El Sol Naciente
Hostos y la realidad coyuntural de las Antillas
En el prólogo a las Obras Completas, Camila Henriquez Ureña, ilustra que: » El resultado de esta actitud fue que esta obra ( se refiere a la novela) causo irritación entre los españoles, pero también entre los antillanos de ideas libertarias».( p. 10). En su perfil de intelectual por encima del político, Hostos se propuso conciliar la postura de los independentistas por una parte, y los intereses de la otra parte aplicando fraternidad con los españoles repúblicanos. Encuentra la oposición de Betances que desde ya aboga por la independencia absoluta de Puerto Rico, apreciando que sólo se logra su emancipación con el grito de las armas.por esa razón Hostos escribirá que ese » grito sofocado de independencia» no encontró eco en Betances. Esa diferencia amistosa servirá de caldo de cultivo para la toma de conciencia y el propio Hostos sacara en las subsiguientes etapas de su lucha frutos provechosos en la causa de los patriotas antillanos.
Mientras Hostos se funde en principio con los republicanos en el sentido de que estos podrían solidarizarse con la causa antillana, hay que reconocer que no escatima esfuerzos por públicar y promover en diversos órganos el derecho sagrado de las Antillas a ser independientes. Con el advenimiento de la República y el consiguiente destronamiento de la Monarquía Borbónica en España , Hostos alimenta un impulso alentador y piensa que ha llegado la oportunidad de que los principios republicanos fructifiquen en las tierras de ultramar de las Antillas y que podrían convertirse en repúblicas confederadas.
Cuando se dispone entablar conversaciones con los liberales españoles. Encuentra una fría receptividad a sus inquietudes; aquellos se resisten una vez conquistada la República negándose a escuchar los reclamos del antillano puertorriqueño. Se cuenta que el eminente escritor y orador Emilio Castelar ante tal apelación respondió: » Primero soy español, antes que republicano».
Viendo la causa perdida en los pasillos españoles por vía pacífica , Hostos emprende decepcionado la firme decisión de pronunciar su célebre discurso ante los miembros del Ateneo de Madrid, el 20 de diciembre de 1868. En el que les increpa a los liberales la falta de cumplimiento a la promesa de ayudar a la libertad antillana. Con ese pronunciamiento se produce indudablente la ruptura de Hostos con los responsables a la sazón de la nueva política española y consecuentemente un viraje en el método y la forma de abordar la lucha política, que lo habían distanciado en ese tema de Betances.
Podemos apreciar esa metamorfosis de su pensamiento político en carta que le enviara Emeterio Betances a Hostos , el 8 de junio de 1870, época de arranque de la lucha independentista, si exceptuamos el Grito de Lares en 1868. En esta misiva Betances hace alusión a la proposición que hizo Hostos sobre el aplazamiento de la revolución hasta tanto Estados Unidos, Inglaterra y España dicidan pacíficamente la independencia de Puerto Rico. Betances discrepa y le recuerda la intervención de Estados Unidos e Inglaterra en Cuba por su movimiento insurrecto y continúa ……» ni Inglaterra, ni Estados Unidos , ni España, separados o reunidos, son los que nos han de dar nuestra independencia » ( Betances, R ; Las Antillas para los Antillanos, p. 250).
De suerte, que por el extracto de la carta se deduce que Betances poseía un profundo conocimiento de la naturaleza política y económica de estas naciones, en cambio a Hostos lo supedita en principios los fundamentos filosóficos e ideológicos asimilados en España; compromiso que se extingue en la medida que los eventos sociales se presentan, como previamente comentamos. Esas razones discrepantes, en otoño de 1869, hacen pensar a Carlos Carreras que a la llegada de Hostos a New York para la reunión de los patriotas cubanos y puertorriqueños , fuera recibido en aquel escenario fríamente, no sin cierta desconfianza. Criterio que que no comparten otros estudiosos, dado a que ya el peregrino escribía para los periodicos de París y España, lo que suponía un conocimiento de la personalidad política de este.
En la segunda entrevista de Hostos con el grupo de patriotas, 1869, Carreras acepta que allí hay jóvenes que se sienten atraídos por el maestro. Dice de Basora y Betances: » Es doloroso que no nos hayamos conocido antes; es lamentable que hayamos juzgado de ligero». Aunque en la cita Carreras no ofrece fuente. Lo cierto es, que al pasar los meses se le ve a Hostos dirigiendo el periodico La Revolición, perteneciente a la Junta Revolucionaria Cubana. Todo indica la falta de una estrecha comunicación entre ellos inicialmente o la dificultad propia del tiempo, dado el rápido ascenso de Hostos entre los patriotas.
Lo que no se presta a dudas es que Hostos a mediados de los 70 del siglo X1X se encamina a una ruptura epistemologíca de su pensamiento político que se agudiza hasta el final de su existencia. Si ciertos titubeos afloraron en su juventud, ahora con la madurez y la brega política se posa en el la susodicha independencia absoluta. Ya en 1871 vésele en Chile, Argentina y Venezuela en busca de la » unión moral e intelectual de todo el Continente». Despliega en América del Sur una amplia labor educativa porque abriga la ilusión de que la ignorancia de los pueblos es caldo de cultivo de los males de las naciones. Soporta entonces una especie de panamericanismo, consciente de que » redención de las Antillas y porvenir de América Latina son hechos idénticos.»
