martes, 22 de septiembre de 2015

40 días la UASD en huelga | ASODEMU asumió la rectoría | por Fausto Herrera Catalino



Texto inédito de Fausto Herrera Catalino
40 días la UASD en huelga
ASODEMU asumió la rectoría
21 de septiembre de 2015. SANTO DOMINGO 
Para que no se olvide en la memoria colectiva  el  rol  que protagonizó  la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU), -hace 17 años- cuando declaró  una huelga laboral y asumió  durante 40 días el control de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

El 28 de enero de 1998 inició esta historia.  Un día después, la prensa nacional[1], reseñó:

“la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU) advirtió  ayer que se ira a una huelga general ‘automática’ el próximo 10 de febrero si el rector, Edylberto Cabral, no cumple con el aumento de un 20 por ciento en los salarios a los empleados. (…) El gremio también reclama un reajuste salarial por inflación y que se cumpla la reclasificación y corrección en la distorsión de los puestos[2].”


Ilustración 1 Fausto Herrera Catalino habla desde una silla, en el antedespacho de la rectoría,  a los delegados ante el Pleno de ASODEMU luego que el Consejo Universitario resoluto la cancelación de la Directiva completa.

El presidente de la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU), Fausto Herrera Catalino, siendo las diez de la mañana de ese día, por aprobación a unanimidad de la Asamblea General, desde el pódium del Aula Magna, decretó  una huelga general indefinida de los trabajadores de la UASD.

El rector, doctor Edylberto Cabral Ramírez, en su primera reacción el 14 de febrero de 1998 declaró “la Asociación de Empleados Universitarios lo que quiere es pescar en rio revuelto, gente que se quiere  aprovechar de la coyuntura para atacar al Gobierno." Esta afirmación le dio un tinte político que  estableció dos polos enfrentados: ASODEMU versus Autoridades Universitarias.

Este singular acontecimiento de redención sindical  edifica a la presente y futuras generaciones. Por cuanto esta publicación tiene toda la pertinencia  en momentos que se aproximan las elecciones postergadas desde hace un año y está latente los reclamos de un mayor presupuesto del 5% a la UASD y un justo reajuste salarial a todos los servidores universitarios.

En la referida contienda  participaron las fuerzas académicas y políticas -de todos los signos- dentro y fuera del campus de  la Universidad  Estatal Dominicana, la UASD. Ahora, también, es necesaria una coalición igual para lograr los objetivos propuestos.

Entre las entidades más representativas estuvieron las Iglesias, las organizaciones sindicales dominicanas, los Partidos Políticos, el Gobierno Nacional, la UNESCO, la Internacional de Servidores Públicos (ISP), la Federación de Sindicatos Universitarios de Centroamérica, México  y el Caribe (FESITRAUCAMC) y la Federación Internacional de Sindicatos de la Educación (FISE).

De igual modo intervinieron personalidades  cívicas y políticas, líderes de opiniones y ciudadanos dominicanos.

Como ilustración, basta con observar las noticias  de la prensa  escrita de la época. Estos cubrieron en primer plano las incidencias de esta confrontación que alcanzó la categoría de crisis institucional de la Educación Superior Pública con impacto nacional e internacional.

Hubo tensiones, amenazas e intentos de violencias de consecuencias imprevisibles. Luego, un agente que formo parte de un operativo rompehuelgas, revelo a un amigo que el autor  junto a los directivos sindicales corrió serios peligros en sus integridades  personales por planes urdidos desde esferas gubernamentales.

Sabemos que aquellos tiempos pasaron, ahora no existe  -como se practicó entonces- la solidaridad e integridad como clase para sí.

Procura  esta narrativa ofrecer un reconocimiento a la causa, siempre revolucionaria, de los trabajadores, los campesinos y la clase media.  Un propósito cardinal del autor es ceñirse a la verdad histórica.

