lunes, 10 de diciembre de 2018

Uno de cada seis dominicanos ha sido víctima de robo en el último año, según informe

DERECHOS HUMANOS
Uno de cada seis dominicanos ha sido víctima de robo en el último año, según informe
Advierten la sociedad está enferma por la inseguridad
Denuncian que en lo que va de año se han realizado 115 ejecuciones extrajudiciales
Adonis Santiago Díaz - REPÚBLICA DOMINICANA 10 / 12 / 2018, 11:44 AM
$!Uno de cada seis dominicanos ha sido víctima de robo en el último año, según informe
SANTO DOMINGO. Un informe sobre derechos humanos presentado por el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos Manuel María Mercedes dijo la falta de seguridad en la República Dominicana está enfermando a la sociedad y que los dominicanos están desarrollando psicopatías y actitudes insanas, por el “hecho de tener que lidiar a diario con la inseguridad”.
Dijo que el país está dentro de los que tienen la tasa de homicidios más alta, 23 por cada cien mil habitantes, y que en cuanto al robo, este se sitúa en una tasa de 16.7%, “lo que quiere decir que una de cada seis personas o más fue robada en el último año”.
Expresó que el solo hecho de la militarización de las ciudades contribuye al aumento de la percepción de la inseguridad y agregó que los patrullajes mixtos entre la Policía Nacional y el Ejército, “que siempre hemos condenado como violatorios a los derechos humanos, representan la cotidianidad de nuestras calles”.
Calificó el 2018, como el año más difícil, por supuestas ejecuciones extrajudiciales en la República Dominicana y añadió que según los datos que maneja este año se han registrado 115 ejecuciones extrajudiciales.
“Nuestra organización ha emitido varias acciones urgentes por esos casos de violaciones graves de los derechos humanos cometidas por órganos de la seguridad del Estado, muchas de ellas se han dado en el municipio de Los Alcarrizos, por lo que hemos tenido que acudir donde el Director de la Policía Nacional para que ponga mano directamente en el asunto”, dijo Mercedes al encabeza una rueda de prensa efectuada el Vizcaya con motivo de conmemorarse hoy el Día de los Derechos Humanos.
https://www.diariolibre.com/actualidad/sucesos/uno-de-cada-seis-dominicanos-ha-sido-victima-de-robo-en-el-ultimo-ano-segun-informe-HG11604047

En esta edición del Reconocimiento a la #Integridad y #LuchaContralaCorrupción, reconocemos a la Dra. @OrtizBosch, quien ha dedicado toda una vida a la política, siendo un ejemplo de las virtudes que siempre hemos aspirado en nuestros líderes y gobernantes. #Flordeloto #PC | @PCiudadana




Chiste de mal gusto

FOGARATÉ
Chiste de mal gusto 
Ramón Colombo | 13 noviembre, 2018 
Se llama Radhamés Camacho. Tiene en sus cuentas bancarias 2, 858, 000,000.00 (sí, dos mil ochocientos cincuenta y ocho millones de pesos), y declara ingresos anuales por 91,000,000.00 (sí, noventiun millones de pesos). No se apellida Vicini, ni Corripio, ni es concesionario de ninguna mina de oro o plata aquí o donde sea. Es un hijo de familia pobre, maestro de escuela, gremialista, diputado, ahora presidente de esa Cámara y miembro del Comité Político (o “Corporación” del PLD). ¿Quién lo va a investigar? (Perdónenme que haga ese chiste de mal gusto…Es bueno reír de vez en cuando). https://www.elcaribe.com.do/2018/11/13/opiniones/fogarate/chiste-de-mal-gusto/

Maria Garabito es la joven operaria que aparece en video antes de la explosión de #Polyplas Muchos han cuestionado por qué no salió del área. La familia aseguró que el almacén era cerrado con llave desde fuera. Este audio suyo llega para confirmarlo | — edith febles (@edithfebles)


https://youtu.be/pqX_z0tipjk
Edith Febles
Publicado el 10 dic. 2018
Edith Febles| Audio de trabajadora muerta en explosión de #Polyplas revela encierro bajo llave

