Mirada a una situación social por la construcción de ciudadanía, el desarrollo institucional y el bienestar general. Respeto extremo al derecho a la intimidad y el buen nombre de las personas. Huye a las rutinas opinativas, a los ruidos mediáticos. Rehúye al sensacionalismo. Consciente de que la asepsia ideológica no existe, promueve el disenso, la crítica constructiva, sin descalificaciones.
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¿Perdió Mejía?
Hipólito
Mejía, presidente de la República 2000-2004, no es tan torpe como
aparenta. Al menos en esta ocasión se las ha lucido y ha dejado a muchas
personas boquiabiertas con su derroche de amabilidad y desprendimiento.
La intensa lluvia de elogios que le ha caído por su inusitada actitud,
ha ocultado el fondo hasta para los opinantes más acuciosos: apabullado
con los votos, pero ha resultado el gran ganador de la primera
convención del recién nacido Partido Revolucionario Moderno (PRM),
realizada el 26 de abril.
Aunque
muchos entiendan que este santiaguero, con 74 años a cuestas, se va de
sus aspiraciones presidenciales con un final infeliz al ser aplastado
por su pupilo, el empresario turístico y universitario Luis Abinader, 48
años, ahora habría jugado el mejor ajedrez de su vida al negociar la
presidencia de tal organización con todo lo que implica en términos
económicos.
A Mejía no se le vio agitar con la pasión acostumbrada en el proceso interno donde acaba de sucumbir. Solo algunos amagos.
El
proceso del domingo se quedó muy lejos de las estadísticas esperadas.
Según los números de la comisión organizadora --bajo dudas de los
adversarios--, de un padrón compuesto por 1.5 millones, solo sufragaron
315,802 (21%). El candidato ganador obtuvo 221.306 sufragios (70.4%)
y Mejía, 90,130 (28.61), conforme la información declarada.
Tales
datos sugieren una muy probable derrota en las elecciones nacionales
del 15 de mayo de 2016, cuando el universo con derecho al voto superará
los 7 millones, salvo que logren nuclear un frente opositor (PRD
incluido) sin fisuras y, al mismo tiempo, el gobernante Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) sufra una división que carcoma su fuerza y
fracture el Bloque Progresista, tras la decisión del Comité Político, en
su reunión del 19 de abril, de impulsar una reforma constitucional para
habilitar al presidente Danilo Medina.
Pero
ya el influyente dirigente perredeísta y consultor jurídico del
gobierno de Mejía. Guido Gómez Mazara, ha advertido este lunes 27 de
abril en su programa televisual “Ideas encontradas”, que bajo ninguna
circunstancia se sumará a un frente donde esté el presidente del PRD,
Miguel Vargas, porque –desde su perspectiva-- “lo que se nace con gente
mala, sale malo”. Ha denunciado que personas cercanas a Vargas
estuvieron muy vinculadas al proceso del domingo, pese a ser
perredeístas.
Aunque
el presidente del partido blanco, en una actitud insólita, ha
manifestado su respaldo a Abinader y ha propugnado un frente opositor,
las perspectivas de éxito lucen borrosas. Una descarnada campaña, de
momento personal, de los ahora perremeístas y aliados de la sociedad
civil contra Vargas, más la violencia de la convención del año pasado,
han minado la imagen del PRD, y, ahora, quizá escasea el tiempo para
reconstruirla y colocar porcentajes más competitivos de cara al próximo
certamen. Entretanto, la mayoría de los partidos emergentes de más
tradición en el patio de la política dominicana, mantiene “lealtad” al
PLD aún en crisis.
A
Mejía no se le vio agitar con la pasión acostumbrada en el proceso
interno donde acaba de sucumbir. Solo algunos amagos. Entró tarde y la
intermitencia fue su sello, tal vez consciente de que la oportunidad del
PRM para llegar a Palacio no está tan cerca como ya se airea en los
medios de información.
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*Sobre el autor Periodista. Profesor en la Escuela de Comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la que dirigió durante seis años y donde imparte docencia desde hace veinte años. También ha sido profesor en Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y en la Universidad Católica de Santo Domingo. tonypedernales@yahoo.com.ar
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