Texto inédito de Fausto Herrera Catalino
40 días la UASD en huelga
ASODEMU
asumió la rectoría
21 de septiembre de 2015. SANTO DOMINGO
21 de septiembre de 2015. SANTO DOMINGO
Para que no se olvide en la
memoria colectiva el rol que protagonizó la Asociación de Empleados Universitarios
(ASODEMU), -hace 17 años- cuando declaró una huelga laboral y asumió durante 40 días el control de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD).
El 28 de enero de 1998 inició esta historia.
Un día después, la prensa nacional[1],
reseñó:
“la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU) advirtió ayer que se ira a una huelga general ‘automática’
el próximo 10 de febrero si el rector, Edylberto Cabral, no cumple con el
aumento de un 20 por ciento en los salarios a los empleados. (…) El gremio
también reclama un reajuste salarial por inflación y que se cumpla la
reclasificación y corrección en la distorsión de los puestos[2].”
Ilustración 1 Fausto Herrera Catalino habla desde una silla, en el antedespacho de la rectoría, a los delegados ante el Pleno de ASODEMU luego que el Consejo Universitario resoluto la cancelación de la Directiva completa.
El presidente de la Asociación de
Empleados Universitarios (ASODEMU), Fausto Herrera Catalino, siendo las diez de
la mañana de ese día, por aprobación a unanimidad de la Asamblea General, desde el pódium del Aula Magna, decretó una huelga general indefinida de los
trabajadores de la UASD.
El rector, doctor Edylberto
Cabral Ramírez, en su primera reacción el 14 de febrero de 1998 declaró “la Asociación de Empleados Universitarios
lo que quiere es pescar en rio revuelto, gente que se quiere aprovechar de la coyuntura para atacar al
Gobierno." Esta afirmación le
dio un tinte político que estableció dos
polos enfrentados: ASODEMU versus Autoridades Universitarias.
Este singular acontecimiento de redención
sindical edifica a la presente y futuras
generaciones. Por cuanto esta publicación tiene toda la pertinencia en momentos que se aproximan las elecciones postergadas desde hace un año y está latente los reclamos de un mayor presupuesto del 5% a la UASD y un justo reajuste salarial a todos los servidores universitarios.
En la referida contienda participaron las fuerzas académicas y
políticas -de todos los signos- dentro y fuera del campus de la Universidad Estatal Dominicana, la UASD. Ahora, también, es necesaria una coalición igual para lograr los objetivos propuestos.
Entre las entidades más
representativas estuvieron las Iglesias, las organizaciones sindicales
dominicanas, los Partidos Políticos, el Gobierno Nacional, la UNESCO, la
Internacional de Servidores Públicos (ISP), la Federación de Sindicatos
Universitarios de Centroamérica, México y el Caribe (FESITRAUCAMC) y la Federación
Internacional de Sindicatos de la Educación (FISE).
De igual modo intervinieron
personalidades cívicas y políticas, líderes
de opiniones y ciudadanos dominicanos.
Como ilustración, basta con
observar las noticias de la prensa escrita de la época. Estos
cubrieron en primer plano las incidencias de esta confrontación que alcanzó la
categoría de crisis institucional de la Educación Superior Pública con impacto
nacional e internacional.
Hubo tensiones, amenazas e
intentos de violencias de consecuencias imprevisibles. Luego, un agente que
formo parte de un operativo rompehuelgas, revelo a un amigo que el autor junto a los directivos sindicales corrió
serios peligros en sus integridades
personales por planes urdidos desde esferas gubernamentales.
Sabemos que aquellos tiempos
pasaron, ahora no existe -como se
practicó entonces- la solidaridad e integridad como clase para sí.
Procura esta narrativa ofrecer un reconocimiento a la
causa, siempre revolucionaria, de los trabajadores, los campesinos y la clase
media. Un propósito cardinal del autor
es ceñirse a la verdad histórica.
Este texto
cuestiona un panorama agravado por el deterioro y debilidad
de las organizaciones que representan a
los trabajadores. Asimismo, sobre el
fallido desempeño del liderazgo sindical y político. Igualmente
denuncia que el clientelismo ha hecho metástasis
en el quehacer de los gremios universitarios. Es más evidente en cada proceso
electoral.
