miércoles, 22 de abril de 2020

DEL DISCURSO PRESIDENCIAL DEL 17/04/20 A UNA AGENDA PARA LA REINGENIERIA NACIONAL | Guillermo Caram | @guillermocaram

Guillermo Caram 
DEL DISCURSO PRESIDENCIAL DEL 17/04/20 A UNA AGENDA PARA LA REINGENIERIA NACIONAL:
Sanitaria, Económico-Social,  Territorial-Ambiental e Institucional.
No es desde ahora que la nación necesita de una reingeniería, aunque la pandemia que nos afecta y sus consecuencias han desnudado con crudeza lo imperioso de esta necesidad.
El discurso pronunciado por el Presidente Medina el pasado 17/04/2020 con intenciones expresas  de transmitir esperanzas al pueblo dominicano, no logró ese objetivo y demostró la urgencia de emprender una reingeniería en la atención sanitaria, en la socioeconomía, en el ordenamiento territorial ambiental y en el orden institucional.
A pesar del Presidente Medina sentirse satisfecho de sus logros, ayer, tres días después del discurso y a los 50 días de aparición del primer caso, el número de casos aumentó a 4680: casi mil, un 25 %, mas de los 3755 reportados el dia que habló el mandatario; lo que hace irreal cualquier manifestación de satisfacción.
  1. LOS HECHOS
  • El aumento progresivo de casos que coronavirus hace indiscutible que la “circulación comunitaria”, lo que significa que ha penetrado a nuestros barrios mas allá de la afectación exclusiva a estratos  medios y altos como originalmente se señalara.
  • La principal medida gubernamental ha sido el confinamiento, disposición apropiada en naciones desarrolladas y zonas de altos ingresos pero potencialmente fallido en nuestros barrios que viven bajo adversas condiciones habitacionales, económicas, climatológicas, culturales y conductuales al ser muchos de nuestros barrios focos y fuentes de consumo y tráfico de ilegalidades.
  • Abrigamos dudas sobre la prioridad, énfasis y efectividad del confinamiento. Compartimos el criterio de Hamza Esmili, sociólogo profesor de la Universidad de Paris: “el confinamiento…no corresponde a la realidad de la gente de los barrios pobres”. Según el último censo dominicano, el 69% de las viviendas ocupadas presentaba algún déficit que van desde la falta de servicio de agua hasta hacinamiento de varias familias que viven en una misma casa. La pobreza real, no monetaria, que se aproxima a nivel nacional al 50%, llega en barrios hasta 80%.
  • Teniendo en cuenta que reportes médicos recientes plantean que el distanciamiento debe ser de 4 metros, medida superior al tamaño de muchas “piezas” donde se hacinan nuestros pobladores y de la distancia que separa viviendas en nuestros barrios y de callejones dentro de la cual conviven; el llamamiento al confinamiento resulta burlesco ante lo mas pobres: se les pide que en las calles mantengan una distancia superior a las que ellos están viviendo; por lo que mas bien el nuevo distanciamiento impulsa  salir a la calle que “quedarse en casa”.
  • A ello se agrega la impulsión económica. La mayoría de los jefes de familias pobres son informales: jornaleros, echadías o chiriperos que producen ingresos y viven de sus  actividades de cada dia, incluyendo fruteros, choferes, etc. Impulsados por la falta de dinero para comprar alimentos puede que la posibilidad de contagiarse no sea tan fuerte para retenerlos en la casa como la seguridad de pasar hambre cada día
  • Nuestras fuerzas del orden carecen de la capacidad,  inspiración emanada de las altas instancias de un gobierno acostumbrado a procurar las mieles del poder y de equipamientos y suministros de ropa y alimentos para hacer cumplir disposiciones de cuarentena en los barrios
  • El combate sanitario ha sido muy deficiente. No ha sido profiláctico – para evitar casos - sino curativa para tratar casos. Las experiencias mas exitosas han demostrado que el aislamiento preventivo basado en el uso masivo de mascarillas suministradas gratuitamente por el gobierno y aplicación universal de pruebas masivas en lugar de las selectivas que se están efectuando  cuando se presentan solicitudes en los casos se presentan; constituye el accionar mas efectivo en adición al confinamiento cuya efectividad cuestionamos previamente.
  • A los 50 dias de conocerse el primer caso, el Presidente Medina informó a la nación que se han recibido 1,250,000 mascarillas que constituyen el 12.5% de la población dominicana y citó que van adquirir 150, 000 pruebas que constituyen el 1.5% de la población. Y que ahora es que se están comprando 50 000 trajes de protección para el personal médico y militar; cuando el virus se detectó a finales del pasado año, amenazando a una nación de elevada atracción turística.