Una valiente lucha por los derechos de las mujeres hace frente a políticas opresivas y sexistas | #DíaDeLosDerechosHumanos #HumanRightsDay

Una valiente lucha por los derechos de las mujeres hace frente a políticas opresivas y sexistas


  • Amnistía Internacional publica un resumen de la situación de los derechos humanos en 2018
  • En España, las mujeres víctimas de violencia sexual se enfrentan a un laberinto de desinformación y desprotección
Londres/ Madrid.- Mujeres activistas de todo el mundo han estado en la vanguardia de la batalla por los derechos humanos en 2018; así lo ha manifestado Amnistía Internacional en la presentación de su resumen de la situación los derechos humanos a lo largo del año.
Además, la organización de derechos humanos ha advertido de que los actos de esos dirigentes mundiales “de mano dura” que están impulsando políticas misóginas, xenófobas y homófobas han vuelto a poner en peligro derechos y libertades reconocidos hace mucho tiempo.
En 2018 hemos visto a muchos de estos líderes que se autocalifican de “duros” tratando de menoscabar el principio mismo de la igualdad, que es la piedra angular del derecho de los derechos humanos. Piensan que sus políticas los hacen duros, pero son poco más que tácticas intimidatorias dirigidas a demonizar y perseguir a comunidades ya marginadas y vulnerables”, ha declarado Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.
“Sin embargo, las mujeres activistas son las que este año han ofrecido la visión más potente de cómo combatir a estos dirigentes represivos.”
Las conclusiones se publican en Derechos Hoy, un importante resumen que analiza la situación de los derechos humanos en siete regiones del mundo: África, las Américas, Asia Oriental, Europa y Asia Central, Oriente Medio y el Norte de África, Asia Meridional y el Sureste Asiático. Su presentación conmemora el 70 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la primera carta de derechos fundamentales de alcance global, adoptada en 1948 por los gobiernos del mundo.
2018: El levantamiento de las mujeres
No debe subestimarse el poder incipiente de la voz de las mujeres; así se afirma en el resumen. Aunque los movimientos de defensa de los derechos de las mujeres ya estuvieran consolidados, las mujeres activistas han dominado los principales titulares relacionados con derechos humanos en 2018. Grupos liderados por mujeres, como el movimiento latinoamericano “Ni una menos”, han impulsado movimientos multitudinarios sobre asuntos relacionados con los derechos de las mujeres en una escala sin precedentes.
En India y Sudáfrica, miles de mujeres tomaron las calles para protestar contra la violencia sexual endémica. En Arabia Saudí e Irán, respectivamente, mujeres activistas se arriesgaron a ser detenidas por oponerse a la prohibición de conducir vehículos y al uso obligatorio del hiyab. En Argentina, Irlanda y Polonia, muchísimas mujeres se manifestaron para exigir el fin de la opresiva legislación sobre el aborto. En Estados Unidos, Europa y partes de Asia, millones se sumaron a la segunda marcha de mujeres convocada por el movimiento #MeToo / #YoTambién para reclamar el fin de la misoginia y los abusos.
No obstante, el informe señala que no podemos celebrar el “tremendo auge del activismo de las mujeres” sin abordar lo que ha impulsado a tantas a movilizarse para reivindicar un cambio.
“Los derechos de las mujeres son sistemáticamente colocados en un segundo plano con respecto a otros derechos y libertades por unos gobiernos que piensan que pueden limitarse a apoyarlos de palabra y, en la práctica, hacer muy poco para proteger los derechos de la mitad de la población”, ha afirmado Kumi Naidoo.

“Peor aún, muchos de los actuales dirigentes mundiales han lanzado nuevos ataques contra los derechos de las mujeres con sus discursos misóginos y divisivos. Estos dirigentes pretenden argumentar que están protegiendo los valores tradicionales que representan los intereses de la familia, pero lo cierto es que están impulsando una agenda que niega la igualdad fundamental de las mujeres”.
Derechos Hoy señala un conjunto creciente de políticas y leyes destinadas a subyugar y controlar a las mujeres, sobre todo en materia de salud sexual y reproductiva. Por ejemplo, legisladores polacos y guatemaltecos han propugnado el endurecimiento de las leyes sobre el aborto, mientras que, en Estados Unidos, los recortes de los fondos destinados a clínicas de planificación familiar han puesto en peligro la salud de millones de mujeres.

