrador aprobado omitió varias veces la inclusión de los pueblos indígenas y de las defensoras de los derechos humanos en el GAP. El acceso a los fondos y la transferencia de tecnologías es el mayor obstáculo para las lideresas climáticas, ya que los que tienen son insuficientes y necesitan a su vez de un mayor compromiso local, según los últimos datos de la OECD (Organización para la Cooperación y el desarrollo económico).
En cualquier caso, diferentes estados han entorpecido la puesta en escena de esos medios y la presentación de un primer informe ha quedado pendiente de confirmarse para noviembre de 2019. Una plataforma para apoyar la participación de los pueblos indígenas y un fondo de protección global frente a los riesgos para proporcionar seguros asequibles a 400 millones de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad, han sido las iniciativas más destacables dentro de la celebración de esta COP con respecto a otras.
La organización, la incidencia social, política y económica a pequeña escala, en cada uno de los países parte será vital para muchas mujeres que no podrán esperar a los tiempos que este tipo de cumbres marcan, para garantizar su futuro y combatir los efectos del cambio climático que ha venido para quedarse.
Yolanda Picazo es integrante de la red Ecofeminista
https://blogs.20minutos.es/mas-de-la-mitad/2017/12/28/cop23-cuestion-de-genero/

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