miércoles, 20 de mayo de 2015

No es un problema de mujeres / Por MILLIZEN URIBE

Millizen UPor 
muribe44[@]gmail.com 
19 mayo, 2015
Millizen Uribe.
Ser mujer en República Dominicana significa estar expuesta, en mayor medida que un hombre, a violencia física, psicológica, económica, política e institucional.
Esto manifiesta una concepción política de la mujer y el poder. El poder está asociado a lo masculino. Hay todo un ideario alrededor de esto y en la práctica hombres e instituciones se resisten a que la mujer ejerza poder, y cuando lo hace se da un conflicto que termina en violencia.
Con su primer eslabón, la inequidad, y el último, el feminicidio, la violencia es un aspecto constante en la vida de las mujeres dominicanas.
La Procuraduría señala que anualmente unas 200 mujeres son asesinadas, más de la mitad a manos de la pareja anterior o actual. En la última Endesa, 35% de las mujeres entrevistadas dijo haber sido víctima de violencia. En el 2014 hubo 88 feminicidios, en el 2013 hubo 71 feminicidios y ya en el primer trimestre de este año, 27.
El pasado mes de abril nueva vez hubo una ola de feminicidios. Siete mujeres fueron asesinadas en apenas cinco días. Esto debe concitar la atención de la población y las autoridades, y convertirse en políticas públicas integrales que den respuestas al problema.
La problemática no es aislada ni corresponde a minorías. La atención no debe ser coyuntural ni pasajera.
El Estado debe revisar la forma en que está enfrentando la violencia contra las mujeres, debido a que tanto en la prevención como en el combate, no hemos alcanzado avances significativos.
Tal vez el logro más importante fue en el ámbito legislativo con la aprobación de la Ley 24-97, pero por muchos años la respuesta a esta problemática ha sido diseño de camisetas, marchas y ofrendas florales.
Ante el recrudecimiento de los feminicidios, hace falta que la violencia contra las mujeres se aborde en sus aspectos económicos, educativos, legislativos, sanitarios y culturales.
La respuesta estatal no puede seguir centrada en la persecución de los agresores, sino que, definida la voluntad política, deben trabajar articulados los ministerios y el Poder Judicial.
La voluntad política debe expresarse además en el aspecto económico, evitando que los presupuestos para trabajar ese tema sean las cenicientas, y en ámbito legislativo es urgente que se legisle a favor de los derechos de las mujeres y se aprueben proyectos como la Ley Orgánica Integral de Violencia Contra las Mujeres.
El primer gran reto es accionar para un cambio sistémico. Lograr un modelo que no confabule contra la equidad de género. Que no reproduzca el machismo, la discriminación ni la violencia. Y, lo más importante, que nos saquemos de la cabeza que este tema es un pleito entre “marido y mujer” o un problema solo de las mujeres.
http://hoy.com.do/no-es-un-problema-de-mujeres/

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