Mujeres activistas han arriesgado su vida y su libertad para poner el foco sobre injusticias relacionadas con derechos humanos. Como Ahed Tamimi, activista palestina adolescente a quien encarcelaron injustamente por atreverse a alzar la voz en defensa de su pueblo; Loujain al Hathloul, Iman al Nafjan y Aziza al Yousef, tres activistas actualmente en detención en Arabia Saudí por hacer campaña en favor de los derechos de las mujeres; y Marielle Franco, brutalmente asesinada en Brasil este mismo año por luchar sin miedo en defensa de los derechos humanos.

2019: Un año decisivo para dar un giro a los derechos de las mujeres
Kumi Naidoo ha señalado que el aniversario de la declaración internacional de derechos fundamentales de las mujeres en 2019 —la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer— será un hito importante que el mundo no puede permitirse ignorar.
La Convención, que el año que viene cumplirá 40 años, ha sido ampliamente adoptada. Sin embargo, muchos gobiernos la han adoptado con la condición de poder rechazar importantes disposiciones destinadas a garantizar libertades de las mujeres, como la de promover una política nacional dirigida a eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres en la ley y en la práctica, y la de comprometerse a erradicar la discriminación de las mujeres en el matrimonio y las relaciones familiares.
Amnistía Internacional ha instado a los gobiernos a tomar medidas que garanticen el respeto de los derechos de las mujeres, que incluirían no sólo comprometerse con las normas internacionales, sino también reformar las leyes nacionales lesivas y adoptar medidas proactivas para empoderar a las mujeres y proteger sus derechos.
“El hecho de que tantos países hayan aceptado sólo parcialmente la declaración internacional de derechos fundamentales de las mujeres es la demostración de que muchos gobiernos creen que proteger los derechos de las mujeres no es más que una operación cosmética para hacerles parecer buenos, y no un asunto urgente que deben abordar con carácter prioritario”, ha dicho Kumi Naidoo.
“En todo el mundo, las mujeres, por término medio, ganan mucho menos que los hombres en los mismos puestos, tienen un grado de estabilidad laboral muy inferior, encuentran impedimentos para acceder a la representación política por parte de quienes ejercen el poder y se enfrentan a una violencia sexual endémica que los gobiernos siguen pasando por alto. Debemos preguntarnos la razón de que esto ocurra. Si viviéramos en un mundo en el que las víctimas de esta clase de persecución fueran los hombres, ¿se permitiría que continuara esta injusticia?
“Debo reconocer que Amnistía Internacional puede y debe hacer más en relación con los derechos de las mujeres. Cuando estamos a punto de entrar en 2019, pienso que ahora más que nunca debemos mantenernos firmes al lado de los movimientos de mujeres, amplificar sus voces en toda su diversidad y luchar por el reconocimiento de todos nuestros derechos.”
España: un año de lucha contra la violencia sexual
En España, el caso de La Manada, en el que cinco hombres acusados de la violación en grupo de una mujer en Sanfermines fueran declarados culpables de abuso sexual (en lugar de agresión, que conlleva mayor respuesta punitiva), al considerar que no hubo violencia ni intimidación, sacó a las calles a miles de mujeres para exigir justicia, y provocó un debate en el gobierno para cambiar la legislación. Amnistía Internacional pide que esa reforma legislativa se centre en la protección de la autonomía y el consentimiento de las mujeres, tal y como establece el Convenio de Estambul.
La organización ha publicado un reciente informe en el que denuncia cómo las mujeres víctimas de violencia sexual se enfrentan a un laberinto de desinformación y desprotección, así como a un recorrido lleno de obstáculos y prejuicios tras el que la mayoría, de haberlo sabido, asegura que no volvería a denunciar.
A pesar de que las últimas cifras sobre denuncias indican que éstas se han incrementado en 2018 un 30% y del reciente informe del Ministerio de Interior sobre 2017, que habla de un 29,8% más de agresiones desde 2012, lo cierto es que estos datos no revelan la magnitud real del problema de violencia sexual, que sigue invisibilizado en España, tal y como indica la organización.
Además, Amnistía Internacional lamenta que desde el momento en que una mujer sufre una violación o cualquier otra forma de violencia sexual, independientemente de si decide o no denunciar, se enfrenta a la falta de protocolos claros de actuación y a la ausencia de formación específica de los profesionales que las atienden (policía, personal médico, forense y judicial). Como consecuencia, los estereotipos y prejuicios que ponen en duda los testimonios de las víctimas minimizan la gravedad de las violaciones que sufren, e incluso las responsabilizan de las mismas, provocando una mayor indefensión en las mujeres y generando procesos judiciales traumáticos para las víctimas.
“Miles de mujeres en España han salido a las calles este año para decir basta, hartas de ver como las víctimas de violencia sexual son cuestionadas y culpabilizadas. No podemos seguir permitiendo que el Estado siga desprotegiéndolas y dejándolas indefensas”, asegura Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España. En ese sentido, la organización manifiesta que recibir una atención adecuada puede resultar una lotería según el lugar en el que viven las víctimas.