Siguiendo esa estrategia de propagando, en Nueva York, 1876, su empeño periodístico le absorbe todo el tiempo; se concentra apasionadamente en crear conciencia entre los inmigrantes antillanos. Redacta para tales fines la Liga de los Independientes, desde donde como tribuna coloca numerosos artículos acerca de la problemática política de las Antillas. La educación y el periodismo serán sus banderas para cristalizar su proyecto político hacia la independencia y la integración de America Latina, como replica del proyecto Bolivariano de la Gran Colombia en 1826, exaltado en el Congreso Anfictionico convocado en Panamá. Los estatutos de la Liga contemplan, entre otras cosas, trabajajr material e intelectualmente por la independencia absoluta de Puerto Rico y Cuba y la autodeterminación como naciones soberanas.
Para la ilustre Camila Henriquez Ureña los compromisos estatutarios que asumía Hostos en la Liga de los Independientes significaban » terminantemente la posición de Hostos como revolucionario». Es decir, un Hostos entregado en cuerpo y alma a la ruptura con la vieja idea de autonomía. Defiende la capacidad que tienen las Antillas a vivir en independencia integral, sin mediación de influencia alguna. Sentencia, » Los otros creen que sólo se trata de libertarlas y libertarnos de la opresión de España». Comenta que no se trata sólo de eso, sino sustraerlas de la acción norteamericana. De manera, que la admiración que sintió por la gran nación se resquebraja y deja la impronta libre de la decadente España, como de la imponente nación del Norte, visto los arreglos de un imperio que se va y otro que se adueña. Lo prueba la carta a Francisco Selles, en 1896, al escribir que ni Cuba ni las restantes Antillas les conviene pasar a manos del poder más positivo que se avecina: los Estados Unidos.
Ahora se hace creyente de la libertad absoluta. » Cuando la masa se pone en movimiento, la revolución es un hecho, incontrastables». Ocasion propicia para identificar a un Hostos acudiendo a las masas y la sustentación de principios revolucionarios luego de la ruptura abordada anteriormente en su primera etapa. Aquí apreciamos a un Hostos difícilmente asociado a otro antillano, que no fuera Emeterio Betances, quien al parecer influyo en su viraje.
Visto esto, se descarta su vacilación, en creencias de algunos, al proponer Hostos la celebración de un Plebiscito para decidir la suerte de Puerto Rico, en 1889, resultado del pesimismo porque ya se veía venir la anexion a Estados Unidos que pendía como espada de Damocles. Por eso, clamaba : » vamos camino de la tierra infeliz que parece condenada a no ser nunca poseída por sus hijos «. De su artículo Cuestión Magna se extrae este paragrafo: » Los extravíos de los Estados Unidos, que son una verdadera apostasia de la libertad en cuanto se relaciona con Puerto Rico y Filipinas, no son para fútilmente exhibidos en contra de aquella sociedad, sino para profundamente tomados en cuenta por la razón humana, cuando trate de descubrir los medios que corresponden exactamente a la ley del desarrollo social».( Hostos, Obras Completas, tomo X111, p. 79).
Bibliografía consultada:
–Eugenio Ma. de Hostos, Obras Completas, tomo X111
–Carlos Carrera, Hostos, Apóstol de la Libertad, edit. Cordillera, P. Rico, 1971.
–Emilio Rodríguez Demorizi, Hostos en Santo Domingo, edit , Pensamiento Dominicano.
–Emilio Rodríguez Demorizi, Luperon y Hostos, segunda edición, Editora Taller, Santo Domingo.
–Emilio Roig L.; Hostos y Cuba, Edit. Ciencias Sociales , La Habana, 1974.
–Nolberto Luis Soto; Hostos y la Realidad Coyuntural de las Antillas, edit. taller, 1985.
–Manuel Maldonado Denis; en Hostos, el Antillano, Revista Casa de las Américas, 1972, no. 75.
— Ramon Emeterio Betances; Las Antillas para los Antillanos, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1975.E
–Carlos M. Rama ; La Idea de la Federación Antillana, ediciones Librería Internacional, Puerto Rico, 1971.
Nolberto Luis Soto
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El Sol Naciente
Embajador acreditado en Panamá, 86-87. Embajador acreditado en Ecuador, 2000-2002. Diputado al Parlacen, Director Gral. Biblioteca Nacional. Rector Uteco (Universidad de Cotuí). Vicedecano Facultad de Humanidades,UASD, Prof. Meritísimo UASD. Lic. en Filosofía y Letras, Posgrado en Diplomacia y Relaciones Internacionales, Maestría en Epistemología y Metodología (UNAM), México. Estudios Doctorales en Intervención Social, Universidad Oviedo, España. Escritor.