  • El accionar terapéutico se ha caracterizado además por la falta de instrumentales y utensilios médicos, carencia de protocolos y mala aplicación de desinfecciones, carencias de mapeo y accionar de zonas de mayor contagio, etc. No puede ignorarse uno de los primeros casos, una dama contagiada que ¿se fugó, despacharon o dejaron ir? de su confinamiento que deambulaba alrededor de las provincias Duarte y Salcedo, de las mas afectadas. El personal médico carece de medios de protección  adecuados y suficientes -mascarillas, guantes, trajes, suministros,  etc – exponiendo al colapso el sistema de salud
  • Las medidas económicas no han sido satisfactorias debido a que se han centrado en:
    • Un asistencialismo estimulador de las aglomeraciones al repartir casi 2 millones de raciones tumultuosamente y   ampliando los beneficios de tarjetahabientes congestionando bancos y establecimientos de alimentos que terminan siendo foco de contagio
    • Instituyendo ayudas monetarias a los empleados suspendidos por haber ordenado el cierre de empresas lo que ha estimulado la paralización económica
    • El costo de este mayor asistencialismo, alrededor de   RD$7000 millones/mensuales, aumentara los gastos gubernamentales en adición a los incurridos por razones sanitarias. Mayores gastos y Sacrificios tributarios que reducirán las recaudaciones mas de los que estarán reducidos por disminución de la actividad económica, aumentando el déficit fiscal ya elevado y amenazando recurrencia a financiamiento con emisiones monetarias, potencialmente  devaluatorias e inflacionarias.
    • Las adecuadas facilidades financieras adoptadas por el Banco Central a las empresas  carecen de sentido en este contexto de paralización, puesto que al prohibirse la labor de empresas y suspender empleados, dichas facilidades quedaran en las arcas bancarias y empresariales.
  • La paralización económica derivada de las disposiciones gubernamentales agrava el impulso ciudadano de buscar ingresos para satisfacer sus necesidades inmediatas, para cuyo freno no basta la amenazante posibilidad mediata de contagio por una distanciamiento a los que pobladores de nuestros ya están expuestos.
  • En medio de éste contexto, el gobierno, a pesar de los graves apuros e ineficiencia en el accionar que está practicando ha seguido su tendencia absolutista y autosuficiencia. Todas sus decisiones han sido tomadas unilateralmente sin la debida consulta con las fuerzas activas de la nación. El mandato de cogestión y concertación contenido en la Ley General de Salud, particularmente con los médicos y clínicas privadas ha sido obviado, implementándose en cambio una línea de confrontación con el CMD y la ADECLIP.  La única reunión de carácter económico convocada por el gobierno a través del Ministro Peralta con asociaciones empresariales, tuvieron que limitarse a escuchar explicaciones de como la reactivación de las actividades debería estar condicionado a “cuando se aplane la curva” y a la “meseta” de contagio a la que se refirió el Presidente Medina en su discurso. No ha habido un llamado contundente a las fuerzas activas de una sociedad que ha mostrado alta disposición de cooperar mientras ciertas iniciativas privadas son bloqueadas como la fabricación de mascarillas por no cumplir estándares industriales aunque ahora el Presidente Medina llama a salir a las calles “con aquello que tengan a su alcance”. Tampoco ha habido un llamado al liderazgo político que se ha ofrecido a cooperar.      
Por todo ellos se necesita con urgencia y mas que nunca una Reingeniería Nacional guiados por una  agenda en los siguientes grandes temas:
  1. Reingeniería Sanitaria
  2. Reingeniería Económica y Social
  3. Reingeniería Territorial-Ambiental
  4. Reingeniería Institucional
AGENDA DETALLADA PROPUESTA:
I.              Reingeniería Sanitaria
  1. Campaña masiva de adquisición y producción de mascarillas protectores para ser entregada gratuitamente a la población
  2. Hacer cumplir su uso obligatorio en áreas comunes y espacios publicos asi como las disposiciones de distanciamiento minimo
  3. Mapeo de zonas de mayor contagio
  4. Aplicación de pruebas a personas, partiendo de los sectores donde mayor contagio  hasta la universalización
  5. Proceder a su consecuente aislamiento, previa habilitación de instalaciones
  6. Rediseñar los programas de alimentación y transferencias monetarias del gobierno para evitar aglomeraciones, incluyendo la ampliación de los horarios de servicios de bancos y establecimiento de abastecimiento y servicios.
  7. Mantener y hacer cumplir con mayor rigurosidad las medidas para evitar las  aglomeraciones.
  8. Equipamientos y suministros al personal médico y a los encargados de preservar el orden incluyendo trajes protectores
  9.  Cumplimiento de las disposiciones de la Ley General de Salud que establece la Cogestión y Concertación entre médicos y clínicas privadas a traves del Consejo Nacional de Salud
  10. Desinfección de áreas comunes partiendo a las zonas mapeadas mas criticas hasta universalizarlas cuidando la aplicación correcta de las normas sobre la aplicación de desinfección
II.            Reingeniería Económica y Social

Se impone normalizar la economía sometiendo las actividades a procesos de reingeniería compatibles con exigencias sanitarias.
Y concibiéndolas como vía para combatir pandemia en lugar de propagadora: Produciendo para generar empleos y satisfacer necesidades para organizar y racionalizar que la presión de trabajar para producir ingresos y poder comprar alimentos y medicinas impulse las violaciones a las disposiciones sanitarias cumplibles.
Para ello se requiere que desde ahora, antes que comience a “aplanarse la curva”, se comience a preparar la normalización de la economía mediante las siguientes medidas:
  1. Derogar las medidas prohibitivas de operación de negocios y ordenar  a/reapertura de operaciones suspendidas, supeditadas a su reingeniería para cumplir disposiciones sanitarias
  2. Condicionar a futuro del programa FASE para que reciban beneficios los empleados de las empresas que sometan planes de reapertura acompañadas de previsiones de reingeniería de producción y protocolos para preservar disposiciones sanitarias
  3. Establecer las transferencias monetarias gubernamentales para financiar los costos adicionales que incurran las empresas por su a/reapertura. Ej.: los incurridos al establecer varios turnos y horarios para no aglomerar y distanciar.
  4. Permitir libertad de horario a las empresas para que laboren escalonadamente días y horarios de trabajo a conveniencia de su funcionamiento a fin de evitar aglomeraciones.
  5. Apoyar y asesorar, en lugar de prohibirlas, aquellas iniciativas de producción doméstica o artesanal para adaptarlas a los normativas  industriales en renglones como mascarillas, caretas, etc
  6. Poner al servicio ciudadano aquellas instancias gubernamentales que alienten la innovación de métodos de producción y servicios, previa detección y multiplicación de iniciativas para aprovechar creatividad ciudadana
  7. Propiciar la modificación de disposiciones para encarar la emergencia tales como que una proporción mayor de productos de ZF puedan venderse nacionalmente pagando los impuestos locales correspondientes
  8. Recurrir a salvaguardas establecidas en acuerdos comerciales.
  9.  Implementar un sub-Reingeniería Fiscal consistente en reducir para reorientar gastos conforme prioridades mas adecuadas en función de la calamidad sanitaria a fin de reducir potenciales déficits financiables con emisiones monetarias y asi evitar devaluatorias e inflacionarias.
  10. Explorar la posibilidad de instituir innovaciones en el sistema financiero para ampliar la provisión  de recursos a iniciativas empresariales autogestionarias y  domésticas, como que las AFP financien a ahorrantes para hacer negocios desde sus residencias.
III.        Reingeniería Territorial-Ambiental

  1.  Incluir dentro las próximas etapas del programa FASE, estímulos especiales  para el establecimiento de negocios y trabajo desde los lugares de residencias de los trabajadores brindando facilidades para la adquisición de los equipos tecnológicos que sean necesarios.
  2. Establecer igualmente estímulos especiales  para que las empresas utilicen personal residente en la proximidad donde están emplazadas para evitar demandas excesivas de los sistemas de transporte.
  3. En lugar de prohibir transporte masivo de pasajeros, ampliarlo y someter a usuarios al distanciamiento y protección; adoptando normativas para usos individuales de conchos, taxis y motoconchos; estos últimos universalizando las experiencias de introducir aisladores entre pasajeros y conductores.
  4. En lugar de emplazar actividades distantes de residencia de empleados, intentar recurrir a la proximidad para disminuir demanda de transporte.
  5. Maximizar el uso de Republica Digital dentro de la administración pública y reducir drásticamente el número de oficinas públicas dispersadas en áreas residenciales trasladando los que no pueda trabajar desde sus casas a las oficinas centrales de los ministerios correspondientes, constituyendo asi una importante fuente de reducción de gastos 
  6. Instar a las empresas privadas de aprovisionamiento y servicios a brindar al máximo de sus servicios por via virtual, previa corrección de las normativas exigidas por la administración pública. 
  7. Priorizar los servicios de abastecimiento de agua potable para que los ciudadanos tengan como “lavarse las manos con jabón frecuentemente por 20 segundos” que constituye una de las principales medidas de prevención
  8. Cuidar de la mejor disposición posible de excretas humanas habida cuenta las posibilidades de contaminación via materias fecales
  9. Maximizar la atención de los sistemas de recolección y disposición de residuos sólidos evitando acumulaciones y descargas en lugares que puedan afectar nuestro sistema hidrográfico
  10. Efectuar lavados y desinfecciones de nuestras calles y espacios públicos, cuidando que sean correctamente aplicados en función de los materiales en que se aloja el virus provocador de la pandemia
IV.        Reingeniería Institucional
Hasta ahora, las autoridades están tomando medidas unilaterales en circunstancias que no puede solo afrontar la calamidad que vivimos y que sus disposiciones no han proporcionado resultados satisfactorios.
Se requiere en consecuencia una reingeniería de los mecanismos de decisiones, consulta, cogestión y concertación, para aprovechar las posibilidades de cooperación de las fuerzas activas de la sociedad a fin de superar dificultades observadas en nuestra vida económica y social.
En tal sentido se impone que en lugar de pretender proyectar imagen de autosuficiencia y absolutismo impropios de un gobierno en apuros; mostrar accesibilidad y apertura para convertir los abatidos ánimos nacionales en activa voluntad cooperadora de superación mediante:
  1. Formular un pronunciamiento político del más alto nivel gubernamental llamando a las fuerzas activas de la nación a incorporarse al normal funcionamiento de nuestra vida económica y social.
  2. Dado que estamos inmerso en un proceso electoral, este pronunciamiento revestiría mas fuerza si estuviera endosado por los principales candidatos presidenciales opositores
  3. Instruir a los funcionarios encomendados por el gobierno para reunirse que con el sector privado que no se limiten a exponer planes sino que escuchen y ponderen el parecer de los agentes activos de nuestras fuerzas sociales
  4. Solicitar a las asociaciones de productores - agropecuarios, industriales, zonas francas, comercios, transportes, turísticas, construcción, etc – que elaboren, en base a consulta con sus asociados, un listado de dificultades operacionales de producción y distribución de productos que estén confrontando a fin de llegar a identificar ajustes a los procesos productivos.
  5. Activar los mecanismos institucionales vigentes relativos a la cogestión y concertación, partiendo del Consejo Nacional de Salud para maximizar la cooperación de médicos y clínicas privadas  y concluyendo con el Consejo Economico y Social para diseñar los diversos componentes de las reingenierías propuestas en éste documento.   
  6. Establecer un Portal electrónico contentivo de un FORO para recoger iniciativas ciudadanas y empresariales sobre cómo mejorar la producción y normalizar la economía en forma compatible con las previsiones sanitarias; pudiendo además servir para recoger denuncias sobre incumplimiento de facilidades otorgadas por el gobierno.
  7.  Utilizar éste FORO como una forma de socializar protocolos que universidades, empresas e instituciones, hayan preparado para evitar la propagación del virus y con el propósito de estimular la adopción de medidas similares por parte de otras instancias que no han acudido a éstos instrumentos.
  8.  Creación de un FONDO DE REINGENERIA PRODUCTIVA para financiar las empresas de manera que puedan implementar tanto sus programas de Reingeniería de producción como de Reconversión de sus instalaciones- p.e: almacenarias y alimenticias - para otros usos.
  9. Convocar a una Comisión de Expertos integrada por ingenieros de las diversas ramas tecnológicas y economías para asesorar en  una revisión profunda de los sistemas de producción y distribución de productos y consumidores que formaran materia prima para la reingeniería aquí propuesta.  
  10. Instituir, a partir de los funcionarios que el gobierno ha encomendado para activar la economía y contactar con agentes productivos, una Comisión de Consulta y de Seguimiento constituida por esos funcionarios públicos – Gobernador del Banco Central, Ministro de Hacienda  y Ministro Administrativo de la Presidencia – y representativos del sector privado que supervisen el fiel cumplimiento de las facilidades otorgadas por el gobierno asi como las previsiones identificadas en el contexto de estas recomendaciones.

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