Ninguna de las comunidades autónomas cuenta con “centros de crisis" (Rape Crisis Center), es decir, espacios con personal multidisciplinar con una verdadera especialización en violencia sexual, disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año, tal y como establece el Consejo de Europa. Y nueve de ellas (Aragón, Baleares, Canarias, Extremadura, Euskadi, Galicia, La Rioja, Murcia y Navarra, además de Ceuta y Melilla) carecen hasta de centros de atención especializados para víctimas de violencia sexual.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Derechos Hoy ofrece una perspectiva general de los derechos humanos en las principales regiones del mundo en 2018, entre ellas:
ÁFRICA
A pesar de algunos avances en el año, muchos gobiernos del África subsahariana continuaron reprimiendo brutalmente la disidencia y restringiendo el espacio donde la gente pudiera defender los derechos humanos. De Níger a Sierra Leona y de Uganda a Zambia, los gobiernos usaron tácticas represivas para silenciar a defensores y defensoras de los derechos humanos, medios de comunicación, manifestantes y otras voces disidentes. Pero hubo señales de esperanza, por ejemplo en Etiopía y Angola, gracias, entre otras cosas, al cambio de liderazgo. Y la mejor noticia de todas: el extraordinario valor demostrado por personas corrientes de todo el continente africano, incluidas las valientes defensoras de los derechos humanos que han dado ejemplo de resistencia frente a la represión.
AMÉRICAS
En las Américas presenciamos un entorno regresivo para los derechos humanos en 2018, con un alarmante aumento de los asesinatos de defensores y defensoras del medio ambiente y dirigentes sociales en países como Colombia, y la aparición de líderes con un discurso radical contrario a los derechos humanos, como el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro. Mientras, las crisis de derechos humanos en Venezuela y América Central han llevado a la población a huir de sus hogares en busca de seguridad en una escala sin precedentes en la región. Aunque varios países de las Américas han acogido a las personas necesitadas de ayuda, las autoridades estadounidenses han reaccionado dividiendo y deteniendo a las familias, así como restringiendo su derecho a solicitar asilo.
ASIA ORIENTAL
En 2018 vimos avances en materia de derechos LGBTI en Asia Oriental, aunque el año también se caracterizó por una reducción del espacio para la sociedad civil y la reanudación de campañas represivas contra defensores y defensoras de los derechos humanos. Uno de los hechos más preocupantes fue la detención colectiva de hasta un millón de personas —uigures, kazajas y de otras minorías étnicas predominantemente musulmanas— en la Región Autónoma Uigur del Sinkiang. Se celebraron conversaciones de paz sin precedentes entre las dos Coreas, que podrían repercutir de manera significativa en la situación de los derechos humanos en la península coreana.
EUROPA Y ASIA CENTRAL
En Europa, el año estuvo marcado por el auge de la intolerancia, el odio y la discriminación en el contexto de una reducción del espacio para la sociedad civil. Personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo fueron rechazadas o abandonadas en situación de precariedad, y la criminalización de los actos de solidaridad iba en aumento. Hungría, Polonia y Rusia —cada uno a su manera— encabezaron la tendencia, mientras que, en la región en general, desde Bielorrusia hasta Azerbaiyán y Tayikistán, volvieron a lanzarse campañas represivas contra la libertad de expresión y, en Turquía, el clima de miedo continuó extendiéndose. Sin embargo, persistía el optimismo a pesar de este telón de fondo de retórica xenófoba y políticas represivas. El activismo y la protesta fueron en aumento: todo un movimiento de gente corriente con una pasión extraordinaria alzó su voz en favor de la justicia y la igualdad.
ASIA MERIDIONAL
Gobiernos de toda Asia Meridional continuaron hostigando, intimidando y persiguiendo a defensores y defensoras de los derechos humanos y otras personas que hacían campaña en defensa de sus derechos. En Bangladesh y Pakistán, las autoridades aplicaron leyes draconianas para amordazar la libertad de expresión. En India, las autoridades intentaron demonizar y perseguir a activistas y grupos de la sociedad civil. Sri Lanka se sumió en una crisis constitucional tras el repentino nombramiento de Mahinda Rajapaksa como primer ministro. Pero también hubo atisbos de esperanza en la región: en mayo, el Parlamento paquistaní aprobó una de las leyes más progresistas del mundo en materia de derechos de las personas transgénero.
SURESTE ASIÁTICO
El estado de los derechos humanos en muchos países del Sureste Asiático y Oceanía siguió deteriorándose en 2018. La violenta campaña de asesinatos, violaciones e incendios provocados llevada a cabo por el ejército de Myanmar hizo huir del estado de Rajine a más de 720.000 mujeres, hombres, niños y niñas rohingyas, que seguían consumiéndose en campos improvisados para personas refugiadas en Bangladesh. Los gobiernos se mostraron cada vez más intolerantes con el activismo y la disidencia pacífica, como se vio en Camboya con el silenciamiento de la oposición política y los medios de comunicación independientes. En Filipinas, la “guerra a las drogas” declarada por el gobierno del presidente Rodrigo Duterte causó la pérdida de más vidas, sobre todo entre la población empobrecida. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/una-valiente-lucha-por-los-derechos-de-las-mujeres-hace-frente-a-politicas-opresivas-y-sexistas/

Yanis Varoufakis: “Los líderes políticos en América Latina redistribuyeron la renta pero fracasaron en redistribuir la riqueza”

Frente Internacional Progresista Vs Conservadores

Yanis Varoufakis: “Los líderes políticos en América Latina redistribuyeron la renta pero fracasaron en redistribuir la riqueza”

Yanis VaroufakisDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image caption"La emergencia de monstruos políticos está en todas partes", cree el exministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis.
La elección de Jair Bolsonaro se ve desde fuera de Brasil como parte de un fenómeno global de auge de políticos de derecha que se autodenominan nacionalistas y conservadores.
En muchos casos, además, son acusados de autoritarismo y falta de atención a las peticiones de grupos vulnerables como mujeres, negros, indígenas, refugiados y el colectivo LGBT.
Pero la victoria del candidato del Partido Social Liberal brasileño también se interpreta como una respuesta de los votantes a los escándalos de corrupción y la mala situación económica a cargo de gobiernos y partidos socialdemócratas o de izquierda que después de haber liderado varios países de Occidente, no han dejado de coleccionar derrotas electorales en los últimos años.
La principal figura de esa ola conservadora, que también cuenta en sus filas con el primer ministro italiano, Matteo Salvini; el primer ministro de Hungría, Viktor Orban; o el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es el estratega Steve Bannon.
Bannon fue el responsable de la exitosa campaña del presidente estadounidense y creador del llamado "movimiento", una organización global que pretende respaldar a líderes populistas de derecha.
Tres reconocidos líderes que se oponen a esta tendencia (el socialista estadounidense Bernie Sanders, el brasileño Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores, y el exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis) han puesto en marcha un frente denominado Internacional Progresista.
El movimiento promete reunir bajo su paraguas a políticos que se oponen a los recortes en programas sociales, apoyan órganos multilaterales como la ONU, el Mercosur o la Unión Europea y defienden medidas para combatir el cambio climático como el Acuerdo de París.
El pasado sábado, durante uno de los eventos de lanzamiento del frente Internacional Progresista en la New School de Nueva York, Varoufakis conversó en exclusiva con BBC Brasil sobre la nueva organización internacional y sus impresiones sobre el futuro presidente brasileño.
Yanis Varoufakis y Fernando Haddad
Derechos de autor de la imagenRICARDO STUCKERT
Image captionEl exministro de Finanzas de Grecia Yanis Varoufakis puso en marcha la organización Internacional Progresista con la participación de personalidades como Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores de Brasil.
"Cuando alguien celebra las peores características del pasado brasileño, incluyendo la tortura, lo único que se le puede decir es: 'No pasarán'", dijo en referencia al clásico slogan antifascista surgido en la Primera Guerra Mundial y popularizado por los comunistas durante la Guerra Civil española.
Para Varoufakis, el amplio apoyo que recibió Bolsonaro de empresarios e inversores en Brasil lo distingue de los demás líderes conservadores internacionales.
"En Europa y Estados Unidos, el capital industrial y los bancos no se dejaron enamorar por los fascistas actuales (...) Se alinearon con Hillary Clinton, Angela Merkel, Emmanuel Macron, a excepción de Brasil. En el momento en que este fenómeno se empiece a esparcir por Italia, Alemania o Francia, estaremos acabados a no ser que nos opongamos".
Poco después de salir de un encuentro con 200 activistas que fundaron la Red Nacional por la Democracia en Brasil en apoyo a movimientos sociales y conquistas en el área de los gobiernos del Partido de los Trabajadores de Lula, Fernando Haddad compartió espacio con Varoufakis para decir que si se siente "como un judío en los años 30" tras las elecciones presidenciales en Brasil.
"Estamos todos de acuerdo que esta ola conservadora representa un riesgo para los derechos en general, desde los derechos civiles a los ambientales pasando por los políticos y sociales, y que ante ella también necesitamos organizarnos", dijo Haddad a BBC News Brasil.
Varoufakis ganó fama internacional durante el colapso económico al que se enfrentó Grecia en 2015 cuando el país, tras sucesivos préstamos internacionales, estuvo a punto de salir de la zona euro por no poder cumplir sus compromisos con los acreedores europeos.



Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas de GreciaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionPara Varoufakis, el modelo de la posguerra se ha vuelto tóxico e insostenible.
El economista estaba a favor de renegociar el pago de la deuda, pero renunció a su cargo en el gobierno después de que el ejecutivo aceptara las duras medidas de austeridad impuestas desde fuera del país.
En esta entrevista con BBC News Brasil, Varoufakis explica su visión de la situación política internacional y el auge del populismo.



Linea larga
-¿Este frente progresista internacional es una respuesta al llamado "movimiento" de Steve Bannon? ¿Parte de ahí?
No. Steve Bannon es uno de nuestros objetivos. Pero la izquierda siempre fue internacionalista. Recuerde: "Trabajadores del mundo, uníos" [pasaje del Manifiesto Comunista].
Eso no es una novedad. En algún lugar del camino, nos olvidamos de ello e intentamos asociar nacionalismo o clientelismo con la izquierda. Es una mezcla que nunca funciona.
Hablando como economista, político y ciudadano, 2008 fue un momento histórico. El mundo cambió drásticamente después de ese año. El modelo de la posguerra se volvió tóxico e insostenible y, como especie, en la última década diría que estamos experimentando un fenómeno muy extraño.
El antiguo sistema murió y el nuevo aún no ha nacido. Y, por supuesto, la emergencia de monstruos políticos está en todas partes. Steve Bannon es solo un síntoma.
Nosotros fundamos en 2016 el DIEM-25, el movimiento europeísta internacionalista, mucho antes de que en Europa supiéramos algo sobre Steve Bannon. Y por supuesto, si queremos tener una agenda internacionalista, no nos podemos quedar en Europa, tenemos que cooperar con los demás.
Dado que el futuro del mundo dependerá de lo que sucede en el triángulo entre la Unión Europea, Estados Unidos y China, si somos coherentes no podemos darnos el lujo de quedarnos en Europa. Por eso también invitamos a Bernie Sanders y otros líderes.
Para traer a la escena un nuevo contrato sostenible internacional. Para que Europa pueda volverse civilizada de nuevo. Para que Estados Unidos pueda acabar con esa espiral hacia la combinación de autoritarismo y fracaso.



Yanis VaroufakisDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionYanis Varoufakis fundó la organización "Movimiento de la Democracia en Europa 2025" (DiEM25) en 2016.
-Como sabe, Bannon pretende elegir presidentes, primeros ministros y congresistas. ¿Es este también su plan? ¿Cómo va a funcionar en la práctica esta nueva organización internacional?
Tenemos que ser ambiciosos. Si no ganamos elecciones, no vamos a conquistar nada. Pero no somos Bannon por dos razones.
Primero, no tenemos el dinero que tienen esos chicos. Hoy, esos puestos son comprados, especialmente en Estados Unidos.
-¿Cómo se compran?
La financiación de la campaña estadounidense ha hecho imposible la democracia. Pero no solo aquí. Si miramos a Europa, tenemos el ejemplo de Emmanuel Macron.
Su historia de éxito parte de las decenas de millones de euros que le permitieron articular una campaña y vencer de la nada. Nosotros no tenemos dinero.
Y, en segundo lugar, algo mucho más importante. No estamos interesados en invertir dinero para derrotar la rabia y la frustración que tiene el autoritarismo.
Los fascistas y nacionalistas tienen un trabajo muy simple por delante: todo lo que necesitan es conectar con las miles de personas descontentas, cuyos hijos van a tener que vivir fuera y cuyas perspectivas son peores que las de las generaciones anteriores, y decirles: "Todo es culpa de los extranjeros, échalos y todo va a volver a estar bien".
Es fácil actuar así, pero no estamos interesados en soluciones fáciles e inhumanas como éstas.
-Brasil no suele participar en este tipo de articulación internacional. ¿Por qué decidió llamar a Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores de Brasil?
Después de 2008, que insisto fue el 1929 de nuestra generación, vimos un auge de figuras y fuerzas políticas fascistas. Pero hay una diferencia entre ahora y los años 30.
En Europa y Estados Unidos, el capital industrial y los bancos no respaldaron a los fascistas actuales. No se alinearon con ellos. Se alinearon con Hillary Clinton, Angela Merkel, Emmanuel Macron, y por ahí va.
Excepto Brasil. En Brasil, los intereses de la oligarquía se alinearon con los de los fascistas y el país se convirtió en el preanuncio de un futuro distópico.
Yanis Varoufakis
Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image caption"Los fascistas y nacionalistas tienen un trabajo muy simple por delante: conectar con las miles de personas descontentas y decirles: 'Todo es culpa de los extranjeros, échalos y todo volverá a estar bien'".
-Si Bolsonaro estuviera aquí para debatir o si tuvieran oportunidad de conversar, ¿qué le diría?
Bien... (larga pausa). Nada. Absolutamente nada. Porque Bolsonaro es insignificante. Él es sólo un brazo de un nuevo movimiento fascista de una oligarquía privilegiada y de un cártel de intereses. Él está haciendo su trabajo y nosotros vamos a hacer el nuestro.
Cuando alguien celebra las peores características del pasado brasileño, incluyendo la tortura, lo único que se dice a esta persona es: 'No pasarán'".
-Usted dice que la izquierda debería reinventarse.
Nunca he usado esta palabra. Yo la odio.
-Bueno, su discurso contenía muchas autocríticas y hablaba sobre la importancia de nuevos caminos.
Por supuesto. Pero reinventar es el lenguaje del marketing y no me gusta.
-Literalmente, usted dijo que...
Necesitamos tener autocrítica. Necesitamos aceptar que fallamos.
-¿A qué errores se refiere? ¿Dónde se equivocó la izquierda?
¿Por dónde quiere que empiece? Los errores han sido varios.
Yanis Varoufakis
Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption"Lula es un gran ejemplo de cómo usar este dinero de forma muy inteligente para sacar a millones de personas de la pobreza, lo que es fantástico", dice Varoufakis.
Por ejemplo, el hecho de que muchos marxistas estén más interesados en pelear con otros marxistas en vez de con el capitalismo.La manera en que fallamos en extender la narrativa de liberación y emancipación de las mujeres y de las minorías. A pesar de decir siempre que estamos haciendo eso, la realidad es que no.
Pero los errores también han sido filosóficos. El hecho de haber abandonado el concepto de libertad y abrazado el concepto de igualdad, perdiendo las raíces emancipadoras de la tradición marxista y terminando en un concepto flojo de igualdad.
-La izquierda estuvo en boga hasta hace poco tiempo. Buena parte de América del Sur estaba gobernada por políticos considerados progresistas. Estados Unidos tenía a Barack Obama, que está a la izquierda en comparación con Donald Trump. ¿Qué ha cambiado?
Obama no estaba a la izquierda. Obama trabajó para llevar de nuevo Wall Street a sus momentos de gloria.
Y en América Latina, los líderes hicieron un trabajo excelente en redistribuir la renta. Pero no hicieron nada para redistribuir la riqueza.
A menos que la izquierda encuentre formas de cambiar la distribución de derechos de propiedad no podemos considerarlo una revolución. Es un revés temporal para la oligarquía. Y de ahí la oligarquía vuelve para vengarse.
-Usted dice que China influyó en el apogeo y la caída de los gobiernos de izquierda.
Generó enormes flujos financieros para América Latina, comprando materias primas como si fueran pan caliente.
Lo que tenemos son poblaciones frustradas desde hace décadas. Poblaciones que tenían esperanzas en la izquierda, que justo comienza a dar brazadas en el momento en que las arcas del Estado se estaban llenando de dólares a causa de las importaciones chinas.
Lula es un gran ejemplo de cómo usar este dinero de forma muy inteligente para sacar a millones de personas de la pobreza, lo que es fantástico. Pero en el momento en que China deja de comprar, la caja fuerte se vacía.
Varoufakis
Derechos de autor de la imagenEUROPEAN PHOTOPRESS AGENCY
Image captionVaroufakis cree que es necesario un nuevo "New Deal" para el medio ambiente y para las comunidades de todo el mundo.
Al mismo tiempo había otro dinero viniendo de Wall Street, tratando de aprovechar las oportunidades especulativas en países que crecían.
En el momento en que China comenzó a cortar sus importaciones de Brasil, Argentina, Perú, Chile y otros, el dinero americano y del occidente paró de nuevo de circular. Es una combinación de rentas reducidas y flujos financieros de salida.
-¿Cómo puede la izquierda recuperar el protagonismo?
Necesitamos aprender la lección que (Franklin) Roosevelt (presidente de los Estados Unidos entre 1933 y 1945) nos enseñó con el New Deal.
En otras palabras, necesitamos un proyecto mucho más progresista que el New Deal, más inclusivo.
Fue algo exclusivamente patriarcal, pero que tenía una gran idea central: cómo usar, cómo canalizar el dinero privado que está ocioso y usarlo para el bien público.
Necesitamos este New Deal para el medio ambiente, para las comunidades de todo el mundo y, para ello, necesitamos ser internacionalistas. Por eso hemos creado esta Internacional Progresista.

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