Ilustración 2Miembros de ASODEMU exigen reposición de sus dirigentes y resisten hasta lograr un 50% de aumentos en sus salarios y la reclasificación de puestos y escalafón a los profesores.
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En la actualidad 40 Universidades
e Institutos de Educación Superior -privados y públicos-[3]
compiten en el mercado nacional con la UASD en la graduación de profesionales
para el desarrollo del país[4].
Sin embargo, la Primada de América tiene inscritos más del cincuenta por ciento
de los estudiantes universitarios dominicanos y entre ellos un porcentaje de algunos
extranjeros de varias nacionalidades.
No obstante, durante la gestión
2011-2014 se aprobaron importantes reformas estatutarias e institucionales como
la apertura del proceso de acreditación y, asimismo, la elaboración y
sometimiento al Claustro Menor del Plan de Estrategia 2012-2022.
Los gobiernos[5]
también son responsables -en primer grado- cuando desde su promulgación ninguno ha cumplido con la asignación presupuestaria que ordena la Ley 5778,
promulgada el 31 de diciembre de 1961.
En sentido contrario, los
gobiernos sometieron proyectos para la aprobación del Congreso Nacional, creando la Ley 139-01 de
Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Dicha Ley en su Artículo 91.-“La
inversión pública a ser ejecutada (…) no deberá ser inferior al (5%) del Presupuesto de Ingresos y ley de Gastos
Públicos asignado en la ley 5778[6],
(…). Además deberán incluir las
subvenciones asignadas a las demás instituciones de educación superior.”
Inversiones cuantiosas en obras
de infraestructura física se hicieron en los gobiernos del doctor Leonel
Fernández Reyna[7]
[1996-2000 y 2004, 2008-2012]. Ciento treinta millones de dólares se
justificaron a través de un préstamo con la compañía The Sun Land Group Corp[8].
A ese respecto, el profesor
Facundo Acosta en boletín[9] Trinchera Profesoral, apunta:
“Dicen que los 130 millones de dólares son para obras prioritarias en
la UASD, en la sede central. ¿Obras prioritarias? Nosotros que estamos impartiendo
docencia en la UASD hace más de 33 años, queremos señalar aquí que esas cinco
obras no son prioritarias en la sede central. Podrían ser todas muy importantes, pero no son las necesidades
prioritarias.”
Todavía, sobreviven la ASODEMU, la FED y FAPROUASD como entidades sindicales, nos obstante, el
implacable proceso de la mundialización, globalización, la corrupción
generalizada y el destape de espionaje universal.
En fin, el rol determinante de
las redes sociales, la incidencia de la comunicación informática en los nuevos procesos de lucha sociales,
económicas, políticas y ecológicas.
Para que además, en definitiva, los
servidores universitarios exijan que sus representantes sindicales, en las tres
vertientes –estudiantes, profesores y empleados
y las autoridades actuales y futuras actúen en favor de los valores colectivos y
nacionales; la acreditación de la academia, la defensa de los atributos de la autonomía, el fuero y mejor calidad de vida de sus integrantes.
Es seguir lo que recién señalo en la Habana el papa Francisco: “Servir a las personas, no a las ideas”.
[1]
Itania María, “Amenazan con huelga”, El Siglo, 28/01/98, p.4
[2]
Dichas peticiones también incluían a los
servidores jubilados y pensionados, la categorización profesoral, a los
estudiantes monitores y los becados de estudio y trabajo
[3] Entre
dichas entidades la Universidad Católica Madre y Maestra es pontificia como la
UASD.
[4]
Ningunas de estas Academias e Institutos tienen registro en el ranking de
calidad docente.
[5]
Los gobiernos después de Trujillo desde 1961-2013.
[6]
Esta Ley fue modificada para incluir en la asignación del 5% otras
universidades públicas e instituciones de educación superior.
[7] El
doctor Leonel Fernández es profesor en licencia de la UASD.
[8] Es
una compañía con domicilio social en Miami, Florida.
[9] Profesor
Facundo Acosta, “La Sun Land, la UASD y las obras prioritarias”, viernes, 19 de octubre de 2007, Trinchera:
239.
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