Este texto  cuestiona  un  panorama agravado por el deterioro y debilidad de las organizaciones que representan  a los trabajadores. Asimismo,  sobre el fallido desempeño del liderazgo sindical y político.   Igualmente denuncia que el clientelismo ha  hecho metástasis en el quehacer de los gremios universitarios. Es más evidente en cada proceso electoral.
Ilustración 2Miembros de ASODEMU exigen reposición de sus dirigentes y resisten hasta lograr un 50% de aumentos en sus salarios y la reclasificación de puestos y escalafón a los profesores.
La UASD encabeza la lista de las universidades del país en la posición 4,253 del ranking de la excelencia académica a nivel mundial. Muchos se lamentan por el desvío de la misión académica  de la Primada de  América en contradicción con  los principios y propósitos del Movimiento Renovador Universitario de 1966. Otros celebran por los beneficios que obtienen con la progresiva privatización de la UASD.
En la actualidad 40 Universidades e Institutos de Educación Superior -privados y públicos-[3] compiten en el mercado nacional con la UASD en la graduación de profesionales para el desarrollo del país[4]. Sin embargo, la Primada de América tiene inscritos más del cincuenta por ciento de los estudiantes universitarios dominicanos y entre ellos un porcentaje de algunos extranjeros de varias nacionalidades.

No obstante, durante la gestión 2011-2014 se aprobaron importantes reformas estatutarias e institucionales como la apertura del proceso de acreditación y, asimismo, la elaboración y sometimiento al Claustro Menor del Plan de Estrategia 2012-2022.

Los gobiernos[5] también son responsables -en primer grado- cuando desde su promulgación  ninguno ha cumplido con la asignación  presupuestaria que ordena la Ley 5778, promulgada el 31 de diciembre de 1961.

En sentido contrario, los gobiernos sometieron proyectos para la aprobación del   Congreso Nacional, creando la Ley 139-01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Dicha Ley en su Artículo 91.-“La inversión pública a ser ejecutada (…) no deberá ser inferior al (5%)  del Presupuesto de Ingresos y ley de Gastos Públicos asignado en la ley 5778[6], (…). Además deberán incluir las subvenciones asignadas a las demás instituciones de educación superior.”

Inversiones cuantiosas en obras de infraestructura física se hicieron en los gobiernos del doctor Leonel Fernández Reyna[7] [1996-2000 y 2004, 2008-2012]. Ciento treinta millones de dólares se justificaron a través de un préstamo con la compañía The Sun Land Group Corp[8].

A ese respecto, el profesor Facundo Acosta en boletín[9]  Trinchera Profesoral, apunta:

“Dicen que los 130 millones de dólares son para obras prioritarias en la UASD, en la sede central. ¿Obras prioritarias? Nosotros que estamos impartiendo docencia en la UASD hace más de 33 años, queremos señalar aquí que esas cinco obras no son prioritarias en la sede central. Podrían ser todas muy importantes, pero no son las necesidades prioritarias.”

Todavía,  sobreviven la ASODEMU, la FED  y FAPROUASD  como entidades sindicales, nos obstante, el implacable proceso de la mundialización, globalización, la corrupción generalizada y el destape de espionaje universal.

En fin, el rol determinante de las redes sociales, la incidencia de la comunicación informática  en los nuevos procesos de lucha sociales, económicas, políticas y ecológicas.

Para que además, en definitiva, los servidores universitarios exijan que sus representantes sindicales, en las tres vertientes –estudiantes, profesores y empleados  y las autoridades actuales y futuras  actúen en favor de los valores colectivos y nacionales; la acreditación de la academia, la defensa de los atributos de la autonomía, el fuero y mejor calidad de vida de sus integrantes.

Es seguir lo que recién señalo en la Habana el papa Francisco: “Servir a las personas, no a las ideas”.






[1] Itania María, “Amenazan con huelga”, El Siglo, 28/01/98, p.4

[2] Dichas peticiones también  incluían a los servidores jubilados y pensionados, la categorización profesoral, a los estudiantes monitores y los becados de estudio y trabajo

[3] Entre dichas entidades la Universidad Católica Madre y Maestra es pontificia como la UASD.

[4] Ningunas de estas Academias e Institutos tienen registro en el ranking de calidad docente.

[5] Los gobiernos después de Trujillo desde 1961-2013.

[6] Esta Ley fue modificada para incluir en la asignación del 5% otras universidades públicas e instituciones de educación superior.

[7] El doctor Leonel Fernández es profesor en licencia de la UASD.

[8] Es una compañía con domicilio social en Miami, Florida.


[9] Profesor Facundo Acosta, “La Sun Land, la UASD y las obras prioritarias”,  viernes, 19 de octubre de 2007, Trinchera: